El gobierno izquierdista de España publicará el próximo mes un listado de símbolos de la dictadura del General Francisco Franco que deberán ser retirados de los espacios públicos, anunció este miércoles el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
La medida coincidirá con el quincuagésimo aniversario del fallecimiento de Franco, quien gobernó España con mano de hierro tras alzarse victorioso en la guerra civil de 1936-39, la cual se cobró cientos de miles de vidas.
Sánchez declaró en el Parlamento que, antes de que finalize noviembre, su gobierno hará pública “una lista exhaustiva de los símbolos y elementos franquistas, para que puedan ser finalmente eliminados de nuestro país y de nuestras calles.”
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Desde la imposición de arcos neoclásicos hasta placidas plazas que homenajean a leales al régimen, los vestigios de los casi cuarenta años de gobierno de Franco permanecen grabados en el paisaje público.
El colectivo Debería Desaparecer, creado en 2022 para rastrear lo que denominan vestigios ilegales de la dictadura, afirma que aún perduran más de 6.000 de estos símbolos.
Uno de los más prominentes es el Arco de la Victoria de Madrid, de 50 metros de altura, construido en la década de 1950 en una concurrida glorieta para conmemorar el triunfo de los nacionales, respaldados por el fascismo, en la contienda civil.
Tras la muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975, España experimentó una transición hacia la democracia.
No obstante, una ley de amnistía global aprobada por el legislativo en 1977 protegió tanto a antiguos cargos del régimen como a activistas antifranquistas de posibles procesamientos.
Muchos símbolos de la dictadura permanecieron intactos.
Los esfuerzos por hacer frente al pasado han ganado impulso en las últimas décadas.
En 2007, el entonces Presidente del Gobierno socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, promulgó la “Ley de Memoria Histórica”, que obligaba a las instituciones públicas a retirar la iconografía franquista de los espacios públicos.
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Dicho impulso se intensificó en 2018 cuando Sánchez, también socialista, accedió a la presidencia del Gobierno.
Al año siguiente, su gobierno exhumó los restos de Franco del Valle de los Caídos —una vasta basílica subterránea cercana a Madrid— y los trasladó a un panteón familiar más discreto, con el fin de evitar que su tumba se convirtiera en un santuario para simpatizantes de la ultraderecha.
En 2022, se introdujo una nueva “Ley de Memoria Democrática”, para honrar a las víctimas de la dictadura y presionar a los gobiernos locales a eliminar los símbolos del régimen.
El principal partido de la oposición, el conservador Partido Popular (PP), se ha opuesto a la retirada de los símbolos de la era franquista, tachándola de estar políticamente motivada y de perjudicar la unidad nacional.
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