Hace unos meses me invitaron a someterme a un escáner corporal integral en el este de Londres. Neko Health es una de las varias clínicas de diagnóstico que, por un precio, utiliza electrocardiogramas, análisis de sangre y un escáner cutáneo parlante para examinarlo. La compañía afirma que puede detectar diversos problemas cardiovasculares y metabólicos subyacentes, evaluar el riesgo de desarrollar prediabetes e identificar lunares sospechosos.
Desde fuera, el centro semeja un gran sepulcro de cristal. En el interior, se asemeja más a un spa de paredes curvas con agradables vestuarios, salas de examen privadas y plantas en macetas. Lamentablemente, no hay piscina. Todo el proceso dura menos de una hora e incluye (entre otras cosas) un escaneo en su mayor parte desnudo, varias extracciones de sangre, una prueba de fuerza de prensión y, al final, tras un rápido análisis de datos, una consulta con el médico de cabecera. La mayoría de los pacientes (incluido yo) se van con un estado de salud relativamente bueno, pero atentos a problemas futuros. En su primer año de funcionamiento, Neko afirma que el 1% de sus pacientes recibió información potencialmente vital, lo cual no es desdeñable. La idea subyacente es que estos datos puedan servir para informar a la Sanidad Pública (u otros proveedores de atención médica), orientar a las personas acerca del tratamiento necesario y, en última instancia, prolongar la vida. ¿Acaso damos la bienvenida a la era de la atención sanitaria preventiva?
En comparación con algunas clínicas privadas del mercado, Neko, fundada por el cofundador de Spotify, Daniel Ek, y con dos emplazamientos en Londres, no resulta tremendamente cara: 299 libras, frente a las casi 2000 del Prenuvo avalado por Kardashian, que pronto llegará a Londres. Aunque su precio es irrelevante a menos que logres saltarte la lista de espera de 100.000 personas de Neko en el Reino Unido o en Suecia, su país de origen. Entre los que sortean dicha espera se hallan algunas celebridades (y miembros de la prensa menos influyentes, como yo). Quizás los hayas visto en redes sociales, donde competir por ser un Adán parece mucho más plausible si vistes una bata de color amarillo mantequilla mientras te baña el resplandor de un anillo de luz.
Proactivo… emplazamiento de Neko en Spitalfields. Fotografía: Ståle Eriksen/Neko Health
Mi experiencia con Neko fue francamente placentera. No duele. Disfruté flotando por sus estancias de colores pastel calzado con sus chancletas Nike. E incluso valoré la experiencia sin prisas, aunque quizás esto sea más un reflejo del estado de la Sanidad Pública tras años de desinversión. En conjunto, un diez sobre diez por la experiencia.
La cuestión crucial es si merece la pena, lo cual resulta más complejo de analizar. En parte porque carece de un grupo de control y porque una crítica entusiasta por mi parte dependería de que hubiese encontrado algo, momento en el cual probablemente estaría menos preocupado por otorgarle cinco estrellas en Yelp. También cabe señalar que no realiza radiografías, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas, por lo que solo puede detectar anomalías sanguíneas y cánceres de piel. Las personas de mi árbol genealógico han estado plagadas de tumores, y, si bien me aseguraron que ninguno de mis lunares tenía aspecto sospéchoso, todo lo que puedo hacer ahora es seguir viviendo mi vida a la espera de un crecimiento indeseado, supuesto que no me ahogue antes en una inundación.
El problema de un sistema de dos velocidades que comienza con un servicio de cribado privado es que la carga recae sobre uno mismo y sobre la Sanidad Pública, que potencialmente debe realizar la ardua labor del tratamiento. El profesor Azeem Majeed, médico de cabecera y experto en atención primaria y salud pública del Imperial, declaró a The Guardian el año pasado que los escáneres de Neko eran tecnológicamente más avanzados e incluían pruebas adicionales, en comparación con el programa NHS Health Check, que examina a personas de entre 40 y 74 años.
No obstante, Majeed señaló que “afrontar los rápidos avances en las evaluaciones médicas privadas supondrá un desafío para la Sanidad Pública y es esencial que estas evaluaciones añadan valor a la salud de las personas y no generen trabajo adicional —o ansiedad en los clientes— sin beneficios claros”. Aunque imagino que algunos de los clientes de Neko dispondrán de otras opciones de atención médica privada guardadas en sus carteras.
