¿Por qué los españoles se visten según la estación y no según el clima?

Si has vivido o visitado España en otoño o invierno, quizás hayas notado que los españoles suelen vestirse de acuerdo con la época del año y no en función del calor o frío que haga. Les pedimos a nuestros lectores que compartieran sus anécdotas mientras averiguamos a qué podría deberse este fenómeno.

Este año ha sido especialmente cálido en gran parte del país e, incluso a finales de octubre, se han registrado temperaturas superiores a los 20°C con un sol radiante. Sin embargo, la población local ya se viste para el otoño con chaquetas e, incluso en algunos casos, bufandas.

No es raro ver a turistas tomando el sol en las playas o bañándose en el mar en octubre, mientras los autóctonos pasean con jerséis y abrigos.

Lo mismo sucede en invierno: en algunos lugares de España, particularmente en el sur del país y en Canarias, puede haber alrededor de 18-20°C al mediodía, incluso en enero, una temperatura suficiente para ir en camiseta, y no obstante los residentes suelen ir completamente abrigados con ropa invernal.

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Cuando consultamos a nuestros lectores en Facebook si era cierto que los españoles se vestían según la estación y no el tiempo, casi todos coincidieron plenamente, y muchos habían experimentado la sensación de ser el patito feo en lo que a indumentaria invernal se refiere.

Un lector relató: “Mi primer día en España fue el 6 de enero de 2004. Hacía 26°C, así que salí de mi hotel en Madrid en pantalones cortos y camiseta y fui a tomar una cerveza fría en una cafetería de El Retiro. Estaba rodeado de madrileños con abrigos de piel, gorros, bufandas y guantes, mirándome como si yo fuera el desquiciado”.

Otra persona tuvo una vivencia similar: “Abril, soleado, probablemente más de 20°C. En la panadería, un señor mayor, con sus pantalones de pana invernales, camisa a cuadros, chaleco, botas y bufanda, señaló mis pies y exclamó ‘MIRADLA’, para luego reírse a carcajadas”.

Entonces, ¿cuál es la teoría que subyace a este comportamiento? ¿Es que a los españoles simplemente les gusta sudar dentro de un abrigo grueso cuando hace calor o existe otra razón?

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Existen varias teorías al respecto, aunque ninguna es concluyente. La primera es que el verano es prolongado en gran parte de España y hace mucho calor, más de 40°C en algunas zonas, de modo que cuando llega el otoño la gente está harta del estío y ansía el frescor. Quizás, de manera subconsciente, intentan acelerar la llegada del frío vistiéndose acorde.

Un español en Reddit comenta que sus amigos y familiares “se ponen abrigos de invierno e incluso bufandas en Navidad aunque hagan 25°C, porque es invierno, y se escandalizan por la falta de ropa” aunque la temperatura sea benigna.

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Una lectora de The Local España respaldó esta teoría al afirmar: “Me encontré con una amiga catalana esta mañana, llevaba un abrigo invernal y un jersey, yo vestía una blusa de mangas tres cuartos de algodón… ella se quejaba de que todavía era verano”.

De hecho, es frecuente ver a padres abrigar a sus hijos con ropa invernal, mientras los niños se quejan insistentemente de que tienen demasiado calor, lo que a menudo desencadena rabietas.

Los españoles llevan abrigos en la playa incluso si hay 20°C y sol. Foto: Pavel Danilyuk / Pexels Foto: Huy / Pexels

Pero, naturalmente, no se trata solo de lo que uno lleva puesto, sino de cómo se siente. Los españoles están acostumbrados a temperaturas cálidas y, habiendo crecido con ellas, suelen sentir más el frío que los norteuropeos. Lo mismo les ocurre a los extranjeros que llevan muchos años viviendo aquí.

Como señaló un lector: “El cuerpo se aclimata al lugar donde resides; si solo estás de vacaciones, no te da tiempo a adaptarte”.

Otro estuvo de acuerdo: “Cuando vives aquí en un clima cálido, entre 16°C y 20°C se percibe como frío. Yo también llevo chaqueta, además en Fuerteventura tenemos un viento fresco en diciembre y enero”.

