Los lattes de matcha en nuestras mesas, los conjuntos de yoga rosa bebé en nuestros armarios y los moños tirantes en nuestros espejos… no hay nada que nos guste más para empezar el día. Después de casi cuatro años de ver a las chicas inspiradas por Hailey Bieber, con su piel radiante, poco maquillaje, conjuntos de Alo Yoga en tonos neutros y sus enormes tazas Stanley en la mano, tomando nuestras páginas de redes sociales, nosotros las hemos seguido. A veces sin ni siquiera darnos cuenta, pero sin duda estamos contentas de haberlo hecho. Aquí te explicamos porqué.
Además de todos los productos de skincare carísimos, las dietas saludables, los paseos matutinos y las clases de pilates que son, sin duda, movimientos conscientes, la cultura ‘clean girl’ también está ligada a un movimiento de moda específico que tiene una gran influencia en nuestro bienestar general. El guardarropa de una ‘clean girl’ certificada vive en tonos apagados de blanco, gris, beige y rosa bebé. El color es poderoso, tiene impacto y habla a nuestros sentidos. El blanco se asocia con la pureza y la plenitud. Usarlo se siente como estar frente a un lienzo en blanco: creativa, motivada e intencional. El gris es el color del control y la estabilidad. Es el color de los pensamientos claros y de exhalar, el equilibrio perfecto entre el negro y el blanco. El beige irradia calidez, simplicidad y elegancia. Es reconfortante y atemporal. El rosa suave es un color dulce, nutritivo y romántico. Seamos ‘clean girls’ o no, aquellas que empezaron a añadir rosa en su armario, notaron una reconexión con una versión más joven de sí mismas y con su energía femenina.
Pero el enfoque ‘clean girl’ no se trata solo de paletas de colores, sino de la forma en que elegimos movernos con facilidad y de cómo pequeñas elecciones y cambios pueden hacer que nuestros días se sientan más amables. Todo comienza en casa. Lo que buscamos por la mañana, durante el primer sorbo (ojalá sea de matcha ya), establece el tono para el resto del día. La clave está en los conjuntos coordinados, las texturas suaves y las siluetas naturales. Un conjunto a juego no solo puede eliminar toda la ansiedad matutina de vestirse, sino que también puede hacernos sentir plenas y completas. Y cuando está hecho de algodón, cachemir o mezclas de seda, se siente como un suspiro de alivio. Hay algo reconfortante en los materiales, las líneas suaves y las formas fluidas que respiran y se mueven con nosotras.
Quizás todas estamos buscando algo que nos haga sentir limpias, no solo por fuera, sino también por dentro.
