Nacida y criada en Cleveland, Ohio, el camino de Angela Ledyard hacia la fotografía comenzó en su infancia, inspirada por la pasión de sus abuelos por capturar los momentos de la vida. Recuerda con claridad cuando le pidió a su abuelo que le enseñara a usar su cámara—una experiencia que encendió un amor por la fotografía que duraría toda su vida.
A lo largo de los años, Angela ha explorado diversos géneros fotográficos, desde retratos hasta bodas, pero su corazón siempre se ha sentido atraído por el mundo natural. “Para entender verdaderamente la naturaleza, tiene que haber una conexión”, comparte Angela. “Me encanta estar al aire libre. ¿Cómo más puedes apreciar de verdad la naturaleza? Estar fuera me trae paz, alegría y una sensación de presencia.”
Hoy, Angela es una fotógrafa de exteriores especializada en naturaleza, paisajes, aves y vida salvaje. Su trabajo la ha llevado a través de Estados Unidos—incluyendo Alaska y Puerto Rico—y también internacionalmente a Canadá, México, Perú, Costa Rica y España. Recientemente, completó un viaje en coche en solitario de 27 días recorriendo 3.644 millas, enfocado en la fotografía de paisaje y naturaleza. Su pasión por el aire libre va más allá de la fotografía y se extiende a su vida diaria como excursionista, yogui, viajera, ciclista y kayakista.
¿Cómo comenzó tu camino en la fotografía y cuales fueron tus primeras inspiraciones?
Mi camino en la fotografía comenzó en la infancia, inspirada por el amor de mis abuelos por documentar la vida cotidiana. A mi abuelo le gustaba fotografiar a mi abuela. Un día, le pedí que me enseñara a tomarle una foto. Ese momento encendió no solo mi amor por la fotografía, sino también una comprensión temprana de que las imágenes contienen memoria, conexión y responsabilidad—algo que sigue guiando cómo fotografío el mundo hoy.
¿Qué te gustaría que más gente comprendiera sobre la fotografía?
Me gustaria que más gente entendiera que la fotografía es profundamente personal y conlleva una responsabilidad. Es el fotógrafo usando la cámara como medio para capturar lo que llama su atención y moldea su perspectiva. Los “me gusta” en redes sociales no deberían dictar el estilo o la dirección creativa de un fotógrafo. La fotografía es una forma de arte, y cuando todos persiguen las mismas tendencias visuales, perdemos autenticidad—y con ella, narrativas significativas. Las perspectivas individuales importan, especialmente cuando las imágenes tienen el poder de influir en cómo la gente ve, valora y protege el mundo que les rodea.
Al principio de tu carrera capturaste eventos importantes como graduaciones y bodas. ¿Cómo fue esa experiencia y qué es lo que más disfrutaste?
Esas experiencias eran rápidas, desafiantes y muy exigentes. A menudo tenía que moverme en espacios llenos y competir con los invitados para capturar momentos significativos. Lo que más disfrutaba era ver a los clientes reconectarse con momentos importantes a través de sus imágenes, reforzando como la fotografía puede preservar experiencias mucho después de que hayan pasado.
Te llamas a ti misma ‘hiketógrafa’, y tu trabajo actual se enfoca a menudo en naturaleza, paisajes y vida salvaje. ¿Por qué te resultan tan inspiradores los entornos naturales?
La naturaleza es una de las maestras más poderosas. Nunca hay dos momentos al aire libre que sean iguales—la luz cambia, los patrones del tiempo varían, e incluso los detalles más pequeños en un paisaje o ecosistema evolucionan constantemente. Cuanto más tiempo paso fuera, más reconozco lo frágil e interconectado que está todo.
La fotografía de vida salvaje, en particular, refuerza la importancia del respeto y la conservación. La vida salvaje es impredecible y nunca debe tratarse como entretenimiento o algo pensado para acomodar la presencia humana. Los animales no son personajes de Disney. Observar desde la distancia, minimizar la interrupción y permitir que la vida salvaje exista en sus propios términos es esencial. Esos momentos—cuando la naturaleza se desarrolla sin interferencia—son los que me inspiran y refuerzan por qué la conservación y las prácticas fotográficas éticas importan.
Tus fotos ayudan a los espectadores a conectarse de manera íntima con especies sobre las que pueden saber poco—ya sean ballenas jorobadas, osos negros o moscas grulla. ¿Qué esperas que la gente llegue a comprender más profundamente sobre otras especies a través de tu trabajo?
Espero que mi trabajo fomente la curiosidad y una comprensión más profunda. Una imagen puede despertar interés, pero aprender sobre una especie—su comportamiento, hábitat y desafíos—es donde comienza la verdadera conexión. Muchas especies están experimentando declives en su población debido a cambios ambientales y al impacto humano, a menudo sin ser notados o malentendidos. Al crear espacio para la conciencia, espero que los espectadores comiencen a ver la vida salvaje no como sujetos para consumir, sino como seres vivos que merecen respeto, protección y una coexistencia considerada.
Como cofundadora de Black Female Landscape and Nature Photographers, ¿qué impacto esperas que tenga tu trabajo comunitario en el mundo de la fotografía en general?
Espero que mi trabajo comunitario amplíe la representación y transforme las narrativas dentro de la fotografía de exteriores. Las mujeres negras sí existimos detrás del lente en este género, y nuestras perspectivas importan. Al crear visibilidad, apoyo y conocimiento compartido, el objetivo no es solo la inclusión sino el impacto a largo plazo. Quiero desafiar narrativas arraigadas y expandir quién es visto, valorado y celebrado en este género.
