España se prepara para su sorteo masivo de la Lotería de Navidad y sus queridas tradiciones.
Crédito de la foto: RTVE Play / YouTube
¿Te has preguntado alguna vez qué impulsa la obsesión española por el Sorteo Extraordinario de Navidad? En España, sabrás que la Navidad se acerca cuando un avión Cessna sobrevuele las playas de Fuengirola arrastrando una pancarta que anuncia que ya están a la venta los décimos de la Lotería Nacional de Navidad; ¡sí, en agosto!
Sabrás que la temporada navideña ha comenzado de verdad en España cuando tenga lugar el sorteo de la Lotería de Navidad el lunes 22 de diciembre. Tradicionalmente, se invita a los niños del Colegio de San Ildefonso de Madrid a un estudio de televisión para cantar los números premiados. Esto se transmite en directo por televisión y radio nacionales y se oye resonando en hogares, bares y cafeterías durante toda la mañana. Los décimos son comparativamente caros (20 euros) y las posibles ganancias raramente cambian la vida. Entonces, ¿a qué se debe el entusiasmo de los españoles por este sorteo, que lo convierte en la lotería más popular del año?
¿Cómo funciona la Lotería de Navidad en España?
Durante meses, las participaciones de la lotería se han vendido en bares, tiendas e incluso estaciones de servicio de todo el país. Muchos españoles se sienten compelidos a comprar una en su panadería local, su cafetería favorita o cualquier establecimiento que frecuenten habitualmente. Dichos establecimientos exhiben luego con orgullo una versión ampliada de su billete, intentando animar a la clientela a participar.
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La Lotería de Navidad española es la mayor del mundo por el número total de premios. Los billetes tienen impreso un número de cinco cifras (del 00000 al 99999). Un billete entero cuesta 200 euros, pero la mayoría de la gente compra un “décimo” (una décima parte) por 20 euros.
Estos son algunos ejemplos de décimos típicos:
Cada número se imprime en muchas series (198 en 2025), por lo que los grandes premios se reparten ampliamente; a menudo, pueblos enteros o familias celebran juntos, habiendo pagado partes iguales y repartiéndose el premio de forma equitativa si el número resulta agraciado. Si, por ejemplo, se gana el primer premio de 4 millones de euros y diez personas han aportado 20 euros cada una, entonces cada una ganará 400.000 euros. Si participan más de 10 personas, cada titular de una participación recibirá una ganancia proporcional a su aportación inicial. Es una divertida tradición nacional llena de esperanza, emoción y el auténtico espíritu de la Navidad española. Además, el Estado retiene un 20% en concepto de impuestos sobre las ganancias. Pero eso no es todo.
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Por ejemplo, en 2011, todo el pueblo de Sodeto, en la provincia de Huesca, compró colectivamente un décimo que se repartió entre todos los vecinos, excepto uno: Costas Mitsotakis, un cineasta griego que no estaba en casa cuando los vecinos pasaron para preguntarle si quería participar en el billete colectivo de la lotería del pueblo. En aquella ocasión, el billete resultó ser el del primer premio, y el pobre Costas fue el único vecino que no recibió nada.
Y así es: la verdadera razón por la que muchos españoles se aseguran de comprar una “participación” en su bar, su panadería, su oficina y todos los lugares que frecuentan es, muy a menudo, el miedo a ser el único que no gana. ¡Todo el mundo celebra su premio, menos tú! Además, la sensación de solidaridad comunitaria festiva cuenta mucho.