La adaptación de Paul Feig de la exitosa novela de Freida McFadden, The Housemaid, es un thriller psicológico brillante y sensasional que se sumerge en su drama melodramático con resultados variables. Sydney Sweeney protagoniza como Millie, una joven exconvicta desesperada por un nuevo comienzo, que consigue un trabajo como sirvienta interna en la opulenta mansión de los adinerados Winchester: Nina (Amanda Seyfried) y su atractivo esposo Andrew (Brandon Sklenar). Lo que empieza como una oportunidad perfecta rápidamente se convierte en una red de cambios de humor, secretos y tensión creciente.
Amanda Seyfried está absolutamente fabulosa, ofreciendo una actuación destacada como la inestable Nina. Se entrega por completo a los salvajes cambios emocionales del personaje—de anfitriona encantadora a maníaca rompeplatos—con una intensidad feroz y desafiante que roza lo absurdo del cine de terror. Seyfried domina cada escena en la que aparece, equilibrando encanto, fragilidad y una amenaza directa, haciendo la película adictiva. Sydney Sweeney, por otro lado, básicamente interpreta una versión de sí misma: la joven de ojos grandes y resiliente que enfrenta el peligro con una mezcla de vulnerabilidad y determinación. Es sólida y aporta la necesaria identificación con Millie, pero parece un papel que ya la hemos visto hacer—correcto, pero no muy desafiante.
Tengo que admitir, nunca digo esto de los thrillers, pero la trama me resultó remarkablemente predecible, incluso sin haber leído el libro. Desde las primeras señales de alarma y el obvio presagio, yo ya sabía hacia dónde iba la cosa antes del gran giro a mitad de película. Muchos de los giros parecían anunciados, lo que restó suspense. Dicho esto, la absurdez inherente de la historia—acciones extremas de los personajes, momentos picantes gratuitos y enfrentamientos exagerados—añade diversión camp si te dejas llevar.
En general, The Housemaid es una entretenida distracción para las vacaciones: con defectos y previsible, pero sostenida por el tour-de-force de Seyfried y suficiente energía desquiciada como para que valga la pena. Si el libro es igual de absurdo, entiendo por qué fue un sensación en BookTok.
Proyección en Luna Leederville desde el 26 de diciembre.
Proyección en el Luna Outdoor el 8 y 13 de enero.
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