Los viajes a Mallorca experimentarán un encarecimiento si la ministra de economía británica, Rachel Reeves, decide incrementar los impuestos en el presupuesto del próximo mes, según han advertido los dos mayores operadores turísticos del Reino Unido. Neil Swanson, director gerente de TUI UK, manifestó que las vacaciones resultarán prohibitivas para cierto sector de la población si la ministra lleva a cabo esta medida. Por su parte, Steve Heapy, consejero delegado de Jet2, expresó su inquietud ante la posibilidad de que el presupuesto suponga una subida impositiva de 50 mil millones de libras anuales y “perjudique a la clase media británica”.
Reeves ha reconocido que baraja posibles aumentos de impuestos y recortes de gasto en el presupuesto que presentará el 26 de noviembre, con el objetivo de cubrir un déficit que algunos economistas sitúan en torno a los 50 mil millones de libras. Ya en su primer presupuesto en octubre del año pasado, anunció una subida de impuestos de 40 mil millones anuales.
Swanson alertó de que las compañías de viajes se verían forzadas a elevar los precios de los paquetes vacacionales si se produjese una nueva escalada de los gravámenes empresariales. Afirmó: “No podremos absorber los costes adicionales que ello conllevaría, por lo que tendríamos que trasladar parte o la totalidad de ese incremento a los clientes, en función de lo que finalmente ocurra.”
“Eso excluirá a un segmento del mercado. Lo ideal es que los viajes estén al alcance de todos, no solo de quienes disponen de mayor poder adquisitivo. Necesitamos que el Gobierno nos ayude a impulsar el crecimiento que la economía precisa.”
Añadió: “Si se nos imponen demasiados obstaculos, lograr ese objetivo será realmente difícil.”
Heapy señaló que la presión fiscal es “incluso mayor que durante el mandato conservador”, y que su compañía ya ha sufrido un impacto de 25 millones de libras debido al incremento de las cotizaciones empresariales a la seguridad social y a la subida del salario mínimo interprofesional anunciados en el último presupuesto. “Todo apunta a que los impuestos volverán a subir,” comentó.
“No considero que sea sostenible.” Al ser preguntado si estas alzas impositivas conllevarían un aumento en el precio de las vacaciones, Heapy respondió: “Probablamente sí, porque si el presupuesto es percibido de forma negativa, la divisa (británica) podría depreciarse, y si la moneda se debilita, los costes de importación se incrementarán.”
Heapy afirmó que su mensaje para Reeves sería “que deje de tratar a la clase media británica como un pozo sin fondo”, puesto que no cree que sea posible “salir de una situación económica compleja mediante el mero aumento de los impuestos”.
