La relación del sector sanitario con la inteligencia artificial y la transformación digital es una mezcla de entusiasmo e incertidumbre. Aunque los hospitales empiezan a ver retornos de sus despliegues tecnológicos, los líderes reconocen que aún están experimentando y aprendiendo en tiempo real.
Dos ejecutivos de sistemas de salud discutieron el rápido desarrollo de las herramientas digitales la semana pasada en el evento Tête-à-tête Health de MedCity News en Las Vegas, patrocinado por Canopy. Estos líderes —Laura Wilt, directora digital de Sutter Health, y Scott Arnold, director de innovación digital de Tampa General Hospital— consideran que el futuro de la sanidad dependerá de la capacidad de los proveedores para combinar la innovación digital con la empatía y una supervisión adecuada.
Puedes ver a Arundhati Parmar, editora jefe de MedCity, entrevistando a Arnold aquí, y su entrevista con Wilt aquí. Ambas entrevistas en vídeo están también incrustadas al final de este artículo.
La IA agentiva se merece el bombo
De todas las herramientas de IA sanitaria que inundan el mercado, a Arnold le entusiasman especialmente los agentes de IA que automatizan el trabajo no clínico en segundo plano.
Los agentes de IA son herramientas autónomas y específicas diseñadas para realizar funciones con poca o ninguna intervención humana. Algunos sistemas de salud los utilizan para gestionar tareas como la programación de citas, la autorización previa, el procesamiento de documentos y las llamadas telefónicas de pacientes.
Arnold señaló que los primeros experimentos de Tampa General con IA agentiva en sus centros de llamadas ya están dando resultados.
Añadió que cree que el uso de agentes para agilizar las tareas administrativas podría convertirse pronto en un diferenciador competitivo para los sistemas de salud.
“Todavía es pronto para muchos sistemas de salud. Me sorprende que no haya más optimismo al respecto. Es una de esas cosas que, cuando se hace correctamente, puede potenciar realmente tu marca en una comunidad y liberar a mucha gente de realizar mucho trabajo administrativo que, francamente, una máquina puede hacer”, declaró Arnold.
El toque humano no debe perderse
Aunque los proveedores sanitarios despliegan herramientas de IA por todas partes para automatizar tareas rutinarias, la empatía y el toque humano siguen siendo centrales en la atención sanitaria, señaló Wilt. E incluso a medida que más modelos de IA se incorporan en el ámbito clínico, un experto humano permanece en el circuito, destacó.
El clínico —no la herramienta de IA— sigue siendo quien valida los insights, toma las decisiones de tratamiento y se asegura de que la atención se brinde con empatía, explicó Wilt.
“Creo que el uso de la tecnología es maravilloso. Creo que los humanos usan la tecnología —y por lo que desafío a todos nosotros es a asegurarnos de mantener a las personas en el centro de esas decisiones”, comentó.
Arnold también destacó la importancia de mantener el toque humano al desplegar la IA. Subrayó que, si bien la IA está demostrando su valor en lo que respecta a la ciencia de la medicina, nunca se puede esperar que domine el arte de la medicina —el lado humano y matizado de la toma de decisiones clínicas.
Quedan muchas incógnitas en la gobernanza y regulación de la IA
En el ámbito de la gobernanza de la IA, los sistemas de salud aún están aprendiendo sobre la marcha. Por ejemplo, Tampa General tiene un fuerte control sobre dónde se despliega la IA en su sistema, pero están empezando a monitorizar la deriva de los modelos para asegurarse de que su rendimiento se mantenga preciso con el tiempo, dijo Arnold.
El hospital está reorientando algunas funciones del personal para que más personas puedan gestionar y auditar estos sistemas de IA de forma continua, añadió.
Wilt enfatizó también la importancia del monitorización continua.
“Realmente se trata de cómo la adoptas, cómo tomas decisiones en base a lo que descubres, y luego cómo la revisitas también. No puedes dejar que la IA siga funcionando sin monitorizarla —debes tener un programa de monitorización implementado”, afirmó.
Añadió que regular la IA en general es ineficaz, argumentando que los esfuerzos para aumentar la supervisión deberían ser más precisos.
“Decir que vas a regular la IA es como decir que vas a regular Internet”, declaró Wilt. “Creo que definitivamente hay un lugar para normas, guías y monitorización —creo que debe ser muy específico y dirigido.”
Mejorar la satisfacción del personal sanitario
Al medir el éxito de los despliegues de IA, los sistemas de salud deben considerar más que solo el retorno de inversión financiero, señaló Wilt.
“No solo miramos los dólares —miramos el tiempo ahorrado, que podría traducirse en dólares. Observamos oportunidades para hacer quizás más, cómo podrías atender a un paciente adicional, tal vez. También analizamos otro tipo de métricas, como las de experiencia del paciente. Miramos métricas de acceso”, explicó.
Esos factores “aportan un valor real” a una organización y a un médico, añadió Wilt. Para ella, el éxito debe medirse de forma holística, teniendo en cuenta si una tecnología es capaz de facilitar las responsabilidades diarias de un clínico.
Arnold también habló de la urgente necesidad del sector de herramientas que alivien el desgaste profesional de los trabajadores sanitarios.
Como muchos otros médicos en el país, los de Tampa General han estado elogiando las herramientas de documentación ambiental, que a veces pueden reducir la carga de trabajo de un médico en horas por día, señaló Arnold.
Tampa General está rastreando datos sobre retención en relación con el desgaste, y el hospital ya está descubriendo que los asistentes ambientales marcan la diferencia entre que algunas personas se mantengan o abandonen la fuerza laboral clínica, dijo.
“Más de unos cuantos se me han acercado y me han dicho: ‘Scott, iba a jubilarme. Odio la parte administrativa del trabajo. Lo que ustedes implementaron, esta tecnología ambiental, me ha liberado de la actividad nocturna que solía hacer —y puedo pasar un poco más de tiempo con mi familia, así que voy a seguir un poco más’”, comentó Arnold.
En sus esfuerzos por seguir mejorando la retención, Tampa General también ha desplegado los escáneres de detección de armas de Evolv en sus instalaciones para reducir la tasa y severidad de la violencia laboral.
El sistema ha disuadido amenazas potenciales, y los miembros del personal también tienen acceso a botones de pánico digitales en sus estaciones de trabajo para alertas de emergencia, afirmó Arnold.
Estos esfuerzos demuestran que el valor de la tecnología va más allá de la eficiencia o el ahorro de costes —las herramientas digitales también pueden apoyar al personal y mejorar la seguridad.
Foto: Vithun Khamsong, Getty Images