Prueba algunas de las mejores tapas de carne estofada en El Quincho Brasería, Almería.
Crédito: Regina Tommasi, Pexels.
Algunos restaurantes intentan recrear la autenticidad. Para otros, esta surge de forma natural. En el centro de Almería, El Quincho se ha convertido en uno de esos lugares donde la cultura de las tapas aún se percibe como genuina: un bar bullicioso, una cocina abierta, un constante murmullo de conversaciones y una comida que hace que la gente regrese semana tras semana.
Ambientación
Ubicado muy cerca de la Calle Jovellanos, El Quincho pasa desapercibido desde el exterior, pero al traspasar su puerta, la energía cambia de inmediato. La barra –en forma de U ancha que envuelve la cocina abierta– constituye el corazón del local. Altos taburetes se alinean frente a la barra, todos orientados hacia los chefs y camareros que trabajan con un ritmo rápido y seguro. Mesas altas ocupan el resto del espacio, e incluso cuando el restaurante está lleno (lo que sucede casi siempre), logra mantener una atmósfera distendida y relajada.
Este es un sitio al que se va para ser parte de la acción. Sentarse en la barra implica ver los platos salir al momento, oir el trajín de las sartenes y ser atendido con ese clásico estilo español ágil: eficiente, amable y siempre con un toque de humor. Las bebidas son sencillas pero bien escogidas, especialmente la selección de vinos por copa, que maridan a la perfección con las generosas tapas de la casa.
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Tapas cimentadas en sabores intensos y un ambiente comunal
Y las tapas son la razón por la que El Quincho se ha consolidado como un favorito en la siempre competitiva ruta de las tapas almeriense. Aunque la variedad es amplia, los platos de carne son los auténticos protagonistas. Su costilla estofada es de esos platos de los que se habla después: tan tierna que se desprende del hueso, servida con una cucharada de puré de patata que redondea el conjunto. Igualmente impresionantes están los carrilladas de ternera, un bocado intenso y sabroso que en cualquier otro sitio podría ser un plato principal.
El espíritu comunitario forma parte de su encanto. No es extraño que desconocidos sentados hombro con hombro en la barra intercambien comentarios sobre las tapas y se recomienden platos. La camaradería surge de forma orgánica, no forzada –una cualidad que también se refleja en las reseñas online. Un cliente describió “unas tapas exquisitas con cada copa… y un servicio impecable”.
Una parada obligada en la ruta de tapas de Almería
Para los lugareños, ya es un clásico. Para los visitantes de paso por la ciudad, es una visita imprescindible. El Quincho logra capturar aquello que la gente adora de la gastronomía almeriense: platos sin complicaciones, sabores rotundos y un bar vibrante en el que uno se siente parte de la velada al instante.
Si se busca una noche auténtica vertebrada por la conversación, la bebida de elección y unas tapas excelentes, El Quincho ofrece exactamente lo que se espera –y un poco más.