Los jueces en Camerún han rechazado las peticiones para cancelar parcial o totalmente las muy disputadas elecciones presidenciales. Anunciaron que darán a conocer los resultados el lunes.
Las principales ciudades del país han sido escenario de protestas. Los partidarios de la oposición alegan que los comicios del 12 de octubre estuvieron marcados por irregularidades, como el robo de urnas.
Los jueces del Consejo Constitucional desestimaron ocho recursos, citando falta de pruebas suficientes sobre las irregularidades o falta de jurisdicción para anular los resultados.
El candidato opositor Issa Tchiroma Bakary se ha autoproclamado ganador, una afirmación rechazada por los aliados del presidente Paul Biya, de 92 años, que busca un nuevo mandato de siete años.
Biya lleva 43 años en el poder y solo asistió a un mitin de campaña antes de las elecciones.
Tchiroma Bakary, de 76 años, es un ex portavoz del gobierno que se separó de Biya para desafiar su poder. Él se negó a presentar quejas ante el Consejo Constitucional, cuyos jueces han sido nombrados por Biya, y en su lugar se declaró el “presidente legal y legítimo”.
En un video publicado en redes sociales, Tchiroma Bakary dijo que había ganado las elecciones con aproximadamente el 55% de los votos, basándose en lo que dijo eran resultados que representaban el 80% del electorado.
“Si el Consejo Constitucional proclama resultados falsificados y truncados, será cómplice de una traición”, declaró.
Tchiroma Bakary también advirtió que “con la espalda contra la pared, el pueblo no tendrá más remedio que tomar su destino en sus propias manos y buscar la victoria donde sea que la encuentre”.
El partido gobernante de Biya ha desestimado sus afirmaciones de victoria y varios funcionarios lo han calificado de ilegal, porque solo el Consejo Constitucional puede anunciar los resultados oficiales.
La influyente Iglesia Católica pidió esta semana a los jueces que se aseguren de que el veredicto refleje la voluntad de los votantes.
Las crecientes tensiones han generado temores de violencia pos electoral en un país ya afectado por un conflicto separatista en las regiones anglófonas y la insurgencia de Boko Haram en la región del Extremo Norte.
