El primer ministro de Nueva Gales del Sur ha rechazado firmemente las críticas a la respuesta policial ante el ataque en un festival judío en la playa de Bondi, diciendo que los agentes actuaron con “valentía e integridad”.
Algunos testigos sugirieron que la policía fue demasiado lenta en desarmar a los dos tiradores, que mataron a 15 personas e hirieron a docenas en un evento por Janucá en la playa más famosa de Australia.
“Hay dos oficiales en cuidados intensivos… en este momento,” dijo Chris Minns tras preguntas persistentes de los periodistas. “No recibieron disparos por la espalda mientras huían. Fueron disparados de frente.”
También ha habido preguntas sobre si se proporcionó seguridad adecuada antes de que ocurriera el tiroteo.
“Disparan, disparan, cambian el cargador y siguen disparando,” declaró un testigo, Shmulik Scuri, el día del ataque, añadiendo que creía que los oficiales “se congelaron”.
Al ser preguntado sobre estas críticas, Minns dijo que las “conclusiones apresuradas” sobre la operación policial eran “una falta de respeto”.
“No dieron ni un paso atrás. Enfrentaron a los armados en la pasarela con pistolas. Los agresores tenían rifles de largo alcance,” afirmó Minns.
“Si hay alguna sugerencia de que la Policía de NSW no cumplió con sus responsabilidades hacia la gente de este estado, debe ser rechazada porque no se ajusta a los hechos.”
El Comisionado de Policía de NSW, Mal Lanyon, evitó preguntas sobre cuántos agentes fueron desplegados antes del evento. Dijo a los reporteros que la policía “patrulla regularmente esa zona, como hicimos ese día” y que la presencia policial se basaba “en la amenaza existente en ese momento”.
La agencia de seguridad australiana ha dicho que el tirador más joven del dúo padre-hijo, Naveed Akram, había llamado su atención en 2019 por sus asociaciones, pero no había nada que sugiriera que fuera un riesgo de violencia.
“De haber habido inteligencia sobre una amenaza concreta en ese lugar o para ese evento, podríamos haber tenido una respuesta policial diferente,” dijo el Comisionado Lanyon.
La Policía de NSW estableció la Operación Shelter tras el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 a Israel, para investigar crímenes de odio antisemitas. Como parte de la operación, se realizan patrullajes regulares en lugares de alto riesgo. Los suburbios del este de Sídney, incluido Bondi, con una población judía significativa, son un foco clave.
Otro grupo de trabajo, la Fuerza de Tarea Pearl, fue creado después para investigar crímenes de odio en Sídney.
La policía recibió reportes de disparos en un parque de Bondi Beach a las 18:47 del domingo. Los atacantes llevaron a cabo una tiroteo que duró unos diez minutos hasta que la policía abatió a ambos hombres, matando a uno e hiriendo de gravedad al otro.
El Dr. Vincent Hurley, expolicía que da clases sobre policía en la Universidad Macquarie, dijo a la BBC que es “poco realista” esperar que la policía sepa cómo reaccionar a cada escenario posible.
“Para responder a un tiroteo masivo y un evento de matanza así, no hay entrenamiento que se pueda hacer.”
Señaló que los policías al principio dependían de llamadas a los operadores de emergencia “y cada persona les habría dado una versión diferente.”
“Luego tienen que abrirse paso por el tráfico en Bondi Beach, que es una pesadilla en el mejor de los casos.”
En la escena, la policía se habría encontrado con “un caos absoluto” mientras miles de personas intentaban huir.
Cada oficial también se habría enfrentado a decisiones difíciles, como si detenerse a ayudar a los heridos o ir a buscar a los tiradores, decisiones para las que no hay un protocolo.
E incluso una vez identificados los agresores, el riesgo de herir a transeúntes en el fuego cruzado habría complicado la respuesta.
“No habría forma, como policía, de que hubiera sacado mi arma por todos los inocentes presentes,” añadió. “No es lo que se ve en Netflix.”