El documental de Raoul Peck, *Orwell: 2+2=5*, utiliza las potentes palabras de George Orwell como un arma para combatir el creciente autoritarismo de nuestra era digital. Estrenado en el Festival Internacional de Cine de Toronto en septiembre de 2025 y nominado a siete premios Critics Choice, esta obra no solo cuenta la historia de Orwell. Es una cruda y emocional mezcla de sus advertencias, combinando su vida con un agudo collage de los horrores actuales.
Peck, el director nominado al Óscar por *I Am Not Your Negro*, convierte los ensayos y diarios de Orwell en un espejo del mundo actual. Muestra cómo el capitalismo de vigilancia, las mentiras políticas y la pérdida de la verdad están conectados. Con una duración de 100 minutos, es intenso y te deja con una sensación de paranoia, mirando tu teléfono con otros ojos. Si alguna vez te preguntaste cómo *1984* pasó de ser ficción a una profecía aterradora, esta película es tu llamada de atención.
El film brilla especialmente al enfocarse en la juventud de Orwell, particularmente su época en Birmania, donde desarrolló su feroz oposición al totalitarismo. Usando fotografías en blanco y negro y lecturas de su diario, Peck muestra su frágil salud antes de convertirse en el icono que conocemos. La segunda parte se vuelve más intensa, trazando paralelismos claros entre sus advertencias y titulares actuales: las falsas armas de destrucción masiva de Irak, el asalto al Capitolio y la manipulación en redes sociales. Vemos cómo gobiernos y corporaciones usan eufemismos para ocultar realidades brutales, sin tapujos al comparar mítines políticos con el culto al Gran Hermano.
La narración de Damian Lewis es fantástica, dando una urgencia poderosa a las palabras de Orwell. Su voz áspera hace que frases como “El propio concepto de verdad objetiva está desapareciendo del mundo” impacten profundamente. Sin embargo, a veces el documental puede sentirse un poco sermoneador. Peck, activista haitiano con una perspectiva de izquierdas, enfoca principalmente en líderes y corporaciones de derecha, con menos atención a tendencias autoritarias en otros contextos. Algunos críticos señalan que selecciona momentos de manera algo tendenciosa, lo que puede parecer propagandístico.
Al final, *Orwell: 2+2=5* no es perfecto. Es caótico, urgente y lleno de emoción cruda, al igual que el propio Orwell. Con un 85% en Rotten Tomatoes y buenas críticas, se ha ganado su lugar en las conversaciones de premios por negarse a callar. Peck no da respuestas fáciles, solo la verdad descarnada de que si aceptamos que 2+2 pueden ser 5, ¿quién controla realmente los hilos? En tiempos donde la verdad es más frágil que nunca, este documental es más que una película: es una obligación verla.
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