La semana pasada, mientras la administración Trump estaba inmersa en controversia por sus ataques militares ilegales cerca de Venezuela (entre muchas otras crisis), un empleado del Departamento de Seguridad Nacional – me imagino al peor gusano, satisfecho de sí mismo y lleno de odio – se puso a trabajar en la cuenta oficial de X. El memelord empleado por el estado publicó un video que mostraba a agentes de ICE arrestando personas en lo que parecía ser Chicago, celebrando la humillación y encarcelamiento de inmigrantes indocumentados como si fuera un logro patriótico. El video vil tomó prestado, como suelen hacer, de la cultura pop mainstream; en este caso, un verso viral de la canción Juno de Sabrina Carpenter – "Have you ever tried this one?" – sobreponiendo clips de agentes persiguiendo, derribando y esposando a personas, haciendo un guiño a todos los métodos en la caja de herramientas del terror de ICE.
Carpenter, como una estrella pop preeminente, quedó atrapada en una posición imposible. No decir nada, como hizo su amiga y colaboradora Taylor Swift semanas antes cuando la Casa Blanca usó su música en un video para promocionar a Trump, y riesgar parecer que condonas que la administración use tu arte para una campaña de terror doméstico; o intervenir, incluso para expresar honestamente tu total repugnancia, y arriesgarse a darle más atención a una propaganda detestable diseñada para provocar una respuesta.
Carpenter eligió lo segundo – "este video es malvado y repugnante", respondió la cantante al video en X. "No me involucren a mí ni a mi música para beneficiar su agenda inhumana" – lo cual, por sincero que crea que es ese sentimiento, y por refrescante que sea ver a una celebridad denunciar el fascismo sin rodeos, jugó justo a favor de la administración. Artículos de noticias, incluyendo uno escrito por mi, llevaron más espectadores al video original, más atención a los esfuerzos de propaganda de ICE, más leña a su fuego. Justo a tiempo, la Casa Blanca respondió con un comunicado oficial despreciando la respuesta de Carpenter y siguiendo difundiendo sus mentiras sobre las deportaciones de ICE, mientras aún referenciaba su ingeniosa letra: "Aquí un mensaje Short n’ Sweet para Sabrina Carpenter: no nos disculparemos por deportar peligrosos criminales ilegales, asesinos, violadores y pedófilos de nuestro país. Quien defienda a estos monstruos enfermos debe ser estúpido, ¿o es lento?" (Supongo que ya lo sabes, pero la mayoría de personas arrestadas por ICE nunca han sido acusadas de un crimen.)
Este ciclo de rage-bait con música pop ha estado pasando mucho últimamente, a velocidades cada vez más vertiginosas. Bajo el presidente de telerrealidad, el trabajo de un gestor de redes sociales de la administración parece ser publicar agitprop venenoso, y los memelords empleados han estado ocupados creando videos con música popular de internet, para disgusto de muchos artistas. Solo en los últimos meses, artistas como Olivia Rodrigo, Jess Glynne, Kenny Loggins, MGMT y Carpenter han objetado vocalmente el uso de su música por la administración. Es un patrón fácil de identificar y absolutamente mortificante, mejor resumido por SZA, cuya música también fue usada, en X: "Que la Casa Blanca haga rage bait a artistas para promo gratis es el COLMO de lo oscuro… inhumanidad + tácticas de shock… Malvado y Aburrido."
Malvado, aburrido y obvio, aunque aún vale la pena señalar qué está pasando exactamente. Esta es la administración del shitposter, construida por y para influencers, gobernada por la lógica de la interacción del mínimo común denominador – un ex-presentador de concursos y cómico autoproclamado como presidente, una ex-presentadora de Fox News como secretaria de defensa, podcasters como jefe del FBI y subfiscal general. La administración ni siquiera pretende lo contrario; en respuesta a una solicitud de comentarios de Variety sobre el video de TikTok con música de Swift, un oficial de la Casa Blanca respondió: "Hicimos este video porque sabíamos que medios de noticias falsas como Variety lo amplificarían sin aliento. Felicitaciones, les engañamos".
¿Cómo manejan esto los músicos? Es una situación sin ganancia, aunque no creo que sea inútil para artistas jóvenes, especialmente aquellos con fanáticos muy online como Carpenter, hablar directamente sobre el miedo, racismo, xenofobia y el deleite general con la violencia que la administración busca normalizar. Me encantaría ver a más seguir el ejemplo de cantantes como Zach Bryan, cuya letra anti-ICE provocó a la Casa Blanca, en lugar de quedar atrapados en un ciclo de reacción. Quizás la respuesta no sea el desenganche total, sino una evaluación clara de lo que esto es: un juego para ellos, que seguirán intentando jugar con cualquier artista del momento que encuentren. Como dijo Kaelan Dorr, miembro del equipo de comunicaciones de la Casa Blanca, en respuesta a la indignación por una foto ofensiva y denigrante de AI con estilo Ghibli sobre una detención de ICE: "Los arrestos continuarán. Los memes continuarán". Nuestro asco también, pero nuestra atención no tiene por qué.