Más de una docena de colaboradores dejan Heritage para unirse a la organización sin fines de lucro dirigida por Pence

Más de una docena de empleados de The Heritage Foundation dejan este think tank conservador para unirse a una organización sin fines de lucro dirigida por el ex vicepresidente Mike Pence. La fundación, afectada por una continua turbulencia, sigue tambaleándose.

Advancing American Freedom —fundada por Pence en 2021 para “defender la libertad y promover políticas que construyan una América más fuerte”— anunció el lunes que tres altos cargos que lideraban los equipos legal, económico y de datos en Heritage se unirán al grupo el próximo año, junto con varios miembros de sus equipos.

Estas salidas, reportadas primero por The Wall Street Journal, son la última señal de convulsión en Heritage. Decenas de empleados han huido de la organización desde que se vió envuelta en un escándalo que involucra al negacionista del Holocausto Nick Fuentes, y por el debate interno en el movimiento conservador sobre el antisemitismo.

Kevin Roberts, presidente de la Fundación Heritage y arquitecto del plan “Proyecto 2025” para una posible segunda administración de Donald Trump, recibió fuertes críticas de voces conservadoras, incluido el comentarista Ben Shapiro, tras defender la entrevista amistosa que el comentarista Tucker Carlson le hizo a Fuentes en octubre.

Tras la reacción inicial, Roberts dijo a los empleados en una reunión en noviembre que había cometido un “error”, pero pidió la oportunidad de “arreglarlo”, según un video filtrado publicado primero por Washington Free Beacon.

Las contrataciones de Advancing American Freedom señalan que esta organización busca posicionarse como un actor clave dentro del movimiento conservador más amplio.

“AAF se honra en dar la bienvenida a estos estudiosos conservadores de principios al equipo”, dijo Pence en un comunicado. “Traen una gran experiencia, amor por el país y un profundo compromiso con la Constitución y el Movimiento Conservador que impulsará la causa de la libertad”.

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Andrew Olivastro, jefe de desarrollo de The Heritage Foundation, dijo en un comunicado el lunes que la “misión del think tank no ha cambiado, y nuestro liderazgo es fuerte y decisivo”. Añadió que varios de los empleados que se fueron fueron “despedidos la semana pasada por conducta inconsistente con la misión y los estándares de Heritage”.

El ex vicepresidente de Heritage, John Malcolm, está programado para liderar el nuevo Instituto Edwin Meese III para el Estado de Derecho de AAF, que se traslada desde Heritage. Otros antiguos empleados de Heritage también se unirán a este instituto y a otras áreas de AAF.

Josh Blackman, un estudioso legal que contribuyó al Proyecto 2025, también renunció el domingo. En su carta de renuncia, escribió que los comentarios de Roberts “fueron un gran error no forzado, y dieron ayuda y consuelo a la marea creciente de antisemitismo en la derecha”.

Aún así, algunos empleados de Heritage se mantienen leales. El activista conservador Robby Starbuck escribió en redes sociales que extenderá su estancia como becario visitante, acusando a quienes renunciaron de anhelar “un retorno al GOP de Pence/Ryan”.

Las ondas de choque de estas luchas internas en Heritage, una vez un pilar clave de la coalición MAGA, siguen reverberando en el Partido Republicano. Figuras como Carlson, Shapiro, Vivek Ramaswamy y Steve Bannon discutieron sobre Fuentes y su lugar en el partido durante el AmericaFest de Turning Point en Phoenix este fin de semana.

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