Una unidad militar de élite anunció que tomo el poder en Madagascar, quitandolo del presidente Andry Rajoelina. Esto pasó después de semanas de protestas lideradas por jóvenes por cortes de agua y electricidad en todo el país.
Se vieron multitudes celebrando en las calles de la capital, Antananarivo.
El jefe del CAPSAT, el coronel Michael Randrianirina, dijo desde afuera del palacio presidencial que los militares formarían un gobierno y realizarían elecciones en un plazo de dos años.
CAPSAT significa Cuerpo de Administración de Personal y Servicios Técnicos y Administrativos, y es la unidad militar más poderosa de Madagascar.
Se desconoce el paradero de Rajoelina, pero él ha dicho que esta refugiado en un “lugar seguro” después de un presunto intento de atentar contra su vida por parte de “personal militar y políticos”. El CAPSAT ha negado cualquier participación en ese acto.