La Unión Europea ha abierto una investigación contra Google por sus resúmenes de inteligencia artificial (IA) que aparecen en los resultados de búsqueda.
La Comisión Europea anunció que examinará si la empresa utilizó datos de sitios web para ofrecer este servicio y si dejó de dar una “compensación apropiada” a los editores.
También investigará cómo se pudieron usar videos de YouTube para mejorar sus sistemas de IA en general, y si los creadores de contenido tuvieron la opción de excluirse.
Un portavoz de Google declaró que la investigación “arriesga frenar la innovación en un mercado más competitivo que nunca”. Añadió que “los europeos merecen beneficiarse de las últimas tecnologías” y que seguirán colaborando con la industria de noticias y creativa en su transición a la era de la IA.
La investigación de la UE también cubrirá el “Modo IA” de Google, que da respuestas en un estilo conversacional con algunos enlaces a otras páginas. Esta función es adicional a su plataforma de búsqueda normal y ofrece una experiencia similar a la de sus rivales, como ChatGPT.
La introducción de los “AI Overview” generó preocupación por una posible reducción de visitas a los sitios web. Al haber menos clics, los sitios generan menos ingresos por publicidad. El *Daily Mail* informó que sus clics desde los resultados de Google cayeron un 50% tras la llegada de esta función.
La Comisión mostró preocupación porque ni los editores web ni los creadores en YouTube están siendo compensados o pueden optar por no usar su contenido para entrenar los modelos de IA de la compañía.
Ed Newton-Rex, del grupo Fairly Trained, dijo que es un “suicidio profesional” no publicar el trabajo en YouTube o en línea, ya que Google esencialmente pone como condición el poder usar tu trabajo para construir una IA que compite contigo. Para él, esta investigación llega en un momento crítico.
Rosa Curling, de la organización Foxglove, también acogió con beneplácito la medida. No obstante, advirtió que los peligros para el periodismo y la democracia son claros y presentes. Pidió una opción de exclusión urgente para los editores de noticias, “antes de que no quede nada cuando la Comisión esté lista para actuar”.
En el fondo, la investigación se centra en si Google usó el trabajo de otras personas publicado en línea para construir sus propias herramientas de IA, de las cuales puede obtener ganancias. Sus sistemas generativos pueden producir texto, imágenes y video en segundos.
Muchas empresas hacen esto ahora, entrenando sus sistemas con enormes volúmenes de contenido web. Los creativos temen que su trabajo haya formado la base de los productos de IA de las grandes tecnológicas, perjudicando sus derechos y medios de vida.
Teresa Ribera, vicepresidenta de la Comisión, afirmó que una sociedad libre depende de medios diversos y un panorama creativo vibrante. Reconoció los beneficios de la IA, pero subrayó que su crecimiento no debe afectar los valores de la UE.
Sin embargo, la aplicación de las estrictas normas digitales de la UE, que pueden acarrear multas millonarias, ha provocado indignación entre legisladores estadounidenses. La plataforma X de Elon Musk llegó a cerrar la cuenta de la Comisión en la red por colocar anuncios, después de que la UE le impusiera una multa de 120 millones de euros por sus verificaciones azules.
