TRES individuos han sido encarcelados tras presuntamente atraer a una joven de 18 años fuera de una discoteca para, acto seguido, turnarse y violarla en un aparcamiento cercano.
La Policía Nacional detuvo al trío, de edades comprendidas entre los 18 y 20 años, este jueves tras una compleja investigación sobre el atroz ataque, ocurrido siete semanas atrás, el 3 de octubre.
Según las pesquisas, la joven conoció al primer agresor en una discoteca del polígono San Rafael. Tras salir una primera vez a besarse de mutuo acuerdo, el sospechoso la persuadió para que saliera de nuevo, sugiriendo que conversarían. Al llegar a una zona más oscura del estacionamiento, aparecieron súbitamente dos de sus amigos.
De acuerdo con el testimonio de la víctima, calificado por la jueza de “contundente y veraz”, los tres sujetos la sujetaron por los brazos para impedir que huyera, le quitaron la ropa interior y la violaron durante aproximadamente media hora. La magistrada destacó que los atacantes hicieron valer su “superioridad numérica” contra ella.
Con extrema crudeza, la víctima tuvo que regresar al interior del local acompañada de sus agresores. Una vez dentro, corrió inmediatamente hacia una amiga y luego al baño para alertar a su grupo, quienes la acompañaron a interponer denuncia en la comisaría.
Resulta escalofriante que, posteriormente, se supiera que dos de los detenidos ya contaban con antecedentes por agresiones sexuales. La jueza decretó el ingreso en prisión inmediato de los sospechosos, alegando el riesgo real de reincidencia y el grave peligro de fuga, dada la larga pena que podrían enfrentar de ser condenados.
La afectada, natural de Almería, había llegado a Málaga para estudiar apenas dos semanas antes del suceso.
Los agentes llevaron a cabo una investigación compleja, que incluyó declaraciones de testigos y ruedas de reconocimiento fotográfico. Los arrestos se produjeron en sus domicilios el pasado 27 de noviembre, compareciendo ante el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 3 el viernes anterior.
La magistrada desestimó la versión de los acusados, que alegaban que las relaciones fueron consentidas, subrayando que los reconocimientos médicos hallaron lesiones compatibles con el relato de la víctima.