La hija de una de las víctimas del ataque terrorista del domingo en Bondi Beach dijo a CBS News este lunes que su padre fue “asesinado a tiros por ser judío”, y que ahora cree que Australia no es un hogar seguro para el pueblo judío.
Sheina Gutnick contó que su padre, Reuven Morrison, un miembro de 62 años de la comunidad judía ultraortodoxa en Australia nacido en la Unión Soviética, fue asesinado mientras intentaba detener a uno de los dos tiradores durante el tiroteo masivo del domingo, el cual las autoridades australianas han calificado como un atentado terrorista antisemita.
“Por lo que sé y entiendo, él se levantó inmediatamente cuando comenzaron los disparos. Logró lanzar ladrillos contra el terrorista”, relató Gutnick a CBS News en Bondi el lunes, refiriéndose al intento de detener a uno de los atacantes que quedó grabado en cámara durante el ataque del día anterior.
Ella dijo que era su padre quien se veía tratando de detener a uno de los agresores, después de que otro hombre, identificado luego como el vendedor de frutas Ahmed al Ahmed de 43 años, confrontó al sospechoso y le quitó un arma.
“Creo que después de que Ahmed logró quitarle el arma al terrorista, mi padre intentó desatascarla para tratar de disparar. Le estaba gritando al terrorista”, explicó. “Mi querido padre, Reuven Morrison, fue asesinado por ser judío en un evento de Hanukkah en Bondi Beach mientras protegía vidas, arriesgando la suya propia para salvar a los demás miembros de su comunidad judía.”
Un video dramático de redes sociales verificado por CBS News muestra a Morrison lanzando objetos hacia uno de los presuntos tiradores, después de que otro hombre, identificado por las autoridades australianas como Ahmed, lo derribó y lo desarmó.
Una foto familiar sin fecha, compartida con CBS News por Sheina Gutnick, la muestra junto a su padre, Reuven Morrison, de 62 años, quien estuvo entre las 15 personas asesinadas el 14 de diciembre de 2025 cuando dos hombres armados abrieron fuego contra una reunión judía en Bondi Beach, Australia.
Cortesía de Sheina Gutnick
Gutnick recordó el momento devastador en que supo que su padre había sido asesinado en el ataque.
“Mientras mi familia salía de un evento de Hanukkah en Melbourne, una amiga nos dio la noticia de que estaban disparando en Sídney. Inmediatamente sentí un vacío enorme en el estómago e intenté llamar a mi padre, quien no contestó el teléfono. Luego llamé a mi madre y escuché gritos. Ella gritaba que había un tirador activo”, dijo Gutnick. “La volví a llamar y ella gritaba que él estaba corriendo, que estaba corriendo, y luego que le habían disparado. Después de colgar y llamar varias veces más, mi madre gritaba pidiendo asistencia médica, una ambulancia, ayuda… luego dijo que le estaban dando oxígeno y colgó.”
Ella contó que logró comunicarse otra vez con su madre, “y ella gritaba que habían dejado de atenderlo y que lo habían cubierto con una sábana. Yo esperaba que, en su estado de histeria, solo estuviera confundida y que eso no fuera verdad.”
Gutnick dijo que cree que Australia ya no es un país seguro para la comunidad judía, y culpó al gobierno del país, acusando a los líderes de no hacer frente al aumento del antisemitismo.
La policía australiana “yacía en el suelo cubriéndose la cabeza, sin entrenamiento para esta masacre, sin preparación para lo que viene, sin preparación para lo que la comunidad judía le ha estado diciendo al gobierno australiano que es inevitable”, dijo Gutnick, sumando su voz a un coro de críticas tras un aumento documentado de ataques de odio dirigidos a los residentes judíos de Australia.
“Australia ya no es un hogar para los judíos. No puede serlo. Si nos matan por celebrar nuestra festividad religiosa de las luces, de orgullo, de celebrar quienes somos, y si no podemos hacer eso, Australia ya no es una casa para nosotros. No podemos estar aquí”, añadió.
Gutnick contó que Morrison había huido de la Unión Soviética hace cinco décadas para escapar de la persecución antisemita, y dijo que le queda una sensación de “traición” por la forma en que murió su padre.
“Él vino a Australia porque pensó que sería seguro aquí”, dijo. “Aquí es donde iba a formar una familia, donde iba a vivir una vida lejos de la persecución.”
“Y durante muchos años, lo logró —vivió una vida maravillosa y libre— hasta que Australia se volvió contra él.”
“Me siento traicionada por el gobierno. Creo que las señales venían desde hace mucho, mucho tiempo. Las alarmas estaban ahí, y el gobierno no hizo nada.”
“La comunidad judía está sufriendo hoy”, dijo el primer ministro australiano Anthony Albanese a los periodistas el lunes en un memorial en Bondi Beach. “Hoy, todos los australianos los abrazamos y decimos: estamos con ustedes. Haremos lo que sea necesario para acabar con el antisemitismo. Es una plaga, y la erradicaremos juntos.”
El primer ministro australiano Anthony Albanese visita el lugar del ataque a una celebración de una festividad judía en Bondi Beach, Sídney, Australia, el 15 de diciembre de 2025.
Flavio Brancaleone/REUTERS
Uno de los sospechosos, un padre y su hijo, fue abatido el domingo, y el más joven —que había sido investigado en 2019 por posibles vínculos con el extremismo pero se consideró que no representaba una amenaza— permanecía hospitalizado en coma el lunes, dijo Albanese.
“Las circunstancias de las personas pueden cambiar”, dijo a los periodistas antes de una reunión del gabinete el lunes. “Las personas pueden radicalizarse con el tiempo. Las licencias [de armas] no deberían ser perpetuas.”
“Estamos investigando a fondo los antecedentes de ambas personas.” En esta etapa, sabemos muy poco sobre ellos,” declaró el comisionado de Policía de Nueva Gales del Sur, Mal Lanyon, el lunes.
Gutnick dijo que recordará a su padre como un héroe que “cayó luchando”.
“Él agregó tanta luz al mundo. No existía en la Tierra un humano con el cual compararlo. Si hubo una forma en que él dejara este mundo, sería luchando contra un terrorista. No había otra forma en que lo hubieran arrebatado de nosotros,” afirmó Gutnick.
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