Se trata de la mayor resurgencia empresarial de este siglo, pero también de la menos conocida: el sector de viviendas para la tercera edad está experimentando un auge repentino.
Cinco años después de verse estrangulado por los confinamientos de la Covid, la demanda de este tipo de residencias se disparó hasta alcanzar un récord histórico este año. El número de unidades ocupadas ha llegado a su nivel más alto jamás registrado, con 625.800 al cierre del segundo trimestre de 2025. Las tasas de ocupación superan el 88%, lo que supone un incremento del 13% desde los momentos más crudos de la pandemia.
La creciente demanda de todo tipo de residencias para mayores está impulsando los precios al alza. Las tarifas de alquiler en comunidades para vida independiente aumentaron un 4,25% este año, hasta los 4.402 dólares mensuales, mientras que en las residencias asistidas el aumento fue del 4%, alcanzando los 6.976 dólares al mes.
Todos los indicios señalan que la oferta de viviendas se tensionará aún más, y que los precios continuarán subiendo. Una desaceleración nacional en la construcción, motivada por los altos tipos de interés y la cautela inversora residual de la pandemia, ha supuesto que solo se hayan añadido 809 nuevas unidades a nivel nacional en el último trimestre. Se trata del incremento de inventario más reducido de los últimos 20 años.
Los ciclos de auge y caída son un hecho habitual en muchas industrias estadounidenses, pero pocas se han recuperado tan rápido como el sector de las residencias para mayores, que incluyedesarrollos para vida independiente, asistida y cuidados enfermeros.
Durante el confinamiento por Covid, nuestros corazones se rompían con demasiada frecuencia al ver cómo los más frágiles sucumbían ante el virus contagioso. Las personas mayores desconfiaron de la vida en comunidad y muchos pospusieron procedimientos que requerían cuidados postagudos de recuperación. Los índices de ocupación se desplomaron. Los operadores de cientos de hogares de ancianos se acogieron a procedimientos de bancarrota, y la construcción de nuevos proyectos cayó a mínimos históricos.
Pero cuando la pandemia terminó, potentes factores demográficos comenzaron a imponerse. El tan anticipado “tsunami plateado” de las jubilaciones de la generación del baby boom está finalmente llegando a la orilla.
Actualmente, hay más estadounidenses cumpliendo 65 años que en cualquier otro momento de la historia: 11.200 personas cada día, más de 4 millones al año, conformando un total de 76 millones de personas, la generación de mayores más numerosa jamás vista. Dentro de 10 años, el número de personas mayores de 65 años superará, por primera vez en la historia de EE. UU., al de menores de 18.
Todos estos boomers necesitan vivir en alguna parte. Y con la esperanza de vida en aumento de nuevo tras la pandemia, los estadounidenses recurren cada vez más a las comunidades para seniors.
A diferencia de generaciones anteriores, los boomers habían sido más reacios a mudarse a estas comunidades, prefiriendo envejecer en sus propios hogares. El negocio de la atención sanitaria a domicilio está creciendo significativamente, pero se enfrenta a un serio obstáculo: la escasez de trabajadores. Seis de cada diez agencias de cuidado en el hogar reportan una importante escasez de personal, y un estudio indica que existe un déficit nacional de 446.000 auxiliares de salud a domicilio.
Además, la atención sanitaria en casa se vuelve más costosa a medida que las personas envejecen: una regla general común es que el cuidado en el hogar resulta más caro que la vida en comunidad si se necesitan más de 40 horas de atención por semana.
Impulsado por un fuerte viento de cola demográfico, el sector de viviendas para mayores está atrayendo miles de millones de dólares en inversión de capital privado y REITs (fondos de inversión inmobiliaria). Los REITs sanitarios se han cuadruplicado en tamaño desde el año 2000. Los inversores inmobiliarios suelen priorizar la fiabilidad frente a los grandes premios, pero el año pasado obtuvieron ambas cosas, ya que los REITs del sector salud registraron una rentabilidad total del 24,2%.
Por supuesto, las grandes inversiones de capital externo en este sector también pueden conllevar desventajas. Muchos inversores nuevos en el ámbito sanitario quieren reducir el negocio a simples números.
En última instancia, sin embargo, las residencias para mayores tratan sobre personas: su salud, confianza, comfort y seguridad. El cuidado de los mayores ofrece algunas de las experiencias más gratificantes y también algunas de las más duras. No hay muchos otros negocios tan directamente ligados al bienestar de sus clientes, las 24 horas del día, los 7 días de la semana, cada día, cada noche y en cada estación.
La industria de las viviendas para la tercera edad se enfrenta ahora a la oportunidad de su vida. El negocio puede tratar sobre alojamiento, pero el éxito o el fracaso lo decidirá la felicidad de decenas de millones de personas mayores.
Foto: Getty Images
Joel Theisen RN, BSN es director ejecutivo y fundador de Lifespark, una empresa líder en salud integral para personas mayores con sede en Minnesota. ¡Le apasiona empoderar a todos los seniors para que envejezcan de forma magnífica!
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