BBC
No existe cifras oficiales sobre cuantos soldados ucranianos han muerto por suicidio.
Este artículo contiene detalles angustiosos y referencias al suicidio. Algunos nombres fueron cambiados para proteger identidades.
A Kateryna se le llena los ojos de lágrimas al hablar de su hijo, Orest. Su voz tiembla de rabia al explicar cómo se enteró de que él había muerto en la línea del frente en la región de Donetsk, este de Ucrania, en 2023.
Según la investigación oficial del ejército, murió por una "herida autoinfligida", algo que a Kateryna le cuesta mucho creer.
Kateryna ha pedido permanecer en el anonimato, junto con el nombre de su hijo fallecido, debido al estigma que rodea al suicidio y la salud mental en Ucrania.
Orest era un joven tranquilo de 25 años que amaba los libros y soñaba con una carrera académica. Su mala visión hizo que inicialmente no fuera apto para el servicio al comienzo de la guerra, dice su madre.
Pero en 2023, una patrulla de reclutamiento lo paró en la calle. Revaluaron su vista y fue declarado apto para combatir. Poco después, fue enviado al frente como especialista en comunicaciones.
EPA
El ejército ucraniano a lo largo del frente cerca de Chasiv Yar, en Donetsk.
Mientras Ucrania llora colectivamente la pérdida de más de 45.000 soldados muertos desde la invasión a gran escala de Rusia en 2022, una tragedia más silenciosa se desarrolla en la sombra.
No hay estadísticas oficiales sobre el suicidio entre soldados. Las autoridades los describen como incidentes aislados. Sin embargo, defensores de derechos humanos y familias en duelo creen que pueden ser cientos.
"Orest fue atrapado, no convocado", dice Kateryna con amargura.
El centro de reclutamiento local negó cualquier irregularidad a la BBC, diciendo que la visión deficiente de Orest lo hacía "parcialmente apto" durante la guerra.
Una vez desplegado cerca de Chasiv Yar en Donetsk, Orest se volvió cada vez más reservado y deprimido, recuerda Kateryna.
Ella aún le escribe cartas a su hijo todos los días -650 y contando-. Su dolor es mayor por cómo Ucrania clasifica el suicidio como una pérdida no combatiente. Las familias de quienes quitan su propia vida no reciben compensación, honores militares ni reconocimiento público.
"En Ucrania, es como si nos hubieran dividido", dice Kateryna. "Unos murieron de la forma correcta, y otros murieron de la forma equivocada".
"El estado se llevó a mi hijo, lo mandó a la guerra, y me devolvió un cuerpo en una bolsa. Eso es todo. Ninguna ayuda, ninguna verdad, nada."
Reuters
Un funeral con honores militares celebrado en Lviv por un soldado muerto en combate.
Para Mariyana, de Kyiv, la historia es desgarradoramente similar. Ella también desea mantener en secreto su identidad y la de su difunto esposo.
Su esposo Anatoliy se ofreció como voluntario para luchar en 2022. Inicialmente fue rechazado por su falta de experiencia militar, pero "siguió insistiendo hasta que lo aceptaron", dice ella con una leve sonrisa.
Anatoliy fue desplegado como ametrallador cerca de Bakhmut, una de las batallas más sangrientas de la guerra.
"Él contaba que, después de una misión, murieron como 50 muchachos", recuerda Mariyana. "Regresó diferente; callado; distante."
Tras perder parte de su brazo, Anatoliy fue enviado al hospital. Una tarde, después de una llamada con su esposa, se quitó la vida en el patio del hospital.
"La guerra lo quebró", dice entre lágrimas. "No podía vivir con lo que había visto."
Como Anatoliy murió por suicidio, las autoridades le negaron un entierro militar.
"Cuando estuvo en la línea del frente, fue útil. ¿Pero ahora no es un héroe?"
Mariyana se siente traicionada: "El estado me tiró a la orilla del camino. Yo les di a mi esposo, y ellos me dejaron sola sin nada."
También ha sentido el estigma de otras viudas.
Su única fuente de apoyo es una comunidad en línea de mujeres como ella – viudas de soldados que se quitaron la vida.
Ellas quieren que el gobierno cambie la ley, para que sus familias en duelo tengan los mismos derechos y reconocimiento.
Viktoria, a quien conocimos en Lviv, aún no puede hablar públicamente sobre la muerte de su esposo por miedo al rechazo.
Su esposo Andriy tenía una condición cardíaca congénita, pero insistió en unirse al ejército. Se volvió conductor en una unidad de reconocimiento y presenció algunas de las batallas más intensas, incluida la liberación de Kherson.
En junio de 2023, Viktoria recibió una llamada diciéndole que Andriy se había suicidado.
"Fue como si el mundo se derrumbara", dice.
Su cuerpo llegó 10 días después, pero le dijeron que no podía verlo.
Un abogado que contrató después encontró inconsistencias en la investigación de su muerte. Las fotos de la escena le hicieron dudar de la versión oficial. El ejército ucraniano ha acordado reabrir la investigación, reconociendo fallas.
Ahora ella lucha por reabrir el caso: "Lucho por su nombre. Él ya no puede defenderse. Mi guerra no ha terminado."
Oksana Borkun dirige una comunidad de apoyo para viudas de militares.
Su organización ahora incluye alrededor de 200 familias en duelo por suicidio.
"Si es suicidio, entonces no es un héroe – eso es lo que piensa la gente", dice. "Algunas iglesias se niegan a hacer funerales. Algunos pueblos no ponen sus fotos en los muros conmemorativos."
Muchas de estas familias dudan de las explicaciones oficiales de la muerte. "Algunos casos simplemente se cierran demasiado rápido", agrega. "Y algunas madres abren el ataúd y encuentran cuerpos cubiertos de moretones."
El capellán militar Padre Borys Kutovyi dice que ha visto al menos tres suicidios en su mando desde que comenzó la invasión a gran escala. Pero para él, incluso uno es demasiado.
"Cada suicidio significa que fallamos en algún lugar."
Él cree que muchos soldados reclutados, a diferencia de los militares de carrera, son especialmente vulnerables psicológicamente.
Tanto Osksana como el Padre Borys dicen que quienes murieron por suicidio deberían ser considerados héroes.
Olha Reshetylova, Comisionada para los Derechos de los Veteranos de Ucrania, quiere reformas al sistema actual.
Olha Reshetylova, Comisionada para los Derechos de los Veteranos de Ucrania, dice que recibe reportes de hasta cuatro suicidios militares cada mes y admite que no se hace lo suficiente: "Han visto el infierno. Hasta las mentes más fuertes pueden quebrarse."
Dice que su oficina impulsa una reforma sistémica, pero puede tomar años establecer una buena unidad de psicología militar.
"Las familias tienen derecho a la verdad", afirma. "No confían en los investigadores. En algunos casos, los suicidios pueden encubrir asesinatos."
En cuanto a honrar a estos soldados como héroes militares, ella prefiere mirar al futuro.
"Estas personas eran tus vecinos, tus colegas", dice la Sra. Reshetylova. "Han caminado por el infierno. Mientras más cálidamente los recibamos, habrá menos tragedias."
