Se revela un nuevo giro en la historia del fugado streamer británico y estrella de TikTok, Harrison Sullivan, más conocido como HSTikkyTokky, tras aparentar haber regresado voluntariamente al Reino Unido a principios de este mes para enfrentarse a la justicia.
El polémico influencer de 24 años, que cuenta con millones de seguidores en línea, fue arrestado en Marbella en septiembre a raíz de una reyerta en una discoteca ocurrida el 26 de agosto.
Se le acusa de agredir con un vaso a un hombre en el cuello, seccionándole la arteria yugular en un establecimiento nocturno. Según los informes, la víctima solo sobrevivió gracias a que fue trasladada de urgencia al hospital para una cirugía de emergencia que le salvó la vida.
Fuentes policiales indicaron que Sullivan, descrito en comunicados oficiales como «youtuber y boxeador», fue localizado gracias a sus prolíficas publicaciones en redes sociales, donde se le veía deambulando por Puerto Banús, hablando con transeúntes e intentando ligar con chicas. Los vídeos también lo mostraban conduciendo un automóvil de lujo por Marbella sin licencia, la cual había perdido tras estrellar un McLaren valorado en 230.000 libras en Surrey el año pasado.
Posteriormente, Sullivan huyó del país para eludir los cargos, prefiriendo una vida prófugo entre Dubái y Marbella, donde ostentaba un aparente estilo de vida lujoso ante sus seguidores. Publicaba con frecuencia vídeos desde Puerto Banús, gimnasios en azoteas y villas privadas, a menudo rodeado de coches deportivos y amigos del circuito británico de influencers. Incluso había participado en un próximo documental de Louis Theroux sobre la cultura de la masculinidad tóxica, en el que había aceptado aparecer junto a su madre.
Los vecinos que lo reconocían afirmaban que solía vérsele entrenando en gimnasios de boxeo locales y socializando en discotecas de Nueva Andalucía y la Milla de Oro. A pesar de afirmar que ganaba 56.000 libras diarias con el trading online, fuentes cercanas aseguraron a los medios británicos que «siempre andaba buscando dinero» para mantener su imagen, llegando a pedir prestados coches y objetos para sus vídeos antes de que se los embargaran.
Tras su arresto, las autoridades españolas descubrieron que Sullivan era buscado en Gran Bretaña, donde se había emitido una orden de captura nacional tras su fuga. El individuo, que pasó más de un año prófugo, fue extraditado al Reino Unido a principios de este mes después de comparecer ante un juez en Marbella el 29 de agosto. Vistió un jersey y un pantalón grises y solo habló para confirmar su nombre y fecha de nacimiento antes de ser entregado a las autoridades británicas.
Los investigadores españoles han abierto una investigación penal por la agresión, que sigue en curso. El local donde ocurrió el ataque no ha sido identificado y la nacionalidad de la víctima no se ha hecho pública.
Sullivan regresó a Gran Bretaña el 10 de octubre y fue puesto en prisión preventiva tras declararse culpable de conducción peligrosa y conducir sin seguro en el Tribunal de Magistrados de Staines. La sentencia está prevista para el 14 de noviembre. El influencer era buscado desde que no se presentó a una vista judicial en el Reino Unido el pasado noviembre, tras el accidente en el que resultó herido su colega ‘General G’.
Durante su etapa como fugitivo, Sullivan se mofó de la policía en línea y siguió publicando vídeos grabados en España, Dubái y Grecia, alardeando de su riqueza y fama. Su arresto marca quizás el final de una carrera plagada de controversias que ha llevado a que este autoproclamado gurú del fitness sea comparado con Andrew Tate y acusado de promover la misoginia y la masculinidad tóxica.