Es difícil saber qué tan en serio uno debe tomarse una película donde Nicolas Cage interpreta a José, el carpintero que actuó como padre adoptivo de Jesús. Uno podría esperar, con el actor aún dependiendo de su característica entonación californiana y sus arrebatos histriónicos, que esto sería otra de sus bromas de la etapa tardía de su carrera, como interpretar a Drácula o a sí mismo. Pero en *El Hijo del Carpintero*, un batido extrañamente serio de terror, drama y fantasía, poco a poco nos damos cuenta de que esto, de hecho, no es una broma. Lo que es, no podría decirte, pero entretenida definitivamente no lo es.
La película, del escritor y director Lotfy Nathan, nacido en Egipto y criado en Londres, está inspirada en el Evangelio de la Infancia de Tomás, un texto considerado herético por algunos, que ofrece “perspectivas” muy debatidas sobre los primeros años de Jesús. Nathan comienza dejándonos claro que este no es el drama bíblico de la escuela dominical de tu pastor, con una secuencia de nacimiento en una cueva llena de gritos seguida por una hoguera de bebés, donde los hombres del Rey Herodes arrojan más y más mientras las madres gritan a un lado. El carpintero sin nombre de Cage y la nueva madre a su lado (FKA twigs) escapan y saltamos en el tiempo para verlos mudarse a un pueblo remoto con su hijo adolescente, conocido como el niño (Noah Jupe).
Aquí se vislumbra una película mejor, la idea de seguir a Jesús como un niño inusualmente talentoso tratando de encontrar su camino y entender su lugar en un mundo de fuerzas conflictivas, lo que proporciona una tensión dramática interesante. Su padre es austero y devoto, ayuna para mostrar su dedicación y excluye cualquier luz (y las vistas de los vecinos atractivos duchándose al lado) de la casa. Los aldeanos son sospechosos y antipáticos, excepto una chica extraña y solitaria ansiosa por encontrar con quien jugar.
No toma mucho tiempo averiguar quién y qué es la chica (es un spoiler: no es bueno) pero lleva un poco más entender qué está intentando hacer Nathan con su reencuadre de una historia familiar. ¿Es una historia sobrenatural de crecimiento? ¿Es un horror gonzo extremo? ¿Es un cuento de orígenes de superhéroe? ¿Es un comentario sociopolítico sobre los obstáculos que enfrenta una figura de bondad innegable? La respuesta es sí a todo, pero no a si todo funciona junto. La película es desordenada y desafinada, aunque afortunadamente corta, un desperdicio de ubicaciones llamativas (se filmó completamente en zonas rurales de Grecia).
El hermoso paisaje es casi todo lo que Nathan puede confiar para impresionarnos, ya que su imaginería diabólica resulta desagradable pero para nada aterradora. Mucho más aterradora es su narrativa apresurada; la película escala a un ritmo bastante confuso, como si lo hubieran obligado en el último minuto a cortarla en pedazos y unirla frenéticamente otra vez (no es que quisiera ver la versión más larga, pero seguro existe en algún lado). Está aún menos seguro de qué hacer con su elenco, quienes todos parecen estar actuando en diferentes películas terribles. FKA twigs está tan rígida y poco convincente como lo estuvo en la pésima remake del año pasado de The Crow y, mientras que Jupe sale casi ileso (para él es simplemente un papel ingrato en lugar de activamente vergonzoso), Cage está, como era de esperarse, mal escogido para el papel. Su actuación está atrapada entre el trabajo más efectivo y contenido que dio en películas recientes como *Pig* y *Dream Scenario* y su peor faceta de película de medianoche para contentar a los fans, sobreactuando porque parece que nadie puede detenerlo. Está tan mal modulada como la película que lo rodea, que nunca explota en un horror total pero no tiene la fuerza emocional para ser un drama con poder real, languideciendo en un punto intermedio.
Todo es tan difícil de definir, no porque sea demasiado valiente y original para encajar en el sistema, sino porque nunca está del todo claro que alguien involucrado sepa qué demonios están haciendo. Cualesquiera que sean sus respuestas, estoy segura de que Nathan y Cage no apuntaban a entregar algo tan aburrido.