SINGAPUR – Desde que era joven, a la señora Kinnari Bhosale nunca le gustaron sus pechos.
"Siempre fueron bastante grandes y se interponían cuando intentaba hacer deporte. Me enojaba mucho con ellos", contó al The Straits Times esta arquitecta titulada de 35 años, que ahora es ama de casa y madre de gemelos.
La señora Bhosale dijo que sus pechos aumentaron aún más después de tener a sus hijos Anant y Anvay hace cuatro años.
"Durante mi ciclo menstrual, me dolían, pero en los últimos dos años, el dolor no se iba ni después de mi regla", explicó.
Pensando que "era algo normal", aguantó el dolor hasta finales del 2024, cuando su pecho izquierdo "dolía mucho y estaba duro como una piedra".
Temiedo que no fuera normal, la señora Bhosale consultó a un médico general en su clínica de barrio.
"El médico sospechó que podría ser cáncer de mama y me derivó a la doctora Jude Lee del Mount Elizabeth Novena Hospital. Fui en enero de este año y, tras hacerme muchas pruebas y escáneres, incluyendo una mamografía, no pudo determinar qué era. Me dijo que no había señales de cáncer de mama", relató.
La señora Bhosale buscó entonces una segunda opinión de la cirujana de mama Radhika Lakshmanan del Farrer Park Hospital.
"Repitieron la batería de pruebas y escáneres. Esta vez, la doctora Radhika también hizo una biopsia de tejido para descartar cáncer. Finalmente, después de tres meses, me diagnosticaron mastitis granulomatosa (MG)", dijo.
La MG es una condición inflamatoria crónica y benigna de la mama, muy rara y a menudo poco reconocida. La mayoría de pacientes son mujeres con una edad promedio de 35 años, que han tenido uno o más hijos y han amamantado en los cinco años previos al diagnóstico.
Sus síntomas pueden imitar los del cáncer de mama inflamatorio, incluyendo hinchazón y dolor repentino en el pecho, señaló la doctora Radhika.
"La causa real (de la MG) no se conoce, pero se cree que es de naturaleza autoinmune. Esto significa que las células del pecho tienden a ser atacadas por el propio mecanismo de defensa del cuerpo, al ser reconocidas como una parte ‘extraña’ o ‘enferma’ del organismo", añadió.
"La causa subyacente más común para esta inflamación autoinmune es ‘idiopática’, lo que significa que no se encuentra una causa conocida. Con menos frecuencia, puede deberse a una condición autoinmune general que ya tenga el paciente y que cause la inflamación mamaria."
La doctora Radhika mencionó que estudios de Occidente muestran que la MG está presente en 2.4 de cada 100,000 mujeres entre 20 y 40 años, pero "se ha reportado que la incidencia es mayor en pacientes asiáticas".
Los síntomas de la señora Bhosale eran el escenario clínico típico: dolor mamario con una masa. Su condición se diagnosticó tras un muestreo de tejido y una biopsia para descartar otras afecciones graves como el cáncer de mama y ciertas enfermedades infecciosas, incluida la tuberculosis.
Ella contó: "La doctora Radhika señaló que mi VSG (velocidad de sedimentación globular) era de 81 mm/h. Significaba que tenía una inflamación significativa en mi cuerpo. Me dijo que para una persona sana debería estar por debajo de 20 mm/h. Mi sistema inmunológico estaba atacando mi cuerpo, provocando que crecieran bultos en mi pecho izquierdo."
En la MG, los bultos dentro del tejido mamario a menudo aparecen como una masa firme y dolorosa, a veces con enrojecimiento, hinchazón o cambios en la piel.
A la señora Bhosale le dieron dos opciones: comenzar terapia biológica o buscar tratamiento con medicina tradicional china, junto con medicación occidental, para llegar a la raíz del problema.
Ella eligió la segunda opción a pesar de ser un proceso largo.
"Pero no pude continuar (con el tratamiento) porque una mañana me desperté y encontré las sábanas empapadas de sangre. Sangre y pus salían de mi pecho izquierdo. Llamé a la doctora Radhika, quien me operó bastante rápido porque temía que pudiera haber una infección", dijo la señora Bhosale.
Le extirparon varios bultos de su pecho izquierdo.
Durante dos meses, tuvo que "llevar" puesta una máquina de vacío que ayudaba a eliminar líquido, reducir la hinchazón y promover la curación.
La doctora Radhika dijo que la MG puede durar entre cuatro meses y dos años en promedio.
"De repente deja de estar activa, y la paciente queda libre de la enfermedad, sin necesidad de más tratamiento", explicó.
Sin embargo, la MG puede reaparecer en algunos pacientes, incluso después de la cirugía.
La señora Bhosale dijo sentirse decepcionada cuando le dijeron que "es una condición crónica y episódica".
"Me dijeron que la cirugía solo eliminó los tejidos afectados, pero no la causa subyacente", comentó.
Aún así, señaló que "las tasas de recurrencia varían".
La señora Bhosale también está viendo a una reumatóloga, la doctora Sheila Vasoo, por sus problemas autoinmunes.
Además de tomar medicamentos antiinflamatorios, incluidos analgésicos, también ha cambiado su dieta.
"Ya no como alimentos ultraprocesados o fritos. También evito el trigo y el gluten; ahora solo como alimentos frescos y frutas con alto contenido de antioxidantes", afirmó.
La doctora Radhika dijo que una dieta saludable parece jugar un papel en mantener la MG a raya. Se sabe que los alimentos ultraprocesados, los azúcares y la comida grasienta desencadenan inflamación.
Además de los cambios en la dieta, la señora Bhosale también ha tenido que hacer ajustes en su vida diaria.
"Ya no puedo cargar a mis hijos o abrazarlos con fuerza. Ellos saben que no deben correr hacia mamá o jugar brusco conmigo porque me lastimaría", dijo.
"También, la intimidad con mi esposo ya no es la misma, pues él tiene cuidado de no hacerme daño", añadió.
Aunque sabe que la MG podría volver, la señora Bhosale dijo estar agradecida por este período en el que no hay tanto dolor, malestar o hinchazón.
"Espero que este período sea largo para que mi vida con la familia pueda volver a la normalidad", concluyó.