Una aeronave de reconocimiento rusa interceptada sobre el Mar Báltico.
Crédito: YURTAYEVA_ALLA, Shutterstock
La OTAN, en alerta máxima tras interceptar una aeronave rusa con el transpondedor apagado…
Cazas polacos fueron despachados de urgencia el martes 28 de octubre tras detectarse una aeronave de reconocimiento rusa volando sobre el Mar Báltico sin plan de vuelo y con su transpondedor desactivado, confirmó el ejército polaco.
El incidente no supuso una violación directa del espacio aéreo, pero constituye el último recordatorio de la fragilidad de la situación en la frontera oriental de la OTAN, donde las tensiones con Moscú no han dejado de incrementarse.
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Según el Mando Operativo de Polonia, el avión de reconocimiento Il-20 se encontraba en espacio aéreo internacional, pero su falta de transmisión de señales de identificación motivó una acción inmediata. Las fuerzas armadas señalaron que los cazas polacos interceptaron y monitorizaron la aeronave hasta que esta se alejó de la zona.
“Mantenemos la vigilancia”, afirma el ejército polaco
En declaraciones a la cadena polaca TVN24, Jacek Goryszewski, portavoz del Mando Operativo polaco, señaló que la respuesta demuestra lo alerta que se mantiene la fuerza aérea de Polonia ante amenazas potenciales.
“Permaneremos vigilantes para garantizar que nuestro espacio aéreo no sea violado”, afirmó Goryszewski, recalcando que los pilotos del país están preparados para reaccionar ante cualquier indicio de provocación.
El ejército también confirmó que la aeronave nunca llegó a penetrar el espacio aéreo polaco, pero su vuelo no autorizado activó inmediatamente las alarmas –especialmente tras una reciente oleada de incursiones rusas en los cielos controlados por la OTAN.
Un patrón de provocaciones
En las últimas semanas, los miembros orientales de la OTAN han reportado una sucesión de incidentes preocupantes. En septiembre, tres cazas rusos violaron el espacio aéreo estonio durante aproximadamente doce minutos, tan solo unos días después de que más de veinte drones rusos ingresaran en el espacio aéreo polaco.
La Alianza respondió con firmeza, emitiendo advertencias a Moscú y reforzando las patrullas aéreas en la región. No obstante, los expertos sostienen que estos encuentros forman parte de una estrategia más amplia para evaluar el estado de preparación de la OTAN.
La semana pasada, el General Alexus Grynkewich de la Fuerza Aérea estadounidense, uno de los principales comandantes de la OTAN, declaró a Reuters que, si bien Rusia parece haber dado marcha atrás ligeramente tras la contundente respuesta del bloque, “seguirá probando límites” en los próximos meses.
Alerta máxima en los cielos bálticos
La región del Mar Báltico se ha convertido en uno de los puntos críticos más sensibles de Europa, con vuelos militares, intercepciones y seguimientos por radar casi a diario. La OTAN mantiene cazas en alerta en Polonia, Lituania y Estonia para interceptar cualquier actividad sospechosa.
Polonia, que limita tanto con Bielorrusia como con el exclave de Kaliningrado –fuertemente militarizado por Rusia–, ha reforzado sus defensas aéreas y sistemas de radar, colaborando estrechamente con sus aliados para disuadir nuevas provocaciones.
Aunque la intercepción del martes concluyó de manera pacífica, subraya una realidad más amplia: los cielos de Europa Oriental se están convirtiendo en un nuevo frente en el pulso constante entre Rusia y la OTAN.
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