Grupos de derechos civiles y defensores de las armas en Australia han expresado preocupación de que las nuevas leyes, aprobadas rápidamente, impongan restricciones excesivas sobre las armas de fuego y las protestas tras los tiroteos de Bondi.
El lunes, el estado australiano de Nueva Gales del Sur (NSW) convocó a su parlamento para debatir un conjunto de nuevas normas, como prohibir la frase “globalizar la intifada”, limitar el número de armas que una persona puede poseer y otorgar mayores poderes policiales durante las manifestaciones.
El primer ministro de NSW, Chris Minns, dijo que algunos podrían sentir que los cambios han “ido demasiado lejos”, pero que eran necesarios para mantener segura a la comunidad.
Un político pro-armas afirmó que las leyes perjudican injustamente a los dueños de armas que cumplen la ley, mientras que grupos libertarios civiles dijeron que las restricciones a las protestas son un agravio a la democracia.
Sobre la prohibición de la frase “intifada”, Minns dijo que su uso en protestas en Australia y el mundo “son un llamado a una intifada global. Eso es lo que significa. No en Medio Oriente, no en Israel o Gaza, sino aquí en Sídney”.
“Creo que lleva a una cultura y entorno de mayor desunión”, afirmó, y es “una invitación a la violencia”.
El término intifada se popularizó durante el levantamiento palestino contra la ocupación israelí de Cisjordania y la Franja de Gaza en 1987.
Algunos han descrito el término como un llamado a la violencia contra el pueblo judío. Otros han dicho que es un llamado a la resistencia pacífica contra la ocupación israelí de Cisjordania y sus acciones en Gaza.
Después de los ataques de Bondi, donde murieron 15 personas, la comunidad judía acusó al gobierno de no hacer lo suficiente para protegerla del aumento del antisemitismo.
Las nuevas leyes de protesta también permitirán a la policía restringir manifestaciones en lugares de culto, con sanciones más fuertes por incumplimientos.
Timothy Roberts, presidente del Consejo de Libertades Civiles de NSW, dijo que la nueva ley ignora una reciente decisión de la corte suprema estatal, que determinó que el llamado “poder de dispersión” en lugares religiosos iba contra la libertad implícita de comunicación política en Australia.
Las instituciones religiosas ejercen un poder político significativo y evidente en la política australiana, lo que las convierte en un sitio legítimo de protesta en una sociedad democrática, dijo el Sr. Roberts.
“Las leyes presentadas hoy son un agravio a nuestro derecho a reunirnos y comunicarnos”, señaló, añadiendo que “dañan nuestra democracia”.
Dijo que Minns quiere cohesión social pero que no conoce el significado del término.
“Él cree que el silencio es paz, y no parece darse cuenta de que también puede reflejar opresión. Aprobar leyes que oprimen a algunas partes de nuestra comunidad tras un ataque como el que vimos, no nos une, nos divide más y nos impide sanar bien en este momento de duelo.”
La policía también podrá quitar las cubiertas faciales a manifestantes sospechosos de cometer una ofensa – incluyendo delitos menores – durante una protesta.
Anteriormente, la policía solo podía hacerlo si alguien era arrestado o sospechoso de un delito grave.
En cuanto a la reforma de armas, las nuevas leyes significarán que los titulares de licencia en NSW no podrán poseer más de cuatro armas de fuego, con excepciones para agricultores y tiradores deportivos que pueden tener hasta diez.
Esta medida sigue a leyes similares introducidas en Australia Occidental este año para limitar la posesión de armas. En otras partes del país no hay límites.
Uno de los tiradores en el ataque de Bondi, Sajid Akram, tenía seis armas registradas.
Otros cambios en la ley de armas incluyen renovaciones más frecuentes de las licencias, de cada cinco años a cada dos años, y una revisión de los tipos de armas disponibles para la mayoría de los propietarios.
Mark Banasiak del partido Cazadores, Pescadores y Agricultores – que aboga por leyes de armas más relajadas – dijo que los 260,000 titulares de licencias de armas del estado están siendo “castigados” y “convertidos en chivos expiatorios por fallas de las agencias”.
“Nos estamos desviando del problema real”, dijo, refiriéndose a “un clima de odio y división que se ha permitido que se encon durante dos años y medio porque el gobierno no ha hecho lo suficiente para detenerlo”.
Walter Mikac, cuya esposa y sus dos hijas pequeñas estuvieron entre las 35 personas asesinadas a tiros en Tasmania por un pistolero solitario en 1996, en lo que es el tiroteo masivo más mortífero de Australia, dio la bienvenida a las reformas.
Los cambios “cerrarán brechas críticas en nuestras leyes de armas” y pondrán la seguridad de la comunidad primero, dijo.
El gobierno también busca combatir el discurso y los símbolos de odio, además de permitir a la policía prohibir protestas hasta por tres meses después de un ataque terrorista.
Josh Lees, portavoz del Grupo de Acción por Palestina, dijo que las nuevas leyes son “increíblemente draconianas”.
“Australia es vista como un país seguro”, dijo, “donde la libertad de expresión es muy importante”, pero el tiroteo de Bondi estaba “quizás cambiando la dinámica de esa democracia y esa libertad”.
David Ossip, presidente de la Junta de Diputados Judíos de NSW, dijo que las medidas para prohibir los cánticos de “intifada” son un “momento decisivo” para confrontar el odio y la incitación.
También dio la bienvenida a los mayores poderes policiales durante las protestas.
“El derecho a protestar es un valor central australiano y un principio fundamental de una sociedad democrática”, afirmó.
“Pero nunca ha incluido el derecho a ocultar el rostro y gritar consignas que piden violencia contra otros australianos, o agitar banderas de grupos dedicados al asesinato y la destrucción.”
Reporte adicional de Katy Watson.