El auge de los alquileres vacacionales y sus consecuencias. Crédito: Josemanuel / Creative Commons
Dos hombres acusados de presuntamente dirigir una estafa de alquiler vacacional en España se sentarán en el banquillo la próxima semana. Este caso arroja luz sobre las crecientes preocupaciones respecto a los anuncios fraudulentos en internet y las presiones del turismo de temporada alta en el mercado inmobiliario de la Costa Blanca.
El jueves 11 de diciembre —y continuando la vista el viernes 12—, la Sección 3 celebrará una sesión a las 10:00 horas para juzgar a dos hombres acusados de haber engañado a varias personas mediante supuestas ofertas de alquiler vacacional en Calpe. La causa investiga una presunta estafa con inmuebles anunciados durante los meses de verano, de alta demanda.
Detalles de la acusación
Según la Fiscalía, los hechos habrían ocurrido entre abril y agosto de 2020, cuando los acusados publicaron ofertas de alquiler en diversas plataformas digitales. Solicitaban pagos a cuenta de reserva por distintos importes, pero los arrendamientos nunca se formalizaban, ya fuese porque las propiedades no existían o porque los acusados no tenían acceso a ellas. El Ministerio Público solicita para uno de ellos un año de prisión por estafa agravada, y para el otro, cinco años debido a la agravante de reincidencia.
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Casos similares en otros puntos de la Costa Blanca
Este tipo de fraude no es un hecho aislado en la Costa Blanca. En los últimos años, municipios como Benidorm, Torrevieja y Alicante han reportado estafas comparables, especialmente vinculadas al alquiler vacacional en temporada alta. Las autoridades locales han intensificado las campañas informativas para advertir tanto a visitantes como a residentes sobre la importancia de verificar la titularidad de los inmuebles y la autenticidad de los anuncios en línea.
El boom del alquiler vacacional y sus consecuencias
El incremento turístico en la región ha impulsado la expansión de las plataformas digitales de alquiler, lo que genera oportunidades económicas pero también abre la puerta a prácticas fraudulentas. La alta demanda estival y la dificultad para encontrar alojamiento a un precio razonable suelen precipitar reservas rápidas, en ocasiones sin contrastar detalles esenciales, lo que permite la proliferación de estas estafas.
Presiones sobre la vivienda impulsadas por el turismo
El auge del alquiler vacacional también ha avivado un debate más amplio sobre la persistente crisis de vivienda en la Costa Blanca. En localidades como Calpe, Jávea y Altea, vecinos y asociaciones de barrios sostienen que encontrar un alquiler a largo plazo es cada vez más difícil, ya que numerosos inmuebles se destinan en exclusiva a alquileres turísticos de corta duración, donde los propietarios obtienen rendimientos sensiblemente superiores.
Medidas locales y propuestas de regulación
Algunos ayuntamientos de la región han comenzado a explorar nuevas ordenanzas y mecanismos regulatorios para controlar la rápida expansión del alojamiento turístico, incluyendo registros obligatorios o restricciones por zonificación. Si bien estas medidas buscan proteger tanto a residentes como a visitantes, también generan debate entre las administraciones locales, los propietarios y los negocios vinculados al sector turístico.
Un desafío creciente para la región
El juicio de la próxima semana subraya un problema de mayor alcance que afecta no solo a Calpe, sino a toda la Costa Blanca. Con un número de turistas en aumento cada año y un mercado de la vivienda cada vez más tensionado, las autoridades locales se enfrentan al reto de conciliar la dependencia económica regional del turismo con la protección al consumidor y el derecho de los residentes a una vivienda segura y asequible.