Pep Guardiola ha sido el cerebro de muchas versiones del Manchester City. Los grandes pensadores pueden adaptarse en la mayoría de las circunstancias, muchas veces sin perder el éxito. Evolucionar tácticas es como un juego para Guardiola – y él casi siempre gana.
Con los años, la evolución ha tenido muchos cambios, incluyendo el revolucionario lateral invertido, el portero que juega con los pies, el falso nueve, el medio campo en caja. La lista continua.
Cada una de estas eras tuvo un héroe famoso. Algunas más de uno. Todos admirados por su rol técnico en formar la máquina ganadora de títulos de Guardiola. Hablamos de los Fernandinho y Kevin De Bruyne de este mundo. Las piezas centrales.
Rodri fue un caso particularmente especial. Tiene un Balón de Oro para probarlo.
En esa época, pocos jugadores representaban la indispensabilidad como él. Es tan único que no había, y quizás todavía no hay, un reemplazo directo, y al Man City le ha ido mal cada vez que él no está, lo cual, desde septiembre de 2024, ha sido muy frecuente.
El mediocampista ha podido empezar solo cuatro partidos esta temporada, completando 293 minutos – menos del 50 porciento del tiempo de juego disponible. Claro, ese es el enfoque sensato porque la rotura de ligamento cruzado que tuvo pasó hace solo 13 meses, y esas lesiones normalmente toman más de un año para rehabilitar completamente.
Antes de eso, el éxito del Man City y el rendimiento de Rodri estaban intrínsecamente ligados. Su bien documentada mala racha al final del año pasado se puede rastrear – casi al día – hasta la última aparición de Rodri contra el Arsenal.
Los resultados literalmente cayeron de un acantilado después de eso. Las estadísticas cuentan la historia mejor.
Desde el inicio de la temporada 2021/22, el City ha perdido 14 de sus 48 partidos de liga sin Rodri, comparado con solo 8 derrotas en 111 juegos con él. Con Rodri, el City promedia 2.4 puntos por partido, sin él 1.8. Matemáticas fáciles.
Lo que el último año ha demostrado, muy claramente, son los problemas que surgen cuando un jugador tan excepcional desaparece. Guardiola ha tenido que romper el libro de reglas por eso. La fase del Rodri talismán como la conocemos se acabó.
Quizás ese ciclo, uno con la maestría de pase de Rodri en su centro, ya estaba llegando a su fin natural, junto con el desarrollo táctico del fútbol en general, pero la ausencia del español sin duda aceleró el cambio. La salida de De Bruyne subraya más el cambio.
Y entonces, ¿qué ofrece Rodri, uno de los mejores mediocampistas del mundo, a un Manchester City mucho menos metódico – cuando el método de posesión que una vez definió a los equipos de Guardiola casi ha desaparecido?
El City promedia 57.6 por ciento de posesión y hace 541 pases por cada 90 minutos en la Premier League, las cifras más bajas de un equipo de Guardiola desde que es entrenador de primera división. Eso incluye su tiempo en el Barcelona y el Bayern Múnich.
El cambio marca una salida muy radical del estilo que hizo a Rodri tan fundamental. Antes, el juego simplemente giraba alrededor de él. Él era el titiritero.
Pero ahora el City ataca con contraataques rápidos, usando el dinamismo de sus jugadores por las bandas para cambiar de defensa a ataque con menos necesidad de un intermediario. Han marcado los mismos goles por ese método (tres) que cualquier otro equipo en la liga esta temporada. Están contragolpeando a los equipos de una manera muy similar a como los rivales los explotaron la temporada pasada.
La búsqueda del club para fichar jugadores buenos en este estilo más transicional – Jeremy Doku, Savinho, Omar Marmoush – es más evidencia del movimiento de Guardiola para adoptar, como él lo llama, “el fútbol moderno”. En las últimas tres ventanas de fichajes, el City ha comprado jugadores con una de las mejores habilidades 1 contra 1 en Europa. La buena forma de Doku es quizás el mejor indicador del diseño más vertical del City.
También se posicionan más atrás, comprimiendo el mediocampo mientras ofrecen a la delantera y a Erling Haaland la oportunidad de explorar el espacio detrás de la defensa. El ritmo galáctico de goles de Haaland sugiere que está disfrutando la libertad.
Junto con este cambio está, por supuesto, la menor disponibilidad de Rodri, un tema que molesta a Guardiola hablar. Después de que el City concedió un gol tarde en la visita al Mónaco en la Champions a principios de mes, tras la salida de Rodri del partido, le preguntaron a Pep si su rol puede ser cubierto por solo un jugador.
“No podemos jugar con 12,” respondió. “Sé que Rodri es irreemplazable en muchas cosas, pero no puede jugar cada tres días. Y cuando Nico González entró, concedimos menos contraataques. Rodri no puede aguantar el ritmo partido tras partido, 90, 90 minutos.”
Después de que el mediocampista salió cojeando del partido contra el Brentford hace dos semanas, Guardiola repitió un mensaje similar: “Intentamos cuidarlo, pero es lo que hay.”
Claramente todavía hay un lugar para el control de Rodri y su técnica de pase casi perfecta, pero ya no es la única manera. Como el mismo Rodri, de 27 años, reconoció en agosto: “No soy Messi, no voy a volver y hacer que el equipo gane cada semana.”
Además, Guardiola está entendiendo poco a poco mejor esta última transformación. En 2025, el City promedia más puntos por partido que cualquier otro equipo (2.04 – 53 en 26). Son los máximos goleadores de la liga este año (55), y tienen la misma cantidad de victorias (16, igual que el Liverpool).
El enfoque del City en ser más rápido y más directo sin perder el control ciertamente se beneficia de la habilidad incomparable de Rodri para leer el juego y ganar segundas pelotas, pero no depende totalmente de ella.
La aceptación de ese hecho, quizás, es el cambio más grande del City de todos.