La nueva red de refugios climáticos se implementará de manera gradual en todo el territorio, priorizando las zonas más castigadas por las temperaturas extremas.
Desde potentes huracanes hasta olas de calor prolongadas e incendios forestales devastadores, el cambio climático está poniendo en riesgo a miles de millones de personas, mientras numerosos países lidian con fenómenos meteorológicos cada vez más intensos.
España se ha visto especialmente afectada. Este verano, los termómetros alcanzaron hasta los 46°C en algunas regiones, siendo el sur el más golpeado por el calor severo. En agosto, las zonas centrales cercanas a Madrid también sufrieron incendios forestales, lo que subraya el creciente impacto de los eventos climáticos.
Como respuesta, el Gobierno español ha anunciado planes para desplegar una red nacional de «refugios climáticos» con aire acondicionado, diseñados para proteger tanto a residentes como a turistas durante los episodios de calor extremo.
Durante una conferencia sobre cambio climático en Madrid esta semana, el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, describió estos espacios como lugares públicos a los que cualquiera puede acudir para refrescarse durante lo que denominó «sequías y olas de calor devastadoras». Advirtió que las temperaturas estivales por encima de los 40°C son «ya la nueva normalidad» y prometió el apoyo continuo del Ejecutivo para ayudar a las comunidades a adaptarse.
Los refugios contarán con aire acondicionado, agua potable gratuita y zonas de asiento donde descansar de forma segura durante los picos de temperatura. Algunos gobiernos autonómicos, como el de Cataluña —donde se encuentra Barcelona—, ya han implementado medidas similares, que han sido bien acogidas por la ciudadanía.
El despliegue de estos espacios se realizará de forma progresiva en el país, dando prioridad a las áreas más afectadas por el calor extremo. Aquellas regiones que ya dispongan de refugios o con condiciones más suaves podrían tener que esperar mientras los recursos se destinan a las localizaciones más vulnerables.
El Gobierno pretende que gran parte de estos nuevos refugios estén operativos antes del verano de 2026. En la misma conferencia, Sánchez también presentó nuevos planes de prevención de inundaciones tras las lluvias torrenciales y riadas registradas este año en partes de España. Comprometió además veinte millones de euros adicionales para prevenir incendios forestales e instó a los partidos de la oposición a respaldar sus propuestas, definiéndolas como «un escudo para España» ante un futuro más cálido e impredecible.
