Una madre ha sido condenada a veintiséis años de prisión por arrojar a su bebé recién nacido a un contenedor de basura y abandonarla para que muriera en una fría calle del sur de España.
La mujer, identificada como María de los Ángeles VV, fue declarada culpable de homicidio en grado de tentativa después de que los magistrados determinaran que intentó deliberadamente matar a su hija en Utrera, una localidad al sur de Sevilla.
El tribunal escuchó cómo la mujer dió a luz en secreto y sola, para después envolver a la neonata y depositarla dentro de una papelera de residuos domésticos.
Un transeúnte que pasaba en las primeras horas de la madrugada escuchó unos lloros tenues y descubrió a la infante cubierta de sangre, luchando por su vida entre los desperdicios.
Los servicios de emergencia trasladaron de urgencia al bebé al hospital, que presentaba hipotermia y deshidratación.
La pequeña estuvo a minutos de la muerte, pero sobrevivió milagrosamente y desde entonces permanece bajo tutela administrativa.
La madre, que se encontraba en prisión preventiva desde enero de 2024, no mostró emoción alguna durante la lectura del veredicto.
Los jueces describieron su acto como “frío y premeditado”, y concluyeron que tuvo la intención de matar a la criatura “inmediatamente después del parto”.
Su pareja, José Antonio LV, fue condenado como cómplice a una pena de tres años, habiéndose reconocido una discapacidad intelectual parcial que atenuó su responsabilidad.
La sentencia también priva a la madre de la patria potestad y le prohibe contactar con la niña o sus tutores durante veinticuatro años.
Asimismo, deberá indemnizar con 45.000 euros a la pequeña, que se encuentra actualmente en acogimiento.
El caso ha conmocionado a la comunidad de Utrera, cuyos vecinos aún recuerdan la mañana en que hallaron a la bebé.