El emblemático edificio del Bingo Balear, situado junto al Mercado del Olivar de Palma, finalmente ha sido vendido. El nuevo propietario es un mallorquín cuya identidad no se ha desvelado aún. La venta se cerró al parecer por un monto superior a los dos millones de euros; anteriormente se había mencionado una cifra de tres millones.
La construcción data de 1909. Lleva clausurada más de una década. Un proyecto para reconvertirlo en casino se truncó definitivamente hace tres años, cuando el Tribunal Superior de las Islas Baleares denegó el permiso.
A finales de 2024, se anunció un ambicioso plan de renovación del inmueble. Unos inversores suecos iban a reformar el espacio de 2.000 metros cuadrados y crear un spa, un centro de talasoterapia, un gimnasio e instalaciones para terapias holísticas.
El dueño, Eusebio Cano, que regenta el Bingo Rosales en la calle Manacor, comentó: “Tienen ideas muy claras y van a realizar una inversión de siete cifras”. Una empresa sueca iba a gestionar el spa, mientras que Cano mantenía la propiedad del local. Evidentemente, el plan no llegó a cuajo.
A lo largo de los años, el edificio albergó, además del salón de bingo, un teatro y un cine, acogió producciones de zarzuela, espectáculos de variedades e incluso funciones circenses.
