Cómo una empresa busca mejorar el proceso de adaptación de prótesis

Según un ejecutivo del sector, el principal problema en el ámbito de las prótesis no es solo diseñar mejores dispositivos, sino la falta de datos para determinar cuál es el más adecuado para cada paciente.

Josh Caputo, CEO de HumoTech, dijo que se dió cuenta de esto al comienzo de su carrera como ingeniero protésico.

“Pensé que inventaría el próximo mejor pie robótico. Me di cuenta de algunos de los desafíos interesantes en la industria que limitan la capacidad de las empresas para escalar, y quise hacer algo sobre ese problema meta,” comentó Caputo esta semana durante una charla en la conferencia de MedTech de Reuters en Boston.

Su empresa, con sede en Pittsburgh, ha desarrollado una plataforma de prueba robótica que permite a los pacientes probar rápidamente múltiples opciones de prótesis o exoesqueletos en una clínica.

En lugar de tener que construir y ajustar físicamente varios dispositivos protésicos diferentes —un proceso que consume tiempo y dinero— el paciente puede probar múltiples opciones consecutivamente en una cinta de correr en la clínica, explicó Caputo. Mientras camina, el sistema de HumoTech se ajusta para imitar la mecánica de diferentes modelos protésicos, y luego genera un informe de datos experiencial sobre cómo se desempeña cada dispositivo para ese individuo.

“Somos un árbitro imparcial de lo que tiene sentido,” afirmó Caputo.

Durante la prueba, la clínica recopila datos objetivos, como la velocidad al caminar y la estabilidad de la marcha, así como comentarios subjetivos capturados a través de breves encuestas a los pacientes. Los datos luego se comparan entre dispositivos para identificar qué prótesis se adapta mejor a las necesidades del paciente.

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Caputo señaló que el proceso actual de ajuste protésico depende en gran medida de la experiencia del protesista porque no existe una forma basada en datos ampliamente utilizada para predecir cómo funcionará un dispositivo determinado para un paciente específico.

Añadió que, si un dispositivo resulta ser inadecuado, hay pocas alternativas. Los reemplazos típicamente son difíciles de reembolsar, y la clínica a menudo absorbe la pérdida financiera.

Caputo señaló que la prueba no solo tiene el potencial de reducir inconvenientes y potencialmente costos para pacientes y proveedores, sino que también ofrece beneficios para los pagadores.

“El pagador gana porque le ayudamos a evitar sobrepagos y reducimos el abandono de esos dispositivos. Una prótesis, en promedio, cuesta alrededor de $30,000 — pero en el extremo inferior, son solo un par de miles, y en el extremo superior, se puede gastar más de $100,000 en una pierna. Así que es una decisión realmente significativa,” comentó.

Hasta ahora, el enfoque de comercialización de HumoTech ha sido vender su sistema a instituciones de investigación y al Departamento de Asuntos de los Veteranos (VA) para validar su efectividad y generar credibilidad. Ahora, la empresa está transitando hacia la implementación clínica y modelos de ingresos recurrentes con clínicas protésicas — con los primeros pilotos mostrando un fuerte compromiso por parte de los pacientes y mejores resultados, dijo Caputo.

A largo plazo, HumoTech planea construir grandes conjuntos de datos sobre la marcha de amputados y el rendimiento de los dispositivos para permitir modelos de aprendizaje más avanzados, así como el desarrollo de mejores herramientas de apoyo predictivo para la toma de decisiones.

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