El Banco de España estima en la actualidad que el país adolece de un déficit de 700.000 viviendas, un fenómeno que, según advierte, podría convertirse en un “cuello de botella” para la economía.
La combinación de una oferta menguante y una mayor demanda postpandemia, especialmente por parte de compradores extranjeros, ha provocado el desplome de los precios tanto en el mercado de alquiler como en el de compraventa en los últimos años.
El Banco de España ha alertado de que el país precisa de más de 700.000 viviendas para satisfacer la demanda acumulada de los nuevos hogares constituidos en ejercicios recientes, revisando así previsiones anteriores.
No obstante, con el incremento de los alquileres y un déficit de centenares de miles de inmuebles, los expertos advierten de que la tramitación administrativa y los retrasos burocráticos implican que el problema no se resolverá sin reformas de calado.
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El análisis del banco enmarca la crisis de vivienda no ya solo como un problema para los jóvenes españoles que anhelan independizarse y acceder a la propiedad, sino también como una amenaza potencial de mayor alcance para la economía española.
El Banco de España ha manifestado que, en el contexto actual del mercado, “esta escasez de stock de vivienda para afrontar la elevada tasa de creación de hogares podría devenir en un cuello de botella para la economía”.
Análisis de mercado de la entidad CaixaBank señalan que “la demanda de vivienda ha experimentado un revulsivo rápido desde mediados de 2024 y se sitúa en niveles no vistos desde 2007”.
El banco central, sin embargo, ha descartado una nueva burbuja inmobiliaria, si bien los responsables advierten sobre unas subidas de precios desigualmente distribuidas por el territorio, apuntando una “significativa dispersión de precios, con algunas regiones creciendo menos y otras bajo mayor presión”.
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En los últimos cuatro años, el déficit de viviendas en España se ha multiplicado por siete, con un 50 por ciento concentrado en Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante, Málaga y otras capitales provinciales, y las proyecciones advierten de que la situación continuará deteriorándose.
En 2024, el Banco de España realizó pronósticos sobre el número de viviendas a construir en España para equilibrar la oferta y la demanda del mercado. Se estableció un déficit de 600.000 viviendas nuevas.
Dicha cifra ha sido ahora incrementada en 100.000 inmuebles, según el banco, lo que significa que ahora se necesitan 700.000 viviendas.
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José Luis Escrivá, gobernador del banco central, afirmó en una reciente reunión celebrada en el Consejo General de Economistas que ‘tras acumular un déficit de más de 400.000 viviendas en el período 2022-2024, las estimaciones provisionales para 2025 apuntan a un déficit adicional que podría superar las 100.000 viviendas’”.
Los mayores incrementos en el precio de la vivienda se produjeron en el segundo trimestre de 2025 (2.093,5 €/m²) y en el primer trimestre de 2008 (un récord de 2.101,4 €/m²).
El tercer puesto en el ranking lo ocupa el aumento del 10,4 por ciento en el precio de la vivienda en venta registrado en el segundo trimestre de 2025 (2.093,5 €/m²), junto con un valor de la vivienda protegida de 1.200 €/m².
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