Vanessa Buschschlüter
Editora para América Latina, BBC News Online
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El presidente de EE.UU., Trump, firmó una orden ejecutiva que clasifica al fentanilo como "arma de destrucción masiva".
Estados Unidos ha designado a una conocida organización narcotraficante de Colombia como grupo terrorista. El Departamento del Tesoro de EE.UU. agregó al grupo, conocido como Clan del Golfo, a su lista de Organizaciones Terroristas Extranjeras (OTE).
Esta designación llegó pocas horas después de que el presidente Donald Trump firmara una orden ejecutiva que clasifica la droga fentanilo como "arma de destrucción masiva". Las dos medidas se ven como una intensificación en la guerra contra las drogas de la administración Trump, que también ha realizado más de 20 ataques letales contra barcos sospechosos de transportar drogas en el Caribe y el Pacífico.
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El líder del Clan del Golfo, Dairo Úsuga, fue arrestado en 2021, pero la banda continuó bajo el mando de un hombre conocido como Chiquito Malo.
Más de 90 personas murieron en los ataques a los barcos, lo que algunos expertos legales dicen que viola la ley. El Clan del Golfo es el último grupo criminal latinoamericano en ser agregado a la lista de OTE del Tesoro de EE.UU.
El grupo lleva décadas involucrado en actividades criminales, principalmente traficando cocaína desde Colombia –el mayor productor de esta droga– hacia destinos en EE.UU. y Europa. Pero el Clan del Golfo, con base en la región norteña de Urabá en Colombia, también juega un papel clave en el contrabando de migrantes a través del Tapón del Darién, la extensa selva que conecta Colombia con Panamá.
En un comunicado anunciando su designación como OTE, el Secretario de Estado Marco Rubio dijo que el grupo también está detrás de ataques terroristas contra funcionarios públicos, fuerzas del orden y militares, y civiles en Colombia. Se estima que tiene miles de miembros y se cree que es la banda traficante de cocaína más grande que opera actualmente en Colombia.
Se une a otros tres grupos criminales colombianos en la lista de OTE: la guerrilla izquierdista Ejército de Liberación Nacional (ELN), y dos grupos que se separaron de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) cuando esta firmó un acuerdo de paz con el gobierno colombiano en 2016.
La designación del Clan del Golfo como OTE por parte de EE.UU. llega menos de quince días después de que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, firmara un acuerdo histórico con el grupo criminal con el objetivo de llevar paz a las zonas bajo su control.
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Un negociador del Clan del Golfo llegó a un acuerdo con el gobierno colombiano en Doha hace menos de dos semanas.
Petro hizo campaña con la promesa de llevar "paz total" al país sudamericano, que ha sufrido décadas de violencia de cárteles y guerrillas. Pero más de tres años después de asumir el cargo, las conversaciones con la mayoría de los grupos armados del país se han estancado o colapsado por completo.
El anuncio a principios de este mes de que funcionarios del gobierno colombiano habían llegado a un acuerdo con el Clan del Golfo para que el grupo comenzara a dar pasos hacia la dejación de armas fue una victoria para Petro. Parte de ese trato incluía el entendido de que los miembros del Clan del Golfo no enfrentarían extradición a la ONU.
Que EE.UU. designe al Clan del Golfo como OTE probablemente complique las conversaciones que el gobierno colombiano estaba teniendo con el grupo. Petro aún no ha reaccionado a la medida, pero las relaciones entre el líder colombiano y la administración Trump han sido tensas.
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El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha denunciado los ataques de EE.UU. contra presuntas embarcaciones con drogas.
Petro ha calificado como "asesinato" los ataques letales que EE.UU. ha realizado contra barcos presuntamente narcotraficantes en el Pacífico. A su vez, Rubio ha tildado públicamente al presidente colombiano de "lunático".
El efecto inmediato de la designación como OTE es que EE.UU. tendrá más poderes para castigar al grupo. Cualquier activo que el Clan del Golfo pueda tener en instituciones financieras estadounidenses será congelado, y las personas –incluso ciudadanos de EE.UU.– que provean "apoyo material" a sabiendas al grupo pueden ser procesadas.
La medida llema en un momento de alta tensión en la región, con Trump advirtiendo repetidamente que los "ataques en tierra" contra "narcoterroristas" podrían seguir pronto a los realizados contra presuntos barcos narcotraficantes en el mar. Hasta ahora, Trump se ha centrado principalmente en el presidente venezolano Nicolás Maduro, a quien acusa de liderar otro grupo que EE.UU. ha designado como OTE: el Cártel de los Soles.
Pero preguntado por periodistas sobre sus planes para Venezuela el viernes, no solo volvió a invocar la posibilidad de atacar a narcotraficantes en tierra, sino que también pareció insinuar la posibilidad de hacerlo en Colombia. "Colombia tiene al menos tres fábricas de cocaína. Ese es un país diferente", dijo. Y luego añadió: "Pero no son solo ataques en tierra en Venezuela, son ataques en tierra contra gente horrible que trae drogas y mata a nuestra gente".
Trump ha argumentado que los ataques a los presuntos barcos narcotraficantes salvan vidas estadounidenses al impedir que el potente opioide fentanilo llegue a EE.UU. El abuso de fentanilo ha desatado una de las peores emergencias de salud pública en EE.UU., con más de 110,000 muertes relacionadas con drogas en 2023.
Aunque el número de sobredosis mortales por drogas bajó un 25% en 2024, abordar esta crisis sigue siendo una de las prioridades de Trump. Trump ha dicho que cada ataque a un barco narcotraficante "salva 25,000 vidas americanas", pero funcionarios de EE.UU. no han proporcionado pruebas de que alguno de los barcos atacados llevara fentanilo, que es 50 veces más potente que la heroína y mucho más letal que la cocaína.
Expertos en contra-narcóticos han señalado que ni Colombia ni Venezuela producen fentanilo y han cuestionado el enfoque de la administración Trump en esos países. La orden ejecutiva que Trump firmó el lunes clasificando al fentanilo como "arma de destrucción masiva" sugiere que podría estar adoptando un enfoque doble: continuar atacando barcos sospechosos de llevar cocaína y ampliar los poderes de su administración para combatir el contrabando de fentanilo.
Sin embargo, la medida ha sido criticada por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum. La líder mexicana insistió en que se deben abordar las causas del consumo de drogas. Añadió que el fentanilo también se usa legalmente en hospitales para aliviar el dolor y cuestionó cuáles serían los efectos no deseados de clasificar al fentanilo como arma de destrucción masiva.
