La malaria provoca cerca de 600.000 muertes anuales, una cifra que era cercana a los 2 millones hace un cuarto de siglo. Según George Jagoe, vicepresidente ejecutivo de Medicines for Malaria Venture (MMV), el aumento en la mortalidad se debió a que el parásito causante de la malaria desarrolló resistencia a los fármacos que fueron el tratamiento estándar durante décadas.
El punto de inflexión contra esta enfermedad llegó con Coartem, una terapia combinada de Novartis que se convirtió en el nuevo estándar de tratamiento tras su aprobación regulatoria inicial en 1999. Sin embargo, Jagoe señaló que en algunas regiones de África donde la enfermedad es prevalente, ya se observan señales preocupantes de resistencia a la artemisinina, uno de los componentes principales de Coartem. Un fármaco experimental de Novartis, que actúa mediante un nuevo mecanismo de acción, ha demostrado en ensayos clínicos pivotales unas tasas de curación que superan el umbral del 90-95% recomendado por la Organización Mundial de la Salud. Los datos se presentaron el miércoles en la reunión anual de la Sociedad Americana de Medicina Tropical e Higiene en Toronto.
“Las muertes que vimos, para ser claros, a finales de los 90 y principios de los 2000, alrededor de 2 millones anuales, fueron una consecuencia directa del fracaso de los medicamentos,” afirmó Jagoe durante una sesión informativa previa a la presentación. “Y lo que nos produce un enorme ‘soulagement’, una sensación de alivio, es que finalmente, en 2025 y camino de una solicitud regulatoria, contamos con un fármaco no basado en la artemisinina.”
Novartis anunció que pronto solicitará las aprobaciones regulatorias para su nuevo tratamiento. Este se compone de la nueva molécula ganaplácido combinada con lumefantrina, un compuesto antimalárico ya existente. Novartis denomina a esta combinación “GanLum”. La lumefantrina es también el segundo componente de Coartem, cuyo otro principio activo, derivado de la artemisinina, es el arteméter. Mientras el arteméter elimina rápidamente los parásitos Plasmodium falciparum causantes de la malaria, el efecto más prolongado de la lumefantrina erradica cualquier parásito residual.
Sujata Vaidyanathan, directora de la unidad de desarrollo de salud global de la compañía, explicó que la ganaplácido fue descubierta y desarrollada en los laboratorios de Novartis en San Diego. Este fármaco actúa alterando el sistema de transporte interno de proteínas del parásito, esencial para su supervivencia en los glóbulos rojos del huésped. Además, actúa en la fase del ciclo de vida del parásito en la que puede ser absorbido por un mosquito que pica a un huésped infectado. Atacar el parásito en esta etapa ayuda a interrumpir la transmisión de la enfermedad, según Vaidyanathan.
Novartis evaluó GanLum en un ensayo clínico de Fase 3 que incluyó a 1.688 adultos y niños con malaria en 34 centros de 12 países africanos. El tratamiento en estudio, administrado en forma de sobres de granulados una vez al día durante tres días, se comparó con el Coartem estándar y con la administración de Coartem por sí solo.
Los resultados mostraron que la proporción de pacientes libres de síntomas clínicos y de parásitos basales a los 28 días de iniciado el tratamiento, corregida excluyendo nuevas infecciones, fue del 97,4% para GanLum con Coartem, frente al 84% para Coartem estándar. La proporción de pacientes libres de síntomas clínicos y de cualquier parásito a los 28 días, independientemente de si la recurrencia se debía a un rebrote o a una nueva infección, fue del 85,3% para GanLum con Coartem, en comparación con el 82,1% para Coartem solo. Estos resultados cumplieron el objetivo principal de demostrar que GanLum no era inferior al tratamiento estándar. El profesor Abdoulaye Djimdé, de la Universidad de Ciencias Técnicas y Tecnológicas de Bamako (Malí), que participó en los ensayos, afirmó que el perfil de seguridad del fármaco en estudio fue comparable al de Coartem y los eventos adversos fueron generalmente consistentes con la enfermedad subyacente.
Jagoe señaló que, aunque MMV acoge con satisfacción el desarrollo de GanLum, esto no significa abandonar la familia de medicamentos que incluye a Coartem, que siguen siendo efectivos. No obstante, añadió que el hecho de que Kenia, Ruanda y Uganda tuvieran suficientes cepas resistentes como para permitir un ensayo clínico es una señal de que se necesita un nuevo fármaco.
“Yo lo llamaría estar preparados, tener un extintor listo para usar pero no necesariamente desplegado, versus que la casa se incendie y no tengas nada,” comparó Jagoe.
Por su parte, David Fidock, profesor de la Universidad de Columbia y presidente de la Sociedad Americana de Medicina Tropical e Higiene, opinó que, tras las aprobaciones regulatorias, GanLum debería incorporarse en múltiples líneas de terapia en los países con mayor riesgo. Mencionó, por ejemplo, Ruanda, donde se estima que entre el 40 y 50% de los parásitos ya presentan la mutación que los hace resistentes a las terapias con artemisinina.
Vaidyanathan explicó que Novartis buscará la aprobación regulatoria mediante la misma vía de Swissmedic utilizada para Coartem Baby, una formulación de Coartem desarrollada para recién nacidos y lactantes que fue aprobada por las autoridades suizas durante el verano. Novartis también mantiene conversaciones con los reguladores del África Subsahariana.
El desarrollo de GanLum contó con el apoyo científico y financiero de MMV, en el marco del consorcio WANECAM2, financiado por la Asociación para los Ensayos Clínicos en Europa y Países en Desarrollo con el apoyo de la Unión Europea. También se obtuvo financiación adicional del Centro Aeroespacial Alemán y del Departamento de Salud y Asistencia Social del Reino Unido.
Ilustración cortesía de Novartis
