LA HAYA, Países Bajos (AP) — Los fiscales de la Corte Penal Internacional dijeron el lunes que están tomando medidas para preservar evidencia de la región de Darfur en Sudán sobre posibles crímenes de guerra cometidos por una fuerza paramilitar. Esto pasó después de que capturaron una fortaleza gubernamental clave y, según los informes, mataron a cientos de personas.
La corte “está tomando medidas inmediatas con respecto a los presuntos crímenes en El-Fasher para preservar y recopilar evidencia relevante para su uso en futuros procesamientos,” dijo la oficina del fiscal en un comunicado.
Las presuntas atrocidades “son parte de un patrón más amplio de violencia que ha afectado a toda la región de Darfur” y “podrían constituir crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad,” segun el comunicado.
La semana pasada, las Fuerzas de Apoyo Rápido, un grupo paramilitar poderoso, capturaron la ciudad clave de El-Fasher después de sitiarla durante 18 meses.
Testigos han reportado que los combatientes van de casa en casa, matando civiles y cometiendo agresiones sexuales. Según la Organización Mundial de la Salud, grupos de hombres armados mataron al menos a 460 personas en un hospital y secuestraron a doctores y enfermeras.
Muchos detalles del ataque al hospital y de otra violencia en la ciudad han salido a la luz lentamente, y el número total de muertos sigue sin estar claro.
La caída de El-Fasher anuncia una nueva fase de la brutal guerra de dos años entre las FAR y el ejército en el tercer país más grande de África.
El fiscal jefe de la corte, Karim Khan, dijo al Consejo de Seguridad en enero que había motivos para creer que tanto las fuerzas gubernamentales como las Fuerzas de Apoyo Rápido podrían estar cometiendo crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad o genocidio en Darfur.
Karim Khan se ha apartado temporalmente de su cargo como fiscal jefe de la CPI mientras espera el resultado de una investigación sobre acusaciones de conducta sexual inapropiada, las cuales él niega categóricamente.
A principios de este mes, el tribunal condenó a un sospechoso por crímenes en Darfur por primera vez, después de investigar las atrocidades en el área durante más de dos décadas. Ali Muhammad Ali Abd-Al-Rahman, también conocido como Ali Kushayb, fue declarado culpable de ordenar ejecuciones masivas y matar a dos prisioneros a golpes con un hacha.