CEAR CF: El equipo de fútbol de Alicante que abre sus puertas a todos

En Alicante, existe un equipo de fútbol 7 que trasciende con creces la mera consecusión de goles; se ha erigido en un espacio donde refugiados de todos los rincones del mundo pueden hallar un hogar.

El CEAR CF, equipo de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, se fundó en 2019 para brindar a los migrantes un sentimiento de pertenencia, interacción social y respaldo anímico. Desde su creación, el proyecto se ha extendido a ciudades como Madrid, Valencia, Gran Canaria y Málaga, ofreciendo cada año a decenas de refugiados un espacio seguro y estructurado para conectar.

Para muchos jugadores, el fútbol es más que un deporte; constituye un lenguaje universal que traspasa fronteras y acentos. Sergio Clemente, nuevo entrenador del equipo esta temporada, afirma: «El fútbol es una plataforma magnífica para adaptarse a una nueva sociedad». Clemente, quien también coordina y juega en el Hércules Paralímpico, asumió el liderazgo del equipo cuando el CEAR CF se quedó sin técnico.

El equipo compite en la categoría Sexta Azul de la Liga Vistahermosa, una competición privada de fútbol 7 en Alicante. Muchos de los jugadores del CEAR CF no pueden federarse debido a documentación incompleta, por lo que las ligas privadas y el apoyo de patrocinadores —como la Fundación LaLiga, JD Sports y la propia Liga Vistahermosa— les permiten entrenar y jugar. La liga facilita el acceso gratuito a los campos y cubre costes básicos como el equipamiento y las licencias.

Los resultados deportivos han sido irregulares. Esta temporada, el CEAR CF solo ha ganado uno de sus siete partidos. David Caracuel, trabajador social del equipo, explica que la alta rotación de jugadores supone un gran desafío. Los refugiados a menudo se reubican por trabajo, vivienda o citas de inmigración, lo que obliga al equipo a adaptarse constantemente a nuevas incorporaciones y bajas.

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Para los jugadores, el fútbol proporciona estabilidad en medio de la incertidumbre. Abdourahamane «Abdou» Bathily, recién llegado de Malí, expresa su alegría por fin de jugar: «Nunca había practicado fútbol; lo veía en la televisión desde pequeño, pero no tenía tiempo para jugar». Para él, el equipo ofrece mucho más que ejercicio; le brinda una comunidad donde se siente aceptado y valorado.

El veterano Keoulin Keita, también de Malí, enfatiza beneficios similares: «El fútbol significa mucho para mí, me aporta salud y alegría y me permite conocer a más personas». Keita acumula dos temporadas completas en el CEAR CF, ya ha obtenido sus documentos legales y trabajo en Alicante, y a menudo ayuda a orientar a nuevos compañeros con dificultades de idioma o integración.

El CEAR CF se nutre de la diversidad. La plantilla incluye jugadores de Senegal, Malí, Costa de Marfil, Marruecos, Ucrania e incluso Estados Unidos.

Voluntarios de CEAR asisten en la integración, animando a los jugadores a practicar español durante los entrenamientos y fomentando un entorno acogedor e inclusivo. A pesar de los recursos limitados, el equipo entrena con ilusión y alegría.

El entrenador Clemente mantiene el optimismo pese a los desafíos en el terreno de juego: «Siempre es difícil arrancar, especialmente en proyectos así. Pero con los nuevos fichajes y el apoyo de jugadores del Hércules Paralímpico, confío en que mejoraremos». Más que un equipo, el CEAR CF funciona como un microcosmos de solidaridad, reuniendo a jóvenes que enfrentan las adversidades de la migración mientras se les ofrece un espacio para sentirse empoderados, conectados y humanos.

Para estos futbolistas, el CEAR CF es más que un equipo de fútbol 7. Es un salvavidas —un lugar donde el talento, la risa y la camaradería trascienden nacionalidad, idioma y circumstancia, demostrando que el deporte puede ser un auténtico puente hacia la integración y la pertenencia.

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