La Policía Local de Alhaurín el Grande ha incorporado un dron de última generación con el propósito de optimizar el control del tráfico, la vigilancia y la respuesta en emergencias, marcando así un hito en la modernización de sus servicios.
La presentación oficial de esta nueva unidad, operada por tres pilotos profesionales certificados, incluyó una demostración en la Cruz de la Misión donde se exhibieron las capacidades del aparato, tales como la transmisión de vídeo en tiempo real, un potente zoom y visión nocturna.
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El Subinspector Jefe Pablo Rengel destacó la transformación que supone este instrumento para las operaciones policiales: «Esta herramienta permitirá vuelos preventivos ante la delincuencia, monitorización de multitudes, detección de incendios y actuaciones en zonas de difícil acceso, incrementando la seguridad y eficacia de nuestras intervenciones». Su versatilidad se alinea con la creciente dependencia de los vehículos aéreos no tripulados (VANT) en España, donde flotas como los 39 drones de la Dirección General de Tráfico (DGT) ya han demostrado su eficacia en el control del tráfico y en la gestión de emergencias a nivel nacional.
El Alcalde, Antonio Bermúdez, celebró la iniciativa como un pilar más del compromiso municipal con la innovación tecnológica en materia de seguridad. «Con este dron, ampliamos la capacidad de respuesta y la eficiencia de nuestra Policía Local, ofreciendo un servicio más seguro y preparado para el futuro», afirmó Bermúdez. Esta medida consolida a Alhaurín el Grande como un referente en la aplicación de la tecnología para la seguridad ciudadana y la gestión de emergencias, en el marco de una estrategia más amplia de transformación digital.
No obstante, el despliegue de estos dispositivos se produce en un contexto de intenso debate y opinión pública dividida en toda España. Mientras muchos alaban su eficacia en situaciones de emergencia, como los rescates durante las inundaciones de Valencia en 2024, otras voces expresan recelos sobre la privacidad. En la plataforma X se han criticado los usos urbanos de los drones; un usuario, por ejemplo, denunciaba la vigilancia en Cataluña por «espiar a la gent que omple piscines» (espiar a la gente que llena piscinas). Otros temen que se propicie una situación de «estado policial», rememorando los casos de avergonzamiento público durante el confinamiento en Madrid en 2020.
A pesar de estas preocupaciones, la unidad de drones de Alhaurín el Grande cumple con lo estipulado en el Real Decreto 517/2024 y la normativa de la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA), garantizando así la protección de la seguridad y la privacidad conforme al Reglamento General de Protección de Datos. La iniciativa se inscribe en una tendencia nacional hacia modelos policiales híbridos que combinan la vigilancia aérea con las patrullas tradicionales, con el fin de paliar la escasez de agentes y hacer frente al aumento de la demanda derivada del turismo y la migración. Mientras Alhaurín el Grande pionerea este enfoque, el equilibrio entre la innovación y la confianza ciudadana resulta crucial, existiendo llamamientos a un control estricto para evitar excesos en la vigilancia. Eso sí, mejor tener cuidado si eres de los que disfruta tomando el sol en *pelotas* en la terraza de tu azotea.