A la medianoche del Año Nuevo, en el primer momento del 2026, la vida de la abogada Erika Evans cambiará por segunda vez en nueve meses.
Evans comenzará su mandato como abogada municipal electa de Seattle el 1 de enero. Su campaña fue imparable; ganó con casi dos tercios de los votos el 4 de noviembre. Pero su campaña también fue inesperada.
Evans dejó su puesto como abogada en el Departamento de Justicia de EE. UU. en marzo, a pesar de que alguna vez consideró ese trabajo como su “trabajo soñado”.
En medio de una purga más amplia dentro de la agencia, ella optó por postularse para un cargo público, en lugar de dedicarse al ejercicio privado de la abogacía o a la academia.
Evans logró una victoria en las primarias en agosto y aseguró un margen de victoria aún mayor en las elecciones generales de este mes. Como abogada municipal de Seattle, Evans representará a la ciudad en litigios y casos civiles. También se encargará de algunas acusaciones de delitos menores.
“Lo que necesitamos en un momento como este son luchadores y personas con determinación y experiencia para combatir lo que estamos viendo”, dijo Evans a CBS News este fin de semana.
Erika Evans
@electerikaevans/Instagram
Evans dijo que el desmantelamiento de la división de Derechos Civiles del Departamento de Justicia por parte del gobierno de Trump fue una de sus motivaciones para dejar su puesto en la fiscalía federal del distrito occidental de Washington este año, donde manejaba asuntos de derechos civiles, casos de crímenes de odio y casos de crímenes violentos.
Ella dijo que poco después de que Trump asumiera el cargo, el liderazgo del Departamento de Justicia envió correos electrónicos “exigiendo que reportaramos a cualquier colega que realizara trabajos de diversidad en la oficina. Tuvimos de 10 a 14 días para reportarlos o nos meteríamos en problemas nosotros mismos. Eso fue bastante asqueroso”. Dijo que no se sentía segura en la agencia, en parte porque era la copresidenta de un esfuerzo de diversidad.
Poco después de su salida en marzo, Evans lanzó su campaña para el puesto de abogada municipal de Seattle y convirtió su frustración con el gobierno de Trump en un componente de su mensaje de campaña. En un video de campaña, Evans prometió desafiar al Sr. Trump: “Con su voto, yo me enfrentaré a Trump y exigiré la seguridad comunitaria que merecemos”.
Hablando con CBS News después de su victoria, Evans discutió una serie de planes. Dijo que su primera prioridad será agilizar el procesamiento de casos de DUI y violencia doméstica “para asegurarnos de que somos buenos administradores de la seguridad pública”.
Evans dijo que también vigilará, y tomará acción legal contra, cualquier “exceso federal” en la ciudad por parte del gobierno de Trump, que ya ha provocado batallas legales con otras ciudades estadounidenses este año, desde Washington, D.C. hasta Portland y Los Ángeles.
Evans es una de las más de 5,000 empleados del Departamento de Justicia que han renunciado, se han jubilado o han sido despedidos desde enero, según una revisión del grupo Justice Connection, que es una organización de apoyo para trabajadores despedidos y ex empleados del Departamento de Justicia.
Stacey Young, fundadora y directora ejecutiva de Justice Connection, dijo a CBS News que “los fiscales federales están profundamente comprometidos con el servicio público, y más están persiguiendo esa misión a través de cargos electos cuando permanecer en el Departamento de Justicia se vuelve inviable. Necesitamos personas de todo el espectro político luchando para defender el estado de derecho, incluso a nivel local”.
Evans es la nieta de la figura de los derechos civiles Lee Evans, quien estuvo entre las estrellas de atletismo de los Juegos Olímpicos de 1968 que alzaron un puño en el aire durante una presentación de medallas.
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