Romper con la pareja más famosa en un dúo del espectáculo es algo arriesgado. Lo hizo Larry David. También Andrew Ridgeley. Ahora, esta película ingeniosa y tristísima del guionista Robert Kaplow y el director Richard Linklater narra la historia casi insoportable del letrista de Broadway, Lorenz Hart, justo después de su separación de Richard Rodgers. Ethan Hawke lo interpreta con una actuación brillante y exagerada, un peinado imposible y una estatura falsa, ya que a menudo lo reducen digitalmente de tamaño. Otras veces lo filman parado en un hoyo fuera de cámara para que mire con patetismo a los personajes más altos, enfrentando el desafío vertical de Hart, como cuando José Ferrer interpretó al pequeño Toulouse-Lautrec.
Hawke logra grandes risas, cargadas de cinismo mundial, con los comentarios de Hart sobre la homosexualidad oculta en la película Casablanca y el musical demasiado alegre que acaba de ver, con todos esos cowboys girando lazos; lo llama acidamente ‘Okla-homo’. La identidad sexual de Hart es compleja: esta película triangula de forma efectiva su homosexualidad con la persona heterosexual que inventaron para él en el musical de 1948 ‘Words and Music’ (con Mickey Rooney como Hart). Además, extrapola inteligentemente una especie de bisexualidad a partir de las cartas de Hart a su protegida: la joven estudiante de Yale y aspirante a diseñadora escénica, Elizabeth Weiland, interpretada aquí con un descuido juvenil por Margaret Qualley.
Como parte del legendario equipo de composición de Broadway junto al compositor Rodgers, Hart fue responsable de canciones inigualables como ‘The Lady Is a Tramp’, ‘Manhattan’, ‘My Funny Valentine’ y, por supuesto, ‘Blue Moon’. Pero, exasperado por el alcoholismo, la falta de confiabilidad y los arranques depresivos de Hart, Rodgers rompió con él y se asoció con Oscar Hammerstein II para escribir ‘Oklahoma!’ y luego una seguidilla de éxitos en teatro y cine. La película imagina a un Hart profundamente deprimido en el estreno de ‘Oklahoma!’ en Nueva York en 1943, mirando con una desesperación envidiosa cómo avanza la obra, despreciando su sensiblería simple, odiando el signo de exclamación al final del título, pero terriblemente consciente de su eficacia letal. Él reconoce un éxito cuando lo ve, y se siente descender hacia el fracaso.
Incluso antes del intermedio, Hart sale miserablemente y se dirige al bar de Sardi’s, donde transcurre el resto de la película, y espera a que la compañía (inevitablemente) triunfante de ‘Oklahoma!’ llegue a su after-party. Sabe que es su deber en el espectáculo felicitar a Rodgers, fingir que todo está bien. Con una contención elegante, Andrew Scott interpreta a Rodgers, claramente incómodo por lo que ambos saben que es la humillación de Hart; le ofrece un consuelo a su orgullo en forma de un trabajo temporal escribiendo nuevas canciones para su espectáculo existente, ‘A Connecticut Yankee’, lo que solo empeora las cosas.
Bobby Cannavale hace del barman que, al estilo tradicional, escucha con simpatía las arias de desesperación agria de Hart; Patrick Kennedy interpreta a E.B. White, a quien Hart le da accidentalmente la idea para su libro infantil ‘Stuart Little’; y Qualley interpreta a Weiland, la inalcanzablemente bella estudiante de Yale de la que, según la película, Hart está complicada y autodestructivamente enamorado. Hart ya fue abandonado por Rodgers. ¿Seguro que el universo no puede ser tan cruel como para que Weiland también lo abandone? Pero Qualley retrata sin piedad a una joven que quiere que Hart sea ese amigo íntimo, risueño y sexualmente inofensivo, a quien puede contarle sus aventuras con chicos, y también, por supuesto, el personaje poderoso de Broadway que puede impulsar su carrera.
Hawke muestra que Hart en parte siente un placer voyerista al escuchar sobre estos chicos, pero también está genuina y trágicamente embobado con Weiland. La película aborda algo raramente tocado en filmes sobre el mundo del teatro musical o el cine: la terrible superposición entre el fracaso profesional y el romántico. Sin embargo, en cierto nivel, Hart está desafiante y sabiendo que lo que ha logrado sobrevivirá. Es una actuación tremenda de Hawke. Esto podría ser un musical de teatro, pero… ¿quién escribirá las canciones?
‘Blue Moon’ se presentó en el festival de cine de Londres; se estrena el 17 de octubre en EE. UU., el 14 de noviembre en el Reino Unido y el 29 de enero en Australia.