A medida que nuestro conocimiento sobre la psicología humana avanza, más trastornos se van conociendo y reconociedo formalmente. Una de las incorporaciones recientes en el campo de los trastornos alimenticios es el trastorno de ingesta alimentaria restrictiva evitativa, también conocido como ARFID.
A primera vista, quienes padecen ARFID podrían parecer simplemente personas extremadamente selectivas con la comida. Sin embargo, este trastorno impacta profundamente en el funcionamiento psicológico del afectado, lo cual termina deteriorando su calidad de vida. Si un ser querido presenta las señales características que se describirán a continuación, debes saber que existen diversas maneras en las que puedes brindarle ayuda.
ARFID vs. Selectividad alimentaria — ¿Cómo diferenciarlos?
¿Tienes un hijo o conoces a alguien que haya desarrollado un miedo intenso hacia la comida? Si se limita consistentemente a una lista muy reducida de alimentos y rechaza todo lo demás, es probable que padezca ARFID. En el video anterior, Glenn Robertson, especialista en el tratamiento de este trastorno, desglosa sus características distintivas:
- Síntomas del ARFID — La persona consume consistentemente muy poca comida en general o evita tantos alimentos que no cubre sus necesidades energéticas o nutricionales básicas. Los problemas de salud resultantes suelen incluir pérdida de peso significativa, escaso crecimiento, deficiencias nutricionales, dependencia de suplementos o alimentación por sonda, o una grave disrupción de la vida en el hogar, la escuela o el trabajo. Es importante destacar que esto no está motivado por preocupaciones relacionadas con el peso o la figura corporal.
- La selectividad alimentaria común es muy diferente — Muchos niños pequeños pasan por una fase de "solo alimentos blancos" o se niegan a comer verduras durante algunos años. Siempre que crezcan adecuadamente, tengan energía suficiente y, con el tiempo, puedan consumir una variedad aceptable, se trata usualmente de una fase del desarrollo que mejora, no de un trastorno alimentario. La siguiente tabla resume las diferencias clave entre ambos.
| Característica | Selectividad alimentaria típica | ARFID |
| :— | :— | :— |
| Factor principal | Preferencias de sabor, neofobia leve (miedo o fuerte aversión a lo nuevo o desconocido) | Sensibilidad sensorial, miedo a consecuencias negativas o bajo interés por la comida |
| Patrón de edad | Alcanza su punto máximo en la primera infancia y suele mejorar | Normalmente comienza en la niñez, pero puede desarrollarse también en la adolescencia y la edad adulta |
| Lista de alimentos seguros | Limitada, pero aún cubre varios grupos alimenticios | Suele ser extremadamente reducida (solo unos pocos alimentos o marcas específicas) |
| Impacto en la salud | Crecimiento y análisis normales; energía generalmente adecuada | Pérdida de peso o escaso crecimiento, deficiencias nutricionales, fatiga, mareos, problemas gastrointestinales |
| Estado emocional frente a la comida | Leve molestia o actitud negociadora | Miedo intenso, asco o angustia antes y durante las comidas |
| Impacto social | Suele comer algo en fiestas o restaurantes | Puede evitar fiestas, citas, viajes o cualquier evento que implique comida |
| Preocupaciones sobre la imagen corporal | Generalmente ninguna | Quienes padecen ARFID tampoco suelen tener problemas de imagen corporal |¿Qué tan común es el ARFID en niños, adolescentes y adultos?
Oficialmente, el ARFID es un trastorno relativamente nuevo. El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM) lo reconoció como trastorno alimentario en 2013. En la actualidad, representa hasta el 15% de todos los nuevos casos de trastornos alimentarios, según la Alianza Nacional para los Trastornos de la Conducta Alimentaria.
- Las estimaciones globales aún no se han confirmado — Scientific American informa que las estimaciones de casos de ARFID en el mundo aún se están recopilando: "Faltan datos del mundo real sobre casos de ARFID, pero algunos estudios han reportado una prevalencia global que oscila entre el 0,35% y el 3% en todos los grupos de edad. Ciertos países y regiones reportan cifras mucho más altas: un estudio reciente en los Países Bajos, por ejemplo, encontró que entre 2.862 niños de 10 años, el 6,4% padecía ARFID".