Un tercero apuntó que “20°C solo son dos grados más que 18°C y en el Reino Unido ya vamos casi todos con chaqueta a esa temperatura. Están aclimatados al calor intenso, es lógico. A mí me encanta ponerme mi ropa de invierno en enero/febrero cuando estoy allí. Tras 21 años de veranos españoles, yo también me siento aclimatado, así que desde luego no lo percibo como cálido, especialmente a la sombra”.

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Esto nos lleva al siguiente punto: el tiempo en España, especialmente en primavera, otoño e invierno, puede ser muy variable.

Las mañanas pueden ser bastante frías, mientras que las temperaturas vespertinas pueden alcanzar los 20°C, para luego descender de nuevo por la noche a 15°C o menos. Esto implica que hay que salir con chaquetas y jerséis, aunque solo vayas a necesitarlos durante unas horas al día.

De hecho, en el norte de España las temperaturas pueden desplomarse hasta 18°C en solo una hora. Este fenómeno se conoce como galerna, una contingencia meteorológica caracterizada por un brusco empeoramiento del tiempo con fuertes vientos que provocan un descenso dramático de la temperatura. Suelen ocurrir en zonas costeras del norte como Asturias, Cantabria y el País Vasco.

Galerna: Cuando las temperaturas caen en picado 18°C en una hora en el norte de España

Un lector añade que “la ropa de invierno española no abriga tanto como la nórdica” y coincide en que uno de los motivos es que “las mañanas y las tardes son más frías que el mediodía”.

Otro aspecto a considerar es que las viviendas españolas suelen ser muy frías, por lo que puede sorprender lo cálido que está en la calle, a pesar de llevar un jersey dentro de casa. Un lector corroboró este punto: “En otoño y primavera, cuando hace más frío dentro de la casa que fuera, a menudo me pillan con ropa demasiado abrigada en cuanto te pones un poco al sol”.

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Otra razón es que la mayoría de los españoles poseen dos vestuarios completamente distintos: uno para verano y otro para invierno. En algún momento del otoño, se guarda la ropa estival y se saca la invernal. Algunas personas incluso tienen un día concreto del año para hacer este cambio, independientemente de la meteorología.

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Otro usuario de Reddit comenta: “Cuando es invierno guardo toda mi ropa de verano en cajas. En España no tenemos casas muy grandes, así que no tenemos toda la ropa a la vista durante todo el año”.

Es muy común guardar la ropa en el trastero o en un baúl grande, de donde no se puede acceder a ella fácilmente, porque sabes que no la vas a necesitar.

En verano, por ejemplo, es seguro que no necesitarás tu abrigo, chaqueta o jerséis hasta dentro de varios meses, así que ¿por qué dejar que ocupen espacio en tu armario? Mejor guardarlos.

No obstante, esto significa que a veces el vestuario invernal se saca prematuramente y la gente se ve obligada a usar ropa gruesa cuando aún no hace el frío suficiente.

Cabe añadir que, cuando empiezan las estaciones más frías, en las tiendas solo encuentras ropa de abrigo, aunque aún haga calor. Una lectora comentó: “En Tenerife ya hay jerséis de lana y botas en las tiendas y no se encuentran tops sin mangas ni pantalones cortos, a pesar de que sigue haciendo calor y hay sol”.

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La última razón es que a los españoles realmente les encanta el otoño: hay festivales otoñales, las calles se llenan de puestos de castañas asadas, la gente va a buscar setas al bosque y en las grandes ciudades los establecimientos anuncian chocolates calientes y carajillos (café con una copa de licor).

Simplemente, no pega comer castañas asadas y boniatos cuando hace calor, así que al abrigarse, la estación se siente más propicia. Desean bebidas calientes, hojas cayendo y estar envueltos en un jersey acogedor, aunque aún haga una temperatura suave y haya sol.

Y al parecer, muchos extranjeros en España han adoptado esta actitud. “Siempre he dicho que el primero de octubre, sin importar el tiempo que haga, salen los plumíferos, los vaqueros y el calzado cerrado”, escribió uno.

Otro afirmó: “Yo hago lo mismo. Vaqueros, botas y una camiseta. ¡Es invierno!”.