El regreso de Calpe a Moraira en una tranquila tarde debería haber transcurrido sin incidentes. En cambio, se convirtió en un momento de incredulidad para un residente local. Al reducir la velocidad cerca de una rotonda, un joven en patinete eléctrico embistió el costado de su coche. Sobresaltado, se detuvo en el arcén, esperando que el conductor se detuviera para evaluar la situación con él. Pero antes incluso de que pudiera bajarse correctamente, el joven ya huía a toda velocidad por la carretera.
Ni una disculpa.
Ni un intercambio de datos.
Y, crucialmente: ninguna forma de identificarlo.
«¿Por qué no lleva matrícula?», preguntó con frustración. «¿Por qué no lleva casco? ¿Y dónde estan la policía cuando se la necesita?»
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Su historia, lamentablemente, dista mucho de ser excepcional.
Un problema creciente en las carreteras de la Costa Blanca
Los patinetes eléctricos han experimentado una explosión de popularidad en los últimos años en toda España, particularmente en localidades costeras como Calpe, Moraira, Benidorm y Torrevieja, donde son utilizados por adolescentes, turistas y trabajadores por igual. Son económicos, silenciosos y fáciles de conducir. Pero la normativa no ha seguido el mismo ritmo.
Actualmente, los patinetes eléctricos no portan matrícula, no están clasificados como motocicletas y, hasta hace poco, no estaban obligados a contar con seguro. Así pues, cuando ocurre un accidente, localizar al conductor resulta casi imposible a menos que se detenga voluntariamente.
Y, como se vio en Moraira, a menudo no lo hacen.
Entonces, ¿quién es responsable en estos choques?
Legalmente, la responsabilidad depende de quién causó la colisión, al igual que con los coches o las bicicletas.
Pero he aquí el problema: sin identificación, la ley no tiene a quién responsabilizar.
La policía local admite que esta situación deja a las víctimas frustradas. Incluso cuando los agentes son testigos de comportamientos peligrosos, solo pueden actuar si el conductor está detenido, y los usuarios de patinetes pueden desaparecer con rapidez a través de aceras, calles secundarias y paseos marítimos.
¿Normativa sobre cascos? Depende del municipio
Muchos residentes dan por sentado que el casco es obligatorio en todo el país, pero no es así.
Cada ciudad o municipio establece sus propias normas:
Barcelona: El casco es obligatorio.
Valencia: El casco también es obligatorio, segun diversas fuentes.
Benidorm y municipios de la provincia de Alicante: Las normas varían de una calle a otra y a menudo se comunican deficientemente.
En Moraira y Calpe, la policía local realiza campañas de concienciación ocasionales, pero la ausencia de una aplicación coherente implica que muchos conductores simplemente ignoren las reglas.
Se avecinan cambios, pero lentamente
España finalmente ha aprobado una ley que exigirá a los usuarios de patinetes eléctricos contar con un seguro obligatorio, aunque no entrará en vigor hasta enero de 2026.
A partir de esa fecha:
Los usuarios necesitarán seguro, al igual que un coche o motocicleta.
Los municipios podrán imponer multas por patinetes sin seguro.
Los accidentes serán legalmente rastreables.
Además, a partir de 2027, solo se permitirá circular a los patinetes certificados con estándares adecuados de frenado, iluminación y seguridad.
Pero para los residentes de hoy en lugares como Moraira, eso parece muy lejano.
Mientras tanto, ¿qué pueden hacer los conductores?
Si un patinete choca contra su coche y huye, la policía aconseja:
Anotar el lugar, la hora y la dirección de la huida.
Buscar cámaras de seguridad (en comercios, urbanizaciones, cámaras públicas).
Denunciar el incidente, incluso si no hay daños visibles.
Las denuncias ayudan a las autoridades a rastrear zonas problemáticas y reincidentes.
Llamar a la policía local de inmediato si el conductor sigue a la vista; enviarán una patrulla.
Por encima de todo, los residentes claman por una responsabilidad básica: casco, respeto por la prioridad en la vía y un medio para identificar a los conductores que causan daños.
Hasta 2026, la rendición de cuentas depende en gran medida de la educación, la concienciación y la aplicación local de la ley, y muchos consideran que eso no es suficiente.
Como expresó nuestro lector: «Golpeó mi coche, y no hubo absolutamente nada que pudiera hacer. Eso no parece justo».
Para muchos en Moraira, Calpe y otros lugares, la cuestión ahora no es si España va a regular con más rigor, sino por qué está tardando tanto.
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