Un intento fallido de secuestro contra un empresario chino ha destapado un asombroso caso de corrupción en el seno de la Policía Local de Marbella, vinculado con un misterioso extranjero.
El caótico secuestro se produjo a las 16:00 horas en plena tarde en Cruz del Humilladero, cuando la víctima, que se dirigía a una barbería, se topó de lleno con lo que parecía un operativo policial oficial.
Varios individuos de civil irrumpieron en el establecimiento; algunos exhibieron placas policiales en el pecho, mientras otro le apuntó a la cabeza con una pistola. Otros portaban pasamontañas, lo que incrementó el terror.
Lo que el empresario ignoraba era que la banda había colocado un beacon GPS bajo su vehículo para rastrearlo y había elegido ese momento para actuar.
Su plan consistía en meterlo a la fuerza en un vehículo que los aguardaba y desaparecer. No obstante, la víctima intuyó que algo no cuadraba y se defendió con todas sus fuerzas.
Forcejeó, empujó, se retorció y se negó a ser arrastrado hacia la puerta, a pesar de la lluvia de golpes que le propinaban.
La agresión fue tan violenta que los secuestradores terminaron por abandonar por completo el intento de secuestro.
Antes de huir, le arrebataron el bolso que portaba —el cual contenía 4.000 euros en efectivo— y salieron corriendo, dejando a la víctima magullada y conmocionada en el suelo de la peluquería.
El error de los atacantes fue presumir que el disfraz de autoridad los protegería.
Las cámaras de seguridad del local capturaron imágenes nítidas de sus rostros, mientras los investigadores reconstruyeron con rapidez los detalles de los vehículos utilizados para la fuga y la ruta de escape.
Lo que sucedió a continuación dejó perplejos incluso a agentes con una larga trayectoria.
Una brigada de la Policía Nacional especializada en robos localizó a los sospechosos en Marbella y detuvo a tres hombres —entre ellos, un agente en activo de la Policía Local y un exagente del mismo cuerpo—.
En los registros efectuados en dos domicilios, los detectives incautaron indumentaria que coincidía con la de los agresores.
Sin embargo, el hallazgo más significativo se produjo en el maletero de un automóvil propiedad de un ciudadano extranjero que, según la Policía Nacional, pasa largas temporadas fuera de España.
El vehículo, que había quedado al cuidado de un vecino durante la ausencia del propietario, se estaba utilizando como un auténtico arsenal.
En su interior, los agentes hallaron tres pistolas, equipos de radiocomunicación de estilo policial, esposas, dispositivos de rastreo GPS, placas de identificación policial falsas, una navaja multiusos y más de un centenar de proyectiles de diverso calibre.
El vecino que tenía acceso al coche resultó ser el agente de Marbella en activo que se encuentra ahora detenido.
La Policía Nacional ha calificado el frustrado secuestro como una «falsa intervención policial», cuyo objetivo era aterrorizar a la víctima para que revelase más bienes o información.
Especialistas de la Policía Científica realizaron análisis faciales para cotejar los rostros captados en el vídeo con perfiles conocidos, lo que permitió a los investigadores poner nombre a cada uno de los implicados.
Los tres sospechosos han comparecido ya ante el juzgado de Málaga y se les ha decretado ingreso en prisión provisional, acusados de robo con violencia, usurpación de funciones públicas y, en función de la participación de cada uno, tentativa de detención ilegal.