Las propias palabras de Shaun Wane se le han vuelto en su contra.
Wane dijo en febrero de 2020: “Si no llego a una final de la Copa del Mundo y no la gano, es un desastre. No ganamos a Australia desde hace mucho tiempo y eso me avergüenza. Y si no les ganamos, la culpa es mía.”
Al final, Wane no solo puso el listón alto, sino que también cavó su propio hoyo. Esas fueron sus palabras, no de otra persona.
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Wane reflexiona sobre la derrota de Inglaterra contra Australia en el primer partido.
Y según su propia medida, las dos campañas más importantes de sus seis años a cargo han sido simplemente catastróficas.
Se suponía que la Copa del Mundo de Inglaterra, que se jugó en 2022 y no en 2021 por el Covid, sería el momento en que el rugby league se reconectara con el público. El sorteo fue bueno a propósito: no había Australia ni Nueva Zelanda hasta la final. Todos los caminos llevaban a Old Trafford.
Pero, claro, Inglaterra no llegó.
Perdieron en las semifinales contra Samoa, el mismo equipo que Inglaterra había ganado fácilmente en el primer partido del torneo.
Muchos expertos creen que era una semifinal que podían ganar. Inglaterra era la favorita y fracasó completamente.
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Según la lógica de Wane en 2020, no ganar la final habría sido un “desastre”. ¿Qué palabras se pueden usar para describir ni siquiera llegar?
Avanzamos rápido a 2025 y Australia vuelve para la primera serie Ashes en años.
Otra oportunidad de oro para que el juego en Inglaterra capte la imaginación del público deportivo. En cambio, los Kanguros se fueron con una victoria total e Inglaterra casi sin el premio de consuelo de siempre: el “esfuerzo”.
Tres derrotas, tres malas actuaciones, solo dos tries en 240 minutos de rugby league. Si Wane estaba avergonzado en 2020 por no ganar a Australia, ahora debe estar furioso.
Vi a Reece Walsh firmando autógrafos en el campo una hora después del silbato final del sábado. Los australianos, el equipo que dicen que los ingleses odian, se habían ganado a los aficionados de aquí.
Imagen:
Reece Walsh encantó a los aficionados con autógrafos
El equipo de rugby league de Inglaterra es más que un grupo de individuos enviados a ganar un partido. Ellos representan el deporte.
Por alguna razón, admirablemente permitieron que las cámaras entraran al campamento para un documental, pero parecían mantenerse alejados de las cámaras, los micrófonos y los aficionados en otros momentos. Esta es solo mi percepción. Sin duda, una revisión de la serie determinará si esto fue así.
La pregunta ahora es para la RFL: apoyarlo o despedirlo. Wane tiene contrato hasta finales de 2026, que incluye la Copa del Mundo del próximo año en Australia y Papúa Nueva Guinea. No ha entrenado a un club desde 2018, una eternidad en el rugby league.
En noviembre de 2024, Wane expresó su deseo de volver a entrenar un club en el futuro, admitiendo que extrañaba prepararse regularmente para los partidos y sugiriendo que tenía capacidad de sobra: “Siento que no estoy dando lo mejor de mí”.
Nombres como Paul Rowley, Matt Peet, Willie Peters, Michael Maguire y Brian McDermott probablemente salgan en las conversaciones sobre el futuro de Wane.
El comentario molesto de Wane sobre el premio Man of Steel no ayudó a su causa. Cuando le preguntaron sobre Jake Connor, el ganador en 2025, Wane lo desestimó: “No sé quién lo elige y nunca lo considero”.
No tienes que elegir a Jake Connor para respetar el premio individual más prestigioso del juego. ¿Pero menospreciarlo públicamente? Eso es mala política.
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Wane explicó por qué dejó fuera de su equipo a Jake Connor, el ganador del Man of Steel de Leeds Rhinos.
¿Cómo puede la RFL promocionar un honor que su propio seleccionador trata con desprecio? Hay muchos aficionados al rugby league con mucho conocimiento. Me he encontrado y hablado con ellos en Wembley, Headingley y recientemente en eventos en Hull, Keighley y Cumbria.
Estoy repitiendo lo que ellos sienten. Exigen más que una explicación de “confianza” cuando se eligen jugadores para que los representen.
A veces, la pasión de Wane parece haberse convertido en obstinación. Habla de la “determinación inglesa” como si fuera un arma secreta, pero la determinación sin habilidad es solo fricción.
Su equipo parecía rígido, predecible y sin alegría. Para un hombre que una vez pidió que Inglaterra “jugara sin miedo”, su equipo parece paralizado por él.
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Cuando le preguntaron recientemente sobre 2026, Wane dijo: “No creo que sea la persona adecuada para dirigir a Inglaterra en la Copa del Mundo – lo sé”.
Él “sabía” muchas cosas, por supuesto. Él “sabía” que los jugadores que eligió, que no estaban en forma, rendirían. Pero no lo hicieron. Él “sabía” que su equipo titular era el correcto, hasta que cambió tres de esas cuatro posiciones después de un partido.
Ahora, la RFL debe “saber”.
¿Doblan su apuesta por la lealtad, o reconocen que el “desastre” del que Wane advirtió ya ha llegado y, según sus propias palabras, la culpa es de él?
Porque en el deporte, como en la política, cuando tus propias palabras se convierten en tu mejor crítico, la discusión suele terminar.
Por supuesto, hay problemas más grandes en el juego aquí. Incluyendo su enfoque en el juego internacional, la RFL debe decidir si más de lo mismo dará resultados diferentes y si están contentos con esperar a que eso pase.
La alternativa es trazar una línea y hacer de este período el límite del que nos negamos a ser empujados. Los próximos meses serán reveladores.