- Los jóvenes son los más afectados — Los expertos señalan que, aunque el ARFID puede ocurrir a cualquier edad, afecta principalmente a niños y adolescentes. La mayoría de los casos se diagnostican a los 11 años, y los varones representan entre el 20% y el 30% de los casos, una proporción significativamente mayor a la observada en otros trastornos alimentarios.
- Las cifras ya rivalizan con las de otros trastornos — En otro estudio publicado en el Journal of Eating Disorders, que encuestó a 50.082 adultos sobre trastornos alimentarios, la prevalencia del ARFID fue mayor (4,7%) que la de la anorexia nerviosa (4,5%).
¿Qué causa el ARFID y quién tiene mayor riesgo?
En esencia, el ARFID es un miedo intenso a la comida. Según Robertson, existen tres causas principales:
- Miedo a los alimentos nuevos — El primero es el miedo a alimentos que no conocen. Las personas con ARFID se aferran subconscientemente a un grupo muy reducido de comidas. Sienten reticencia hacia cualquier cosa fuera de esa lista, y esta reticencia puede convertirse incluso en fobia. Esto a menudo se remonta a un trauma pasado, como un episodio de atragantamiento con un alimento determinado.
- Sobrecarga sensorial — Robertson describe esto como una "sensibilidad exagerada al sabor, olor y textura de la comida", que a menudo causa gran angustia. "El miedo y la ansiedad ponen a la persona con ARFID en alerta máxima ante sus alimentos no seguros. Así, la comida y el miedo se superponen en una relación poco saludable", explica.
- Bajo interés — Con el tiempo, quienes padecen ARFID generalmente se desensibilizan al miedo. Esto provoca que desarrollen un interés generalmente bajo por la comida si esta no cumple sus criterios.
- Hábitos alimenticios poco saludables — Para empeorar las cosas, quienes atraviesan un cuadro de ARFID tienden a preferir alimentos poco saludables, especialmente aquellos ricos en aceites vegetales e ingredientes ultraprocesados. De hecho, Robertson lo llama la "dieta del niño pequeño" debido a la preferencia infantil por estos productos: "La dieta de la persona con ARFID suele estar compuesta por alimentos sosos y de color beige, a veces llamada la dieta del niño pequeño. Consiste en carbohidratos refinados, alimentos altos en azúcar y carnes procesadas. Generalmente hay un consumo mínimo de frutas y verduras frescas, y opciones limitadas de proteínas. No es difícil ver que este tipo de dieta es un desafío nutricional".
- Cómo se manifiesta el ARFID en los niños — Los niños generalmente están rodeados de comida en diferentes circunstancias, como celebraciones de cumpleaños, campamentos de verano, pijamadas con amigos y vacaciones familiares. Como puedes imaginar, esto les generará enormes cantidades de estrés. En lugar de pasar un buen rato, los niños con ARFID experimentarán vergüenza debido a su miedo a la comida. Como señala Robertson, "A nadie le gusta destacar entre sus compañeros, amigos y familia, especialmente cuando se trata del comportamiento frente a la comida".
- Cómo afecta el ARFID la calidad de vida de los adultos — Los adultos diagnosticados con ARFID generalmente lo tendrán más difícil, ya que también deben equilibrar su vida personal y profesional con el trastorno: "Para adultos y adolescentes, existe la complejidad añadida de las relaciones y el trabajo. Explicar el ARFID a una nueva pareja puede ser altamente estresante y vergonzoso, y no todos lo entienden. Forjar relaciones en el trabajo a menudo gira en torno a almuerzos y cenas con colegas y asistir a jornadas de formación. Algunos adultos han perdido oportunidades de promoción debido a su conducta ligada al ARFID, lo que los frena; además, los viajes al extranjero o interestatales son casi un obstáculo insalvable para la persona con ARFID".
