El gobierno de Sudáfrica dice que ha recibido llamadas de auxilio de 17 ciudadanos que se unieron a fuerzas mercenarias en el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Los hombres, con edades entre 20 y 39 años, están atrapados en la región de Donbás, devastada por la guerra en Ucrania.
El presidente Cyril Ramaphosa ha “ordenado una investigación sobre las circunstancias que llevaron al reclutamiento de estos jóvenes en estas actividades aparentemente mercenarias,” declaró un portavoz gubernamental. La declaración no especificó para qué lado del conflicto luchaban los sudafricanos.
Trabajar como mercenario o luchar en nombre de otro gobierno es ilegal en Sudáfrica, a menos que el gobierno lo autorise.
Según el gobierno, los hombres fueron atraídos a unirse a las fuerzas mercenarias con el pretexto de contratos lucrativos.
El portavoz Vincent Magwenya añadió que el gobierno sudafricano está trabajando a través de “canales diplomáticos” para lograr su regreso.
Magwenya dijo que 16 de los hombres eran de KwaZulu-Natal y uno de la Provincia Oriental.
“El Presidente Ramaphosa y el gobierno sudafricano condenan enérgicamente la explotación de jóvenes vulnerables por parte de individuos que colaboran con entidades militares extranjeras,” agregó.
Analistas señalan que Sudáfrica tiene una tasa de desempleo de más del 30%, que es aún mayor entre los jóvenes, lo que los vuelve vulnerables al reclutamiento.
La BBC ha encontrado evidencia que sugiere que el Kremlin está trabajando para expandir su esfera de influencia en África.
El Cuerpo de África, un grupo mercenario ruso controlado por el Ministerio de Defensa ruso, ha reemplazado efectivamente al rival grupo militar Wagner en África Occidental, después de que su líder, Yevgeny Prigozhin, muriera en un accidente aéreo.
En agosto, el gobierno sudafricano emitió una advertencia a las mujeres jóvenes para que no caigan en ofertas de reclutamiento en redes sociales que promueven trabajos en el extranjero, particularmente en Rusia.
Una investigación de la BBC descubrió que jóvenes mujeres habían sido llevadas a la Zona Económica Especial de Alábuga en la República de Tartaristán, en Rusia, para trabajar en una fábrica de drones.
Se estima que más de 1,000 mujeres han sido reclutadas en toda África y el sur de Asia para trabajar en las fábricas de armas de Alábuga.
En septiembre, la policía de Kenia dijo haber rescatado a más de 20 personas de una red sospechosa de tráfico que los atrajo con ofertas de trabajo en Rusia, pero con la intención de enviarlos a luchar en Ucrania.
Ucrania ha declarado previamente que tiene ciudadanos de varios países – Somalia, Sierra Leona, Togo, Cuba y Sri Lanka – en campos de prisioneros de guerra.
Ucrania también ha recibido críticas anteriormente por intentar reclutar extranjeros, incluyendo africanos, para que luchen de su lado.
En 2022, el ministerio de relaciones exteriores de Senegal dijo haber convocado al embajador de Kiev para exigir la retirada de una publicación de la embajada en Facebook que instaba a los extranjeros a alistarse para su esfuerzo de guerra.
En ese momento, Nigeria también advirtió que no toleraría la campaña de reclutamiento de Ucrania, lo que la obligó a echarse para atrás.