El 31 de diciembre figura en el calendario como Nochevieja.
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Cada año, cuando España se sume en modo navideño y las calles se llenan de luces, mercadillos y compradores de última hora, una pregunta comienza a circular por las oficinas y los grupos de WhatsApp: «¿Tenemos libre el 31 de diciembre… o no?». Surge infaliblemente, por muchas veces que se aclare, porque la Navidad en España no es solo una fecha en el calendario, es toda una temporada con sus propios ritos, ritmos y expectativas.
Y este año no es una excepción. Con las familias ya planeando cenas, viajes y reuniones, los trabajadores de todo el país intentan nuevamente discernir con precisión qué días son oficialmente festivos, cuáles no y cuáles simplemente dan la sensación de que deberían serlo.
Navidad: más que luces y cenas
España se toma la Navidad en serio. Muy en serio.
Desde principios de diciembre, se percibe que la vida se suaviza. Las grandes ciudades encienden sus alumbrados, los pueblos montan sus belenes y las familias empiezan a prepararse para la maratón de comidas que se extiende desde Nochebuena hasta el día de Reyes.
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El sonido de los niños ensayando villancicos, el aroma del turrón y la famosa Lotería de Navidad, que une temporalmente al país en una esperanza compartida, son todos anuncios de que el periodo festivo ha llegado.
Es la época del año en la que el trabajo se ralentiza de forma natural –o al menos lo intenta– y en la que la gente consume sus últimos días de vacaciones para alargar el descanso.
Pero al margen de las tradiciones, los trabajadores siguen necesitando certidumbre. Y es ahí donde comienza la confusión anual.
Las fechas que son festivos oficiales
Vamos con la parte más sencilla: en España, tres fechas son, garantizadamente, días festivos nacionales y no laborables todos los años y en todo el territorio:
- 25 de diciembre – Natividad del Señor
- 1 de enero – Año Nuevo
- 6 de enero – Epifanía del Señor
Ahí no hay cambios.
En Cataluña, hay uno más:
- 26 de diciembre – Sant Esteve, también día no laborable y tan significativo como el día de Navidad para muchas familias.
Esos son los únicos festivos fijos, nacionales (o autonómicos) del periodo navideño.
Y la gran pregunta: ¿es festivo el 31 de diciembre?
Respuesta corta: no.
Respuesta larga: tampoco… pero es complicado.
Ni la Nochebuena (24 de diciembre) ni la Nochevieja (31 de diciembre) figuran en el calendario de festivos nacionales.
Son días laborables normales, legalmente hablando.
¿Pero en la práctica? Muchas empresas los tratan de forma diferente.
Algunas cierran antes. Algunas ofrecen horarios reducidos. Algunas dan el día completo libre como un gesto de buena voluntad tras un largo año.
Otras –especialmente las de comercio, hostelería o servicios esenciales– trabajan a jornada completa e incluso con horarios más extensos.
No existe obligación legal para que las empresas reduzcan la jornada u ofrezcan tiempo libre. Cuando lo hacen, es por costumbre, tradición o política interna.
Y aunque muchos trabajadores dan por sentado que estas fechas “no cuentan”, la ley es clara: el 24 y el 31 de diciembre no son festivos.
Por qué estas fechas importan tanto
Parte de la confusión proviene de la carga emocional de la temporada. La Nochebuena y la Nochevieja son dos de las noches más importantes del año en España.
Son momentos para grandes cenas familiares, reuniones y tradiciones muy arraigadas, así que, naturalmente, mucha gente espera que el día se trate como un festivo.
Al mismo tiempo, este periodo conlleva su propia presión económica. Los regalos navideños, los viajes, la comida, las salidas nocturnas y la temida cuesta de enero generan un estrés particular que empuja a los trabajadores a organizar su tiempo (y su dinero) con bastante antelación.
Por eso es tan importante saber qué días son festivos oficiales y cuáles no.
Lo que suelen hacer las empresas
Aunque la ley no obliga a las empresas a reducir la jornada laboral el 24 o el 31 de diciembre, muchas eligen hacerlo igualmente.
Es una forma muy popular de reconocer el esfuerzo del personal durante el año y de permitirles un respiro antes de las grandes celebraciones.
Pero sigue siendo una decisión empresarial, no un derecho legal.
Los empleados deben consultar su convenio colectivo, la política interna de la compañía o la comunicación directa de la empresa.
Algunos centros de trabajo se aferran a la tradición.
Otros se adaptan año tras año.
Algunos los tratan como un día cualquiera.
Y esa es, precisamente, la razón por la que la pregunta resurge cada mes de diciembre.