¿Cómo se trata el ARFID y puede ayudar un enfoque de salud natural?
En última instancia, el ARFID tiene sus raíces en un miedo profundo a explorar otros alimentos. Dicho esto, existen varios métodos disponibles con distintos grados de éxito. Aquí hay una recopilación de sugerencias de Scientific American y Robertson:
- Control — Esta estrategia es aplicable principalmente a niños. Requiere que los padres ajusten la dinámica familiar y los hábitos alimenticios para introducir lentamente nuevos alimentos al niño con ARFID. Un ejemplo de Scientific American se centró en Stella, una niña que dejó de comer alimentos sólidos a los 8 años. Fue hospitalizada y tratada en una clínica para trastornos alimentarios. Tras un mes de tratamiento, se le permitió volver a casa; se instruyó a sus padres para que no cedieran ante su paladar limitado: "En casa, toda la familia, incluida Stella, comía las mismas comidas. Cuando salían a restaurantes, Stella no tenía que comer una comida grande, pero sí debía probar unos bocados de algo sólido. En unos pocos meses, los hábitos alimenticios regulares de Stella volvieron y su ARFID desapareció".
- Terapia cognitivo-conductual (TCC) — Requiere la ayuda de profesionales capacitados que guiarán al paciente o a su hijo a reconocer los pensamientos y patrones de pensamiento que afectan sus elecciones alimentarias. En última instancia, el objetivo es reducir el miedo y la ansiedad hacia alimentos desconocidos y ayudar a afrontar mejor los desafíos sensoriales.
- Tratamiento basado en la familia (FBT) — En el FBT, toda la familia trabaja junto con un terapeuta para abordar el trastorno alimentario. Los padres estarán al frente para centrarse en el niño. Al mismo tiempo, la familia visita regularmente a un experto en FBT para recibir orientación. Sigue cinco principios, según se explica en un estudio publicado en el Journal of Eating Disorders: 1) El terapeuta mantiene una visión agnóstica sobre la causa de la enfermedad; 2) El terapeuta adopta una postura no autoritaria en el tratamiento; 3) Se empodera a los padres para lograr la recuperación de su hijo; 4) El trastorno alimentario se separa del paciente y se externaliza; 5) El FBT utiliza un enfoque pragmático del tratamiento.
- Terapia alimentaria — Similar al FBT, este enfoque requiere la ayuda de un profesional capacitado. Sin embargo, la diferencia es que los padres comparten la carga de trabajo con el terapeuta no solo para aumentar la cantidad y los tipos de alimentos que el niño está dispuesto a comer, sino también para crear una experiencia alimentaria positiva para el niño. También se les pueden enseñar técnicas para disminuir gradualmente su sensibilidad a varios alimentos y texturas.
- Enfoque sensorial oral secuencial (SOS) — Desarrollado por la psicóloga pediátrica Kay Toomey, Ph.D., el SOS aborda la comida de manera positiva introduciéndola lentamente a los niños. Por ejemplo, se coloca la comida en la misma habitación que el niño y luego utiliza sus sentidos para explorarla. Masticar y tragar la comida es el objetivo final de este protocolo.
¿Cómo puedes apoyar a un hijo, pareja o amigo que vive con ARFID?
Si tienes un hijo o conoces a un ser querido con ARFID, puede ser difícil introducirlo en una alimentación saludable. Sin embargo, no desesperes, porque el cambio es posible. Además de los métodos discutidos anteriormente, Robertson señaló que existe un protocolo especialmente diseñado para tratar el ARFID. Puedes utilizarlo cuando todos los demás métodos hayan sido ineficaces.
- Un enfoque multidisciplinario — Robertson compartió un protocolo exitoso de Felix Economakis, que utiliza una combinación de terapia psicológica, hipnosis y programación neurolingüística.
- La educación y la concienciación son vitales para superar el trastorno — El enfoque de Economakis implica enseñar al paciente sobre el ARFID y cómo sus pensamientos, sentimientos y respuestas físicas contribuyen a su desarrollo y continuidad. Esto les permitirá procesar y comprender mejor lo que están experimentando: "El problema se replantea en la mente del cliente. Con una comprensión más profunda viene una reducción del miedo, y la parte de hipnosis del protocolo ayuda a consolidar y comunicar el cambio a la parte interna del cliente".
- La mejora rápida es posible — De hecho, Economakis ha tratado a más de 3.000 clientes con una tasa de éxito del 90% para adultos y del 65% para adolescentes y niños mayores de 8 años. Lo impresionante es que puede lograrse en una sola sesión. ¿Por qué la diferencia en las tasas de éxito? En una entrevista con The Independent, Economakis explica que los niños suelen responder "No sé" cuando se les pregunta por qué no pueden comer alimentos nuevos. Mientras tanto, los adultos pueden articular mejor sus pensamientos y están más motivados para superar el ARFID porque financian su propio tratamiento.
Preguntas frecuentes (FAQ) sobre el ARFID
P: ¿Qué causa el ARFID y por qué es cada vez más común?
R: El trastorno de ingesta alimentaria restrictiva evitativa (ARFID) puede originarse por miedo a ciertos alimentos, experiencias negativas pasadas, una fuerte sensibilidad sensorial o por perder gradualmente el interés en comer alimentos desconocidos. Muchas personas dependen de alimentos sosos y ultraprocesados, lo que refuerza la evitación. El trastorno es más común hoy principalmente porque solo se reconoció en 2013. A medida que crece la concienciación, médicos y familias identifican más casos, revelando que el ARFID ocurre en todos los grupos de edad y puede ser más extendido de lo que se creía.P: ¿Cuál es la diferencia entre ser selectivo con la comida y tener ARFID?
R: La selectividad alimentaria es una fase común de la infancia en la que los niños prefieren ciertos alimentos pero aún obtienen suficiente nutrición y crecen con normalidad. Pueden quejarse o negociar durante las comidas, pero generalmente se desenvuelven bien en situaciones sociales. Por otro lado, el ARFID es un trastorno alimentario clínico donde el miedo, la sensibilidad sensorial o el bajo interés por la comida conducen a una restricción severa. Provoca problemas de nutrición y crecimiento, angustia intensa durante las comidas y evitación de eventos sociales. A diferencia de otros trastornos alimentarios, el ARFID no implica preocupaciones por la imagen corporal.P: ¿Cuáles son los signos y síntomas del ARFID?
R: Las personas con ARFID tienen dietas muy limitadas que conducen a baja energía, deficiencias nutricionales o problemas de peso y crecimiento. Pueden sentir miedo o asco al enfrentarse a alimentos desconocidos y a menudo dependen de una pequeña lista de opciones "seguras". Las situaciones sociales que implican comida pueden ser estresantes o evitadas. La sensibilidad sensorial a texturas, sabores u olores es común, y muchos individuos muestran un bajo interés general por la comida.P: ¿Los adultos pueden tener ARFID, o es solo un trastorno alimentario infantil?
R: El ARFID puede afectar a cualquier persona a cualquier edad. Si bien muchos casos comienzan en la niñez o adolescencia, los adultos también pueden desarrollarlo o continuar lidiando con síntomas de larga data. Debido que la vida adulta a menudo implica actividades sociales y profesionales relacionadas con la comida, el ARFID puede interferir en citas, comidas de trabajo, viajes y oportunidades profesionales. No se limita a los niños.P: ¿El ARFID tiene cura, o es para toda la vida?
R: El ARFID es tratable y muchas personas se recuperan. Los enfoques incluyen terapia para reducir el miedo y la ansiedad, exposición guiada por los padres para niños, tratamiento basado en la familia y terapia alimentaria especializada para facilitar los desafíos sensoriales. Algunos se benefician de protocolos estructurados que producen un cambio rápido. Con el apoyo adecuado, muchos individuos amplían sus dietas y dejan de experimentar un deterioro significativo, por lo que el ARFID no tiene por qué ser un trastorno de por vida.
