Los adolescentes ahora enfrentan la pena máxima prevista por la ley de menores en España: ocho años en un centro de internamiento.
Los jóvenes monstruos que asesinaron brutalmente a Cloe, de 15 años, en la Orihuela Costa, habían buscado en internet videos de crímenes reales para aprender a matarla, según revelaron los investigadores.
El impactante hallazgo surgió del análisis de la Guardia Civil a los teléfonos móviles de los acusados, divulgado durante la sesión final de su juicio en el tribunal de menores de Alicante. Los adolescentes —el exnovio de Cloe y un compañero de clase, ambos de 17 años— están acusados de atraer a la joven hacia su muerte el pasado mes de noviembre tras planificar meticulosamente el ataque.
Según los investigadores, la pareja estudió videos de "asesinatos reales" en línea para perfeccionar su técnica antes de llevar a cabo el horrendo ataque. Cuando llegó el momento, uno inmovilizó a Cloe mientras el otro utilizaba un cuchillo para cortarle el cuello, "a modo de sierra", según relataron los fiscales al tribunal.
Un asesinato planeado como una película de terror
Cloe fue asesinada el 24 de noviembre —víspera del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer— tras haber roto con su expareja. Los fiscales sostienen que el crimen estuvo motivado por la venganza y la violencia de género, planeado durante semanas con un detalle escalofriante.
Ambos jóvenes se enfrentan ahora a la condena máxima permitida por la legislación de menores española: ocho años en un centro de internamiento. La fiscalía insiste en que ambos desempeñaron roles igualmente activos, describiéndolos como "fríos, calculadores y psicópatas", y destacando su falta de remordimiento, incluso después de ver asesinatos reales en internet sin inmutarse.
Alardeando del crimen
Los rastros digitales recuperados de los teléfonos de los asesinos pintan un cuadro aún más siniestro. Poco después del ataque, mientras Cloe yacía moribunda, los chicos intercambiaron mensajes alardeando de lo que habían hecho —incluso enviándose fotos de ellos en casa jugando videojuegos.
Pero cuando una aplicación del teléfono de Cloe reveló que había sido llevada al Hospital de Torrevieja, cundió el pánico. "Deberías haberlo hecho como en el video", le escribió uno al otro, temiendo que pudiese sobrevivir.
Para cubrir sus huellas, uno publicó una foto en redes sociales simulando estar en otro lugar. El arma homicida —un cuchillo comprado en un bazar chino local— fue posteriormente quemada, junto con la ropa y los guantes manchados de sangre, en una casa abandonada, utilizando encendedores de barbacoa como acelerante.
Una lucha desesperada por la vida
Un forense declaró ante el tribunal que Cloe había sufrido hasta seis heridas de arma blanca en el cuello, con cortes adicionales superficiales compatibles con un "degollamiento incompleto". Los golpes seccionaron vasos sanguíneos principales, provocando una hemorragia fatal.
Milagrosamente, logró llegar tambaleándose hasta la casa cercana de su hermano en busca de ayuda —pero los médicos no pudieron salvarla.
"Solo lamentan haber sido capturados"
A pesar de sus confesiones, la fiscalía y la familia de Cloe rechazan cualquier petición de clemencia. "No están arrepentidos", afirmó rotundamente el fiscal. "Solo lamentan haber sido detenidos".
Los investigadores también descubrieron intentos de despistar a la policía —incluyendo un falso mensaje en ruso escrito mediante el Traductor de Google, que afirmaba que Cloe había sido atacada por una deuda de drogas.
"Esto fue una ejecución premeditada", declaró el abogado de la familia, Juan Carlos Fuentes, describiendo el crimen como "frío, calculado y despiadado".
Alegatos de la defensa y últimas disculpas
Los abogados del exnovio argumentaron que su confesión debería ser considerada como colaboración. La defensa del segundo joven insistió en que este fue simplemente un "idiota útil", manipulado por el cerebro del plan.
Ambos siguieron la vista final por videoconferencia desde su centro de internamiento. "No sé qué pasaba por mi cabeza", dijo el exnovio de Cloe en una breve disculpa. Su codemandado admitió haber comprado el cuchillo.
La súplica de la familia: Cambiar la ley
Fuera de la sala, la tía de Cloe, Amor Fenoll, exigió leyes más severas para los menores que cometan crímenes de tal brutalidad.
"Debemos debatir si los asesinos deberían quedar en libertad tras solo ocho años", declaró entre lágrimas.
"Cloe ni siquiera pudo defenderse. No hay forma de deshacer esto."
El veredicto del tribunal está ahora pendiente —pero se espera que el exnovio de Cloe vuelva pronto a los tribunales para enfrentar cargos separados por maltrato familiar durante su relación.