El diagnóstico precoz es vital para tratar enfermedades graves como el cáncer, por lo que el atractivo de estas pruebas es obvio. Pero estos escaneos exploran algo más profundo, una iteración de lo que se observa entre dictadores y los gurús de Silicon Valley, esa cohorte ufana que sinceramente cree que pueden vivir eternamente —o, en el caso del fundador de Palantir y aliado de Trump, Peter Thiel, no está seguro de que la humanidad deba perdurar en absoluto.
Rumbo al futuro… Neko. Fotografía: Ståle Eriksen/Ståle Eriksen/Neko Health
Neko no inventó nuestra preocupación por la longevidad, del mismo modo que no es novedad que los ricos vivan más. Algunos incluso aparentan menos edad. La industria de la belleza había estado combatiendo el paso del tiempo durante siglos antes de que yo me aplicase Nivea en el rostro por primera vez siendo adolescente. La prevención es solo una nueva forma de expresarlo, y la atención sanitaria preventiva de pago es una traslación natural de aquellos productos de belleza preventivos.
Suscríbase a Fashion Statement
Estilo, con sustancia: lo que realmente es tendencia esta semana, un compendio del mejor periodismo de moda y sus dilemas de vestuario resueltos
Nota sobre privacidad: Los boletines pueden contener información sobre organizaciones benéficas, anuncios online y contenido patrocinado por terceros. Si no tiene una cuenta, crearemos una cuenta de invitado para usted en theguardian.com para enviarle este boletín. Puede completar el registro completo en cualquier momento. Para obtener más información sobre cómo utilizamos sus datos, consulte nuestra política de privacidad. Utilizamos Google reCaptcha para proteger nuestro sitio web y se aplican la política de privacidad y las Condiciones del servicio de Google.
tras la promoción del boletín
La belleza preventiva hunde sus raíces en el terror existencial de que algún día aparentaremos tener la edad que realmente tenemos.
Sumándose a términos de belleza como “envejecimiento lento” (masivo en 2025, según los pronosticadores de tendencias WGSN), y “prejuvenecimiento” (ubérrimo en mi bandeja de entrada), el objetivo de la prevención no es detener o revertir el tiempo, conceptos con los que la Autoridad de Normas Publicitarias ha discrepado. Se trata de retardarlo. Es sintomático de hasta dónde llegaremos para amoldarnos a estándares imposibles: otro instrumento con el que las mujeres solíamos flagelarnos, como si la responsabilidad recayese únicamente en nosotras. El negocio de la belleza preventiva se presenta casi desdeñuoso hacia el antienvejecimiento, particularmente los estiramientos faciales y los retoques, que parecen frívolos en comparación con una crema nocturna. Sin embargo, ambos tienen sus raíces en el terror existencial de que algún día pareceremos tan viejos como en realidad somos.
He probado muchas de esas cremas. Disfruto del proceso. Y me atrevería a afirmar que algunas de ellas mejoran mi aspecto. Pero no son superiores a un sueño reparador, a una buena genética o, en general, a una vida más sosegada. Aun así, son soluciones para algo que escapa a tu esfera de control. Por mucho que uno suscriba la perspicacia de Susan Sontag de que el envejecimiento es “una crisis de la imaginación más que de la ‘vida real’”, la sociedad –y la industria de la belleza– seguirán haciéndote creer que eres anciano en cuanto dejas de ser novedoso.
Sobre el papel, Neko y sus análogos no pretenden estafar a la población; eso sería absurdo. Y los beneficios de una intervención temprana para la salud son, obviamente, una cuestión muy distinta a la de una intervención prematura sobre las arrugas. Pero en el fondo (escáneres, cremas, lo que sea) todo es una batalla contra la naturaleza, solo que abordada de formas sutilmente diferentes. Tras haber explorado y explotado cada centímetro de nuestro planeta, ahora pretendemos colonizarnos a nosotros mismos, de burlar la mortalidad. O, al menos, suavizar sus estragos.
Para acceder a la versión íntegra de este boletín, con los temas de tendencia de esta semana en The Measure y sus dilemas de armario resueltos, suscríbase para recibir Fashion Statement en su bandeja de entrada todos los jueves.