Las series más populares en las plataformas de *streaming* mostraron una disminución notable en la diversidad cultural, tanto detrás como delante de las cámaras el año pasado, según concluye un nuevo estudio de la Universidad de California en Los Ángeles, mientras los programas de inclusión de Hollywood perdían fuerza.
La última edición del informe Hollywood Diversity, publicado el martes, encontró que, de las 250 series actuales y de catálogo más vistas en 2024, más del 91.7% fueron creadas por una persona blanca. Los hombres blancos representaron el 79% de todos los creadores, lo que supone un aumento respecto al año anterior. La diversidad también retrocedió entre los actores, con un 80% de los papeles interpretados por blancos.
En contraste, casi todas las demás razas y etnias estuvieron subrepresentadas como protagonistas en las principales series o como creadores: de las 222 series analizadas, solo 49 fueron hechas por mujeres, y los creadores de color representaron apenas el 8%. El informe halló en general menos oportunidades para actrices y personas de color delante de la cámara, a pesar de que los hogares minoritarios y el público femenino impulsan las audiencias de las series más exitosas.
Esto indica un fuerte retroceso respecto a los avances logrados tras las protestas nacionales de Black Lives Matter en 2020 por el asesinato de George Floyd. Ese año, muchas empresas de *streaming*, así como cadenas de televisión, establecieron programas para aumentar la diversidad o invirtieron en proyectos con o sobre más personas de color, especialmente negros.
Esos esfuerzos fueron *mayormente* abandonados tras la reelección de Donald Trump y los intentos legales de su administración para castigar los llamados programas de DEI (diversidad, equidad e inclusión). Disney, Amazon, Paramount y Warner Bros estuvieron entre las empresas que discontinuaron sus programas de DEI en el último año.
“Lamentablemente, esto no fue inesperado, especialmente con los resultados electorales de 2024”, escribió Darnell Hunt, vicecanciller ejecutivo de UCLA, en el informe.
Hunt, cofundador del estudio, añadió: “Cuando cierras la puerta a la diversidad, cierras oportunidades para más perspectivas, colaboración y crecimiento. Sin vigilancia y presión, la industria seguirá invirtiendo menos en estos creadores e historias, en perjuicio de sus propios resultados”.
Sin embargo, a pesar del continuo retroceso en la diversidad detrás de cámara, el estudio encontró que las historias de grupos subrepresentados –sin importar el género del protagonista– aumentaron en 2024. Citó series con protagonistas masculinos, como *Ted Lasso* de Apple y *The Penguin* de HBO, que dedicaron ricas subtramas a personajes femeninos.
“Aunque la diversidad general baja, vemos que las historias aún están ahí”, dijo el coautor Nico García, candidato doctoral. “Cuando hay historias buenas y con las que la gente se identifica, la audiencia mira sin importar quién sea el protagonista.”
El estudio señaló que este tipo de tramas, especialmente las centradas en mujeres, generaron mayor interacción en redes sociales, con ejemplos como *House of the Dragon* de HBO y *Bridgerton* de Netflix.
“Si una serie presenta una historia subrepresentada, como una centrada en mujeres, la mediana de interacciones en redes sociales fue más de cinco veces mayor que en las series sin ella”, dijo el coautor Michael Tran, sociólogo.
La puja controvertida entre Netflix, Paramount y otros por la compra de Warner Bros, propietaria de HBO y otras valiosas propiedades intelectuales, genera más dudas sobre el futuro de los esfuerzos por la diversidad en Hollywood. Numerosos gremios y expertos antimonopolio afirman que una fusión entre dos grandes compañías, especialmente Netflix y Warner Bros, dañaría la competencia creativa.
En un comunicado criticando la propuesta de Netflix de comprar el histórico estudio la semana pasada, los sindicatos de guionistas de Este y Oeste advirtieron: “Que la mayor empresa de *streaming* se trague a uno de sus mayores competidores es justo lo que las leyes antimonopolio buscan evitar. El resultado eliminaría empleos, reduciría salarios y empeoraría las condiciones para todos los trabajadores del entretenimiento”.
