Trump Presenta Nueva Clase de Acorazados que Llevan su Nombre

Bernd Debusmann desde Mar-a-Lago

Vea: Trump anuncia nueva clase de acorazados para la Marina

El presidente Donald Trump anunció que EE.UU. encargará una nueva serie de "acorazados" fuertemente armados para la Marina, nombrados en su honor, como parte de una renovada "Flota Dorada".

Se espera que la construcción del buque de la clase Trump, USS Defiant, equipado para portar un amplio arsenal, comience pronto. Trump afirmó que los primeros barcos estarán operativos en dos años y medio.

Este anuncio es parte de una gran expansión planeada por el presidente Trump para la Marina estadounidense, que incluye buques tripulados y no tripulados, desde grandes buques de guerra con misiles hasta embarcaciones más pequeñas.

Autoridades han advertido que EE.UU. actualmente está por detrás de China tanto en capacidad de construcción naval como en producción total.

Hablando en su club de golf Mar-a-Lago en Florida junto al secretario de defensa Pete Hegseth, el secretario de estado Marco Rubio y el secretario de la Marina John Phelan, Trump dijo que aprobó la construcción de dos nuevos acorazados para comenzar, con un plan de construir hasta 25.

"Serán los más rápidos, los más grandes y, por mucho, cien veces más poderosos que cualquier acorazado jamás construido", declaró Trump.

Una vez completados, dijo Trump, estos buques armados estarán equipados para llevar armas hipersónicas y "extremadamente letales", y serán los buques insignia de la Marina de EE.UU.

Trump, quien habló flanqueado por afiches con imágenes de los barcos de "clase Trump", dijo que las embarcaciones se construirán en el país y que su fabricación creará "miles" de empleos.

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En una entrevista reciente con el Wall Street Journal, Phelan dijo que Trump había pedido específicamente un buque tipo acorazado "grande y hermoso" para la flota, la cual también incluirá docenas de barcos de apoyo y transporte.

El 19 de diciembre, la Marina de EE.UU. anunció otro nuevo conjunto de embarcaciones, basadas en los Cortadores de Seguridad Nacional clase Legend de la Guardia Costera.

"Las operaciones recientes desde el Mar Rojo hasta el Caribe hacen que el requerimiento sea innegable: nuestro inventario de combatientes de superficie pequeños es un tercio de lo que tenemos", dijo el jefe de operaciones navales, Daryl Caudle, en un video sobre los nuevos barcos.

"Necesitamos más combatientes pequeños oceánicos capaces para cerrar la brecha y mantener a nuestros [destructores] enfocados en la lucha de alta gama", añadió.

Un buque similar, la fragata clase Constellation —aprobada por Trump durante su primer mandato— fue cancelada en 2024 tras repetidos retrasos y sobrecostos.

Se esperaba que solo dos barcos fueran entregados después de invertir aproximadamente $2 mil millones en el proyecto.

Funcionarios y analistas de defensa estadounidenses han advertido repetidamente que EE.UU. está quedándose atrás de China, su principal rival marítimo potencial, en capacidad de construcción naval.

Más del 60% de los pedidos mundiales de este año fueron a astilleros chinos, y su marina ya es la más grande del mundo.

Desde que volvió al cargo en enero, Trump ha prometido revivir la industria naval estadounidense.

"Antes hacíamos muchos barcos", dijo Trump en marzo. "Ahora no los hacemos mucho, pero vamos a hacerlos muy rápido, muy pronto. Tendrá un gran impacto".

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En octubre, Trump y el presidente finlandés Alexander Stubb firmaron un acuerdo para que EE.UU. compre 11 rompehielos de diseño finlandés, incluyendo siete construidos en EE.UU. con experticia finlandesa.

El anuncio del presidente llega mientras activos navales y aéreos de EE.UU. se despliegan en el Caribe ante las crecientes tensiones con Venezuela.

EE.UU. comenzó a atacar embarcaciones en septiembre que, según alega, transportaban drogas, con saldos de al menos 100 muertos.

Hablando con periodistas el lunes, Trump afirmó que se salvaron miles de vidas estadounidenses gracias a estos ataques, al impedir que drogas letales ingresaran a EE.UU.

Los ataques han sido criticados por algunos expertos, quienes dijeron que podrían violar las leyes internacionales que rigen los conflictos armados.

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