Esta semana, mientras los líderes del Partido Demócrata se reunían en Los Ángeles para sus encuentros invernales anuales, el ambiente, por primera vez desde hace mucho, era cálido.
El optimismo recorría los salones del hotel, tras una racha de victorias por doble dígito en las elecciones intermedias del mes pasado. Miembros del Comité Nacional Demócrata se agolpaban alrededor del gobernador de California, Gavin Newsom —un posible candidato presidencial— para hacerse selfies, y los grandes donantes están reapareciendo después de un periodo de hibernación. Conan O’Brien, Jane Fonda y Shonda Rhimes se unieron al gobernador de Illinois, JB Pritzker, para una importante reunión de donantes, según una invitación obtenida por POLITICO. Y funcionarios de Nebraska y Utah están entre los que han expresado interés en albergar la nueva mini-convención intermedia del partido el próximo año, de acuerdo con tres personas informadas de las conversaciones.
“El partido, en general, siente que ha recuperado la estabilidad”, dijo Newsom a los periodistas en Los Ángeles. “Y están ganando, y ganar soluciona muchos problemas”.
El presidente del DNC, Ken Martin, hizo referencia al cambio de ambiente en sus propias declaraciones del viernes: “Puedo decirles, la sensación en esta sala es muy diferente a la de hace unos meses”, afirmó.
Pero a pesar de toda la energía en la reunión invernal del DNC, los demócratas todavía se enfrentan a desafíos. Las finanzas del comité son, en el mejor de los casos, inestables, quedando muy por detrás de sus homólogos republicanos. El comité aún no ha publicado por completo su autopsia de 2024, mientras los demócratas siguen discutiendo las razones de la contundente derrota del partido el año pasado. Se avecina una batalla indirecta sobre el calendario de las primarias presidenciales, ya que varios estados continúan ejerciendo presión sobre los miembros del DNC en los márgenes de las reuniones de esta semana.
La exvicepresidenta Kamala Harris fue recibida calurosamente cuando se dirigió a la convención el viernes por la noche, pero su regreso al escenario nacional, recién salida de un lanzamiento de libro controvertido, también es un recordatorio de la respuesta fracturada del partido a sus grandes pérdidas en 2024, cuando Donald Trump la derrotó en todos los estados decisivos en su camino a la presidencia.
El viernes, Harris les dio una dosis de realidad a los miembros del DNC al ofrecer el diagnóstico más amplio hasta ahora de lo que ella ve como un sistema político estadounidense roto. “Debemos ser honestos: para muchos, el sueño americano se ha convertido más en un mito que en una realidad”, dijo.
Con mayor urgencia, el DNC enfrenta serios problemas financieros. En octubre, contrajo un préstamo de 15 millones de dólares, presentado por el partido como una inversión financiera en las elecciones de Nueva Jersey y Virginia, que los demócratas terminaron dominando. Aunque no es sin precedentes, fue una suma mayor y más temprana en el ciclo electoral de lo típico. El préstamo del comité también destaca claramente la ventaja monetaria de los republicanos: el Comité Nacional Republicano tiene 88 millones de dólares más en el banco si se tiene en cuenta la deuda, según los informes de noviembre de la Comisión Federal de Elecciones.
Y algunos miembros del partido todavía quieren respuestas del autodiagnóstico del comité sobre lo que salió mal en 2024.
El DNC aún no ha publicado su tan esperado informe postelectoral, después de haber dicho antes que no saldría antes de las elecciones de noviembre pasado. Hasta ahora solo han compartido hallazgos iniciales con los principales demócratas en la reunión nacional de finanzas del comité en octubre. Los hallazgos preliminares, que un asistente del DNC insistió en su momento que eran incompletos, criticaban a los demócratas por no invertir recursos lo suficientemente temprano, mientras ignoraban discutir la edad del expresidente Joe Biden. Pero algunos miembros del DNC buscan más respuestas.
“Es muy difícil que una organización se autocrítique, así que hay que mantener la presión para que lo hagan”, dijo Eric Croft, presidente del Partido Demócrata de Alaska. “Dijeron que lo harían. Vamos a asegurarnos de que lo hagan.”
Sin embargo, últimamente las cosas lucen mucho más alentadoras. Los demócratas se alegran por sus victorias por doble dígito en las carreras por la gubernatura de Nueva Jersey y Virginia el mes pasado, así como por una serie de otras elecciones intermedias y especiales en las que sus candidatos superaron sus márgenes de 2024. Incluso le negaron al GOP su supermayoría en el senado estatal de Misisipi. Las encuestas públicas sugieren que el viento está a su favor para las elecciones intermedias de 2026.
Miembros del DNC estiman que el impulso electoral ayudará a la recaudación de fondos.
“La gente está dispuesta a abrir sus billeteras ahora que se han dado cuenta por qué votaron”, dijo Manny Crespin, Jr., un miembro del comité de Nuevo México. “Ahora que se han dado cuenta de que realmente afecta a su economía, van a hacer todo lo posible para revertir eso.”
Una de las mayores decisiones que se avecinan para el DNC se desarrollará en un panel poco conocido pero poderoso, el Comité de Reglas y Estatutos, encargado de establecer el calendario de las primarias presidenciales de 2028. Los estados tienen hasta el 16 de enero para solicitar estar en la ventana inicial, pero las maniobras tras bambalinas para conseguir un lugar han continuado, dijeron en privado varios miembros del DNC.
“Todos los primeros estados están intentando sentar sus bases para que el comité los apoye”, dijo un operador demócrata que asistió a la reunión del DNC. “Hay una especie de guerra indirecta gestándose sobre esto.